El desafío del ‘PBi verde’
Shenzhen es la primera ciudad continental de China que utiliza el “PBI verde”, un índice de crecimiento económico que contempla las consecuencias ambientales como variable. El cuidado del medio ambiente es parte de su filosofía de expansión urbana. A diferencia de lo que ocurre en otras grandes metrópolis chinas como Beijing o Shanghai, aquí no hay nubes de esmog, habitantes con barbijos ni aplicaciones para saber el nivel diario de contaminación en el aire.
Según estadísticas oficiales, el 45% de la superficie de Shenzhen está cubierto por espacios verdes. Hay 921 parques en la ciudad y 53 millones de metros cuadrados destinados a edificios verdes.
Las inversiones en energías renovables y limpias, conservación de áreas ecológicas e innovación técnica para reducir las emisiones de dióxido de carbono acompañan el desarrollo de las empresas radicadas aquí. En la ciudad hay unos 70 mil vehículos con energía eléctrica y las autoridades aspiran a ampliar ese parque automotor.