¿Es seguro reabrir las escuelas?
urbanos o distritos demócratas.
En ese marco, el New York Times presentó recientemente un extenso informe titulado, precisamente, “¿Es seguro abrir las escuelas?”. Según la mayoría de los 175 expertos en enfermedades infecciosas pediátricas con experiencia en salud pública, muchas de las exigencias que se habían establecido para reabrir las instituciones educativas, como vacunar a maestros y estudiantes o confirmar el descenso en las tasas de contagio en la comunidad, no son condiciones necesarias para dictar clases presenciales.
Los expertos advierten, en cambio, que sí es fundamental que se tomen medidas básicas de seguridad, como el uso obligatorio de tapabocas, el distanciamiento social, la ventilación adecuada y evitar actividades grupales numerosas.
Los especialistas también sostienen que las clases presenciales deberían continuar, incluso si aumenta la curva de contagios. Solo es prioritario iniciar una cuarentena si se infecta alguno de los estudiantes o docentes: en ese caso, debe aislarse toda la burbuja. Esto fue lo que pasó esta semana cuando se supo que en las escuelas públicas y privadas hubo 88 burbujas que fueron aisladas por Covid, sobre un total de 45 mil burbujas totales.
La crisis educativa que produjo el coronavirus es aún difícil de cuantificar. Pero no hay dudas de que los más afectados serán los sectores de más bajos recursos. Un trabajo elaborado por la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que el déficit educativo en 2021 será alarmante. El paper se realizó en base al entrecruzamiento de información sobre el índice de pobreza que establece el Observatorio de la Deuda Social de la UCA y los datos de comportamiento educativo obtenidos por una encuesta nacional.
El resultado es alarmante: este año crecerá el porcentaje de la población escolar que habrá abandonado la escuela o, en su defecto, asistirá en calidad de repetidor. Ambas condiciones son producto de los desajustes por efectos del Covid. Según la UCA el déficit escolar será de 6% en el nivel inicial, un 4% en nivel primario y 5% en nivel secundario.
Una pandemia educativa.