Se rompió el único horno para quemar droga en la Ciudad
Está ubicado en el Edificio Centinela, en el barrio de Retiro. Ahora deberán esperar a grandes quemas o contratar servicios de cementerios privados o empresas.
En plena anunciada lucha del Ejecutivo contra el narcotráfico, el horno pirolítico ubicado en la zona del edificio Centinela, en Retiro, donde se quemaba gran parte de la droga incautada en diferentes allanamientos y procedimientos, dejó de funcionar. Se trataba de un horno de características únicas en el país que, según se informó desde la Dirección de Gendarmería, salió de funcionamiento por los problemas técnicos que venía teniendo producto de sus casi 20 años de antigüedad.
La baja genera preocupación en la Justicia Federal, que mandaba periódicamente estupefacientes para quemar allí y que a partir de ahora y hasta que haya una nueva unidad en funcionamiento, deberán cambiar sus procedimientos habituales.
Grandes quemas y opciones privadas parecen ser, por el momento, las dos posibilidades más grandes para des- hacerse de las drogas incautadas.
“Históricamente se quemó en Gendarmería, pero sabíamos desde hace tiempo que el horno tenía problemas”, coincidieron ante PERFIL distintas fuentes en los tribunales federales de Comodoro Py. “Gendarmería no daba abasto con las quemas, las demás fuerzas no tienen hornos”, completan al tiempo que se preguntan por qué no se dispusieron soluciones antes de llegar a esta instancia.
Consultados por este diario, distintas fuentes del Ejecutivo aseguraron que la solución ya está en marcha. Explicaron que los Ministerios Nacionales de Justicia y Derechos Humanos y Seguridad firmaron convenio con el Consejo de la Magistratura -órgano encargado de la administración del Poder Judicial- desde donde distintas opciones de hornos privados para la quema, cuyo costo debería salir de los propios juzgados.
En el listado que Gendarmería acercó a varios juzgados, y al que accedió PERFIL, constan las distintas opciones de lugares que pueden contratar para quemar droga, hasta que vuelva a haber un horno en el área. Allí figuran desde los cementerios privados de Boulogne, Morón, San Andrés de Giles y González Catán como la planta Desler, en el parque industrial de Malvinas Argentinas, y las empresas Recovering y Ternium Siderar.
La salida de funcionamiento del horno del Centinela se comenzó a notificar a los juzgados a fines del mes pasado, a través de una notificación, de la Dirección Nacional de Gendarmería. Allí se consignó que desde hace 18 años funcionaba el horno pirolítico marca Pyrocol, que fue habilitado por el Gobierno de la Ciudad de la CABA, en agosto de 1999.
“Considerando la antigüedad del horno incinerador, más el incremento exponencial de requerimientos por parte del Poder Judicial, el equipo fue sufriendo constantes desperfectos que lo dejan transitoriamente fuera de servicio, los cuales son cada vez más frecuentes”. A lo que agregaron que “el Director de Criminalística y Estudios Forenses, a través de los estudios realizados concluye en la necesidad de desactivación definitiva y el desmantelamiento del Horno de Incineración Pirolítico”.
Gendarmería envió un listado a los juzgados con hornos alternativos
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