Quieren que nahir Galarza declare mañana
pero la acusada tendrá la posibilidad, antes, de decir sus últimas palabras. Sus abogados quieren que hable. “Nahir podría declarar, la decisión la tiene ella. La defensa piensa que es importante que lo haga”, cuenta a PERFIL Darío Germanier, uno de los cuatro abogados con que cuenta el equipo que conforma la defensa de Galarza. “Es una carga muy grande la que tiene. Por eso digo que es posible que declare, pero es fuerte la carga del relato”, agrega.
Se cree que el relato de Nahir seguirá la línea de su segunda declaración como imputada en la etapa de instrucción. Es decir que sostendrá que fueron accidentales los disparos que recibió Fernando Pastorizzo (20) ese 29 de diciembre de 2017.
Durante el juicio se debatió si era posible que un arma se disparase accidentalmente y Lázaro Javier Azcué, uno de los peritos, fue categórico: “En mis años de experiencia jamás vi o me enteré de que a una persona se le escaparan dos tiros de manera involuntaria”. Este perito fue el que hizo el informe balístico y estableció que “el tirador estaba a 50 centímetros de la víctima; necesariamente se agachó”.
Nahir llegó al juicio acusada por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego. La defensa intentó desacreditar el vínculo entre los jóvenes para derrumbar ese primer agravante. También está evaluando todo lo que se planteó en el debate para “sumar elementos que lleven al accidente”. Ellos consideran que “respecto de la eventual hipótesis de homicidio no existe agravante de vínculo y debe considerarse como atenuante la violencia de género”. Sobre eso se van a parar.
Para la familia de Fernando es todo lo contrario. Y buscarán sumarle el agravante de la “alevosía”. La prisión perpetua es la máxima pena que podría caberle en ese caso. ideal con aborto en contexto de violencia de género”. En el caso no se puede aplicar la figura de “femicidio”, ya que el inciso del Código Penal de la Nación que admite la violencia de género como un agravante fue incluido en 2012, dos años después del hecho, explicaron fuentes judiciales. Desde que empezó el debate, el 4 de junio pasado, fueron convocados unos cuarenta testigos. Lagostena declaró que su relación con la víctima era “normal y buena”, pero que no recuerda por qué no la llamó al celular cuando ella abandonó la casa en la que convivían. “No sé qué pasó con Erica y el bebé, no puedo ponerlos en una lista de enfermos o fallecidos”, aseguró el acusado, que llegó a juicio detenido de forma preventiva desde el 1º de mayo del año pasado.