Campaña militar.
Fuerzas prodictadura apoyan a Jair Bolsonaro, el candidato brasileño apuñalado.
El general Antonio Mourão es candidato a vice del líder de las encuestas. Otros 25 uniformados también compiten en la elección.
Cuando el general retirado Antonio Hamilton Martins Mourão, candidato a vicepresidente de Jair Messias Bolsonaro, se enteró de la puñalada que recibió su compañero de fórmula tiró nafta al fuego, en vez de apagarlo. “Si quieren usar la violencia, los profesionales de la violencia somos nosotros”, disparó, como si se tratara de una guerra y no de una campaña. Esa frase fue el último de los exabruptos del militar, que reivindica la dictadura y simboliza el ascenso de la ultraderecha y la participación activa de uniformados en la política brasileña.
Mourão había saltado a los titulares de los diarios en 2017, cuando aún estaba en actividad en el Ejército. “O las instituciones solucionan el problema político, por la acción del Poder Judicial, retirando de la vida pública esos elementos involucrados en ilícitos, o entonces tendremos que imponer eso”, aseveró en referencia al presidente Michel Temer, que había sido imputado por el fiscal general Rodrigo Janot por corrupción pasiva pero salvado por el Congreso, que no había autorizado la apertura de la investigación.
Tras el ataque a Bolsonaro, Mourão intervino más activamente en la campaña presidencial. “El rol de Bolsonaro en las calles es insustituible, él es un hombre de masas. La campaña continuará con mensajes en las redes sociales y en la radio y televisión, y con mi trabajo de hormiga por todo Brasil”, declaró a la prensa de su país. “Las Fuerzas Armadas no pueden continuar tocando si el Titanic se está hundiendo”, agregó, al justificar su apoyo y el de sus camaradas al controvertido candidato a presidente, quien si es electo designará a generales en su gabinete.
Mourão también elogió al torturador Carlos Brilhante Ustra, condenado por crímenes de lesa humanidad, a quien llamó “héroe”. “Fue un hombre de coraje, de determinación, que me enseñó mucho”, dijo a periodistas de que se quedaron en silencio, estupefactos.
Pero él no es el único general que rodea y apoya al ex capitán del Ejército, líder en las encuestas con el 26% de intención de voto. Según publicó el diario
“Las Fuerzas Armadas no pueden seguir tocando si el Titanic se está hundiendo.”
al menos 25 candidatos provienen de las Fuerzas Armadas, duplicando así la cantidad que compitió en las elecciones de 2014. La crisis política y económica de Brasil, desnudada por las condenas del Lava Jato, animó a los uniformados a salir de los cuarteles y lanzar peligrosas advertencias a los poderes constitucionales.
El comandante del Ejército, el general Eduardo Villas Boas, también se zambulló en el debate