Susana vendió su chacra esteña y sus dueños harán allí un emprendimiento cannábico
La conductora apenas usaba esa propiedad y quería venderla. Facundo garretón, fundador de invertirOnline y uno de los compradores, explicó a perFiL en qué reconvertirán La Tertulia.
Se puede ubicar qué lugar ocupan en el universo de Susana Giménez aquellos que atienden sus intereses o le hacen ganar dinero –legalmente por supuesto–, y quiénes se lo hacen perder. Si entre los primeros hay quienes acumulan investigaciones sobre corrupción aprovechando su posición de poder, ella igualmente no tendrá problema alguno en sentarse en un estudio de televisión y decir –a días de las elecciones– que votará por la reelección. Con la misma facilidad con la que decía “Shock”, argumentará lícitamente que los “otros son peores” o que “como (el candidato) ya es rico no va a robar”. La contracara sería, por caso, Huberto Roviralta, quizá el ex marido más famoso de la Argentina. Primero por haber estado una década casado con la diva número uno del país. Y sobre todo, por haber transformado esa experiencia marital en una beneficiosa sentencia de divorcio que le dejó poco más de diez millones de dólares.
Si se sigue ese razonamiento pour la galerie, en su altar de imágenes adoradas debería poner la de José “Pepe” Mujica. Quién diría que sería una ley promulgada durante su gestión la que ayudó a Susana a quitarse de encima el lastre económico que le implicó mantener La Tertulia, una mansión ubicada en una zona de Uruguay que hubiera sido la delicia de Greta Garbo para su retiro de Hollywood a los 36 años, pero no para una persona con la vitalidad y la mundanidad de la conductora. Como sea, gracias a la existencia –desde fines de 2013– de la ley de la regulación legal del cannabis en Uruguay
–que combatió el hoy partido gobernante–, Susana encontró esos buscados inversores que pusieran los millones de dólares para así decir adiós a La Tertulia. Aunque la cifra concreta de la transacción es privada, en enero de 2020 la propiedad se ofrecía por 4 millones de dólares… “a conversar”. Nunca se ofreció al doble ni al triple de esa cifra.
Es probable que ninguno de ellos haya estado en enero de 2020 en La Tertulia cuando Susana abrió sus puertas para alentar a alguno de los invitados a comprarla. Como sea, esa jugada de marketing de su gestora inmobiliaria –una argentina radicada en Miami– cumplió su objetivo. Los nuevos propietarios convertirán esa “chacra” de 110 hectáreas en un “emprendimiento cannábico”, a quince kilómetros de Laguna Garzón y a 60 kilómetros de Punta del Este. Ante la eventual apertura de Uruguay al “turismo cannábico” proyectan en La Tertulia la construcción de un hotel temático con gastronomía y un centro de bienestar también cannábico.
el chacra de susana podría convertirse en un spa cannábico, modelo
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