Claves a favor y en contra del sector privado
Por la dimensión y complejidad de la crisis que atraviesa la Argentina –con aristas económicas, políticas e institucionales– resulta arriesgado hacer lecturas lineales sobre su devenir y consecuencias. A la altura que transita la crisis, y desde la perspectiva del mundo de los negocios, hay claves que actúan a favor y otras en contra.
A favor:
◆ Por primera vez en la historia reciente del país se instaló en la cultura de la burocracia estatal y política el concepto de que el gasto no es una entelequia (una situación perfecta e ideal que solo existe en la imaginación). Necesita de un financiamiento real y posible conforme a las posibilidades de generación de ingresos del conjunto de la economía.
◆También, por primera vez, se intentará alcanzar un déficit cero primario a escala nacional, en meses previos a un proceso electoral en el que los gastos de la política serán altamente escudriñados por la opinión pública como consecuencia de las investigaciones judiciales masivas por supuestos pagos de coimas en la década pasada.
◆Aunque con marchas y retrocesos sobre las medidas adoptadas, se logró que la dirigencia política y los burócratas públicos internalizaran que con una presión fiscal total cercana al 34% no existe posibilidad alguna de hacer negocios, crear empresas y generar trabajo.
◆Se comenzaron a sincerar tarifas básicas para el funcionamiento de la economía, lo que hace posible empezar a identificar una forma más eficiente y equitativa de derivar subsidios. Toma cada vez más fuerza el concepto de que se debe subsidiar al beneficiario directo, no a los operadores de los servicios.
En contra:
◆La pérdida de tiempo en la definición del rumbo y la adopción de medidas que reviertan el déficit fiscal quebró la credibilidad en el principal patrimonio de la economía: su moneda.
◆El fenómeno inflacionario se tornó una espiral ascendente que ya no responde a movimientos de los economics fundamentals sino a las expectativas negativas que se resuelven en una huida persistente hacia el dólar. Al no lograrse desacoplar la inflación del dólar, este vínculo se volvió un círculo vicioso que tiene como principal consecuencia el crecimiento de los compromisos de deuda tomados en moneda extranjera (70% del total).
◆Si bien el objetivo de déficit primario cero podría motivar al FMI a anticipar los desembolsos que estaban previstos y con ello calmar a los mercados, la desconfianza no cede porque el déficit financiero (que contempla intereses de la deuda pública) es gigante (2,5% del PBI).
En el mediano plazo, sólo un ingreso genuino y efectivo de divisas, como el que podría generar el campo, daría alguna chance de recuperar el control de las variables.