Irán y arabia saudita, objetivo de las dos primeras decisiones
justificación legal para no buscar la aprobación del Congreso”.
Por el contrario, su colega republicano James Inhofe, que integra el Comité de Servicios Armados, aseguró que “los ataques fueron una correcta y proporcionada respuesta para proteger a los norteamericanos”.
El informe de 2018 que se divulgó el viernes y que acusa al príncipe heredero Mohamed bin Salmán de aprobar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en 2018, en Estambul, provocó la ira de Ryad, que rechazó “totalmente las conclusiones falsas y perjudiciales”.
Las críticas públicas al príncipe y una serie de sanciones de Estados Unidos a decenas de funcionarios sauditas marcan un cambio radical en la política del ex presidente Donald Trump, quien buscó proteger al gobernante de facto de Arabia Saudita.
Sin embargo, la administración Biden no impuso sanciones directas al príncipe Mohamed, conocido por sus iniciales MBS. Antony Blinken, secretario de Estado, admitió que Biden quiere “recalibrar”, pero no “romper” sus relaciones con Ryad, un socio de larga data en Oriente Medio.
Para la analista Varsha Koduvayur, de la Fundación para la defensa de las democracias, un centro de estudios de Washington, las conclusiones del informe permiten avizorar cuál será la postura de Biden frente a Arabia Saudita: “poner los valores en el corazón de la política exterior de Estados Unidos, enfatizar los derechos humanos y revertir el enfoque transaccional de los últimos cuatro años, mientras se preserva la relación”.
pese a las críticas al príncipe heredero, se preserva la relación con arabia saudita