Nace una estrella
El 2 de octubre se cumplirán 60 años del estreno de la película
de Armando Bo, que convirtió a Isabel Sarli, su protagonista, en una estrella. La película se estrenó en el cine Hindú, de la calle Lavalle, en el Plaza, de la Avenida Corrientes, que estaba frente al teatro El Nacional, en el Gaumont, en la zona de Congreso, y fue exhibida simultáneamente en salas de diversos barrios y suburbios. Su director, Armando Bo, que tenía entonces una carrera exitosa como actor, productor y director de cine, durante un viaje a Paraguay para promocionar la película
conoció a un productor con su mismo apellido (Nicolás Bo) que lo interesó en adaptar al cine el cuento incluido en el libro
de Augusto Roa Bastos.
El argumento narraba la rebelión de los trabajadores esclavizados en un obraje contra el despiadado patrón y la reacción de éstos cuando el explotador trae a vivir con él a su atractiva esposa. La primera opción del director para el papel femenino fue Elina Colomer, una actriz bella y conocida, pero finalmente eligió a Isabel Sarli, una modelo publicitaria que había ganado el concurso de Miss Argentina en 1955, pero que no tenía entrenamiento ni experiencia como actriz.
La película se filmó en Paraguay en condiciones adversas y con temperaturas de 45 grados y la protagonista cumplió su papel de un modo espontáneo pero eficaz y apareció desnuda por completo en una secuencia en la que se baña en un remanso de un río. El argumento incluyó escenas de tortura y extrema violencia y una impresionante toma en la que un hombre era devorado por las hormigas.
El día del estreno, al acercarse Isabel Sarli y Armando Bo al cine Hindú, creyeron que la larga cola de espectadores era para la película rusa
que se exhibía en el cine de al lado, y se sorprendieron al comprobar que esa fila era para ver la que ellos dos habían protagonizado.
Semejante éxito significó para Isabel Sarli su nacimiento como estrella, que tuvo continuidad en otras 27 películas con el mismo director, en las que cumplió los más diversos roles: obrera, bailarina, india, prostituta, estanciera o maestra, que tenían en común una impactante belleza y sensualidad.
Isabel Sarli filmó también unas pocas películas con otros directores, como Torre Nilsson y Jorge Polaco, pero fueron las de Armando Bo las de mayor repercusión y las que lograron su permanencia como un mito del cine a través del tiempo.