Santilli: “Macri no es de derecha, es de centro”
Dice que llegó la hora de que quienes antes estaban en “las inferiores” de Juntos por el Cambio jueguen “en primera”. Para ello, considera que su coalición debe afirmarse lejos de los extremos como forma de tener una identidad. Ve a los moderados del ofic
—¿Empieza el año electoral y nuevamente emerge la polarización?
—Lo estamos viendo. Cristina se puso en el centro de la escena. Hasta Vicentin, Alberto, el presidente, estableció una relación de construir con todos los gobernadores de diferentes partidos políticos. Un ejemplo eran las conferencias de prensa tripartitas. Hablaba de un país que intentaba poner a todos los dirigentes dentro, que intentaba resolver sus problemas estructurales. Ese era el perfil. Promediando el año pasado comenzó a ocupar la escena la vicepresidenta. Comenzó en este año electoral ya mucho más fuerte con el avance sobre la Justicia. La presentación ante la Asamblea del 1º de marzo de todos los años marcó que le habló a un sector, el propio. Como si unificar su sector significara avanzar sobre la Justicia, uno de los poderes de la república. Se está agrietando la situación.
—Luego de la inauguración de las sesiones ordinarias de la Legislatura de Buenos Aires, escribiste en tu cuenta de Twitter: “La grieta es un negocio de la política”. ¿En qué sentido es un negocio?
—En el de que da rédito en lo electoral en el año electoral, pero que después no sirve para resolver los problemas de fondo.
—Lo que decía Barack Obama: es fácil ganar las elecciones polarizando y muy difícil gobernar.
—Es fácil ganar una elección discutiendo y fanatizando posiciones para ver quién tiene más adeptos. Pero para gobernar hay que sacar leyes, transformar. Nuestro país tiene problemas estructurales de décadas. Necesitás consensos. Y es mucho más difícil sin lograr consensos previos.
—¿El discurso de Alberto puede ser una respuesta al Vacunagate?
—Lo de las vacunas fue grave. No nos debe pasar, hay alguien que está esperando por esa vacuna. Un adulto mayor, alguien que trabaja en el sector de la salud. Me refiero al médico o la enfermera o los trabajadores de higiene, administración de un hospital. Si esa cadena no está vacunada se puede seguir contagiando. Si fue para tapar una situación es malo igual. Necesitamos presidentes, no solo el actual, que miren más allá de sus elecciones. Que puedan superar un período electoral de medio término o su reelección. Que sean estadistas. Que puedan juntar a los diferentes sectores para resolver nuestros temas de la cotidianidad. Para la gente son muy lejanas muchas de las cosas que se dicen.
—¿Qué pensaste cuando viste las bolsas que simulaban contener cadáveres en las protestas en contra del Vacunagate?
—Lo dije el mismo día: me pareció espantoso. Respetamos todas las manifestaciones. El 90% de las manifestaciones nada tiene que ver con la cotidianidad de esta ciudad. Una cosa es el respeto a manifestarse de la sociedad y otra cosa es ese tipo de manifestaciones que le hacen mucho daño a la Argentina.
—¿Te pasó lo mismo al leer el tuit de Sandra Pitta: “Van a
juzgar al gobierno de Cambiemos. Hay que pisarlos cuando volvamos”?
—Son expresiones que no ayudan. Yo soy muy respetuoso de lo que se dice. Nosotros pensamos distinto que el Presidente, que la vicepresidenta. Tenemos una visión bastante opuesta, pero eso no quita el respeto, que uno debe vencer a su oponente con ideas, con propuestas. No es un enemigo. Es un adversario al que hay que ganarle con ideas.
—En tu cuenta de Twitter destacaste un encuentro con Dipy, su participación del Top Race de automovilismo. ¿Qué rol ocupa en la construcción de subjetividad desde Juntos por el Cambio?
—Acompaño mucho al automovilismo. Primero, por mi origen. Me enseñaron a manejar de chiquito dos personas: mi mamá y Jorge Recalde. Recalde, el campeón de rally histórico. Cuando iba a Mina Clavero, me decía: “Vení, Crema, vamos a manejar”.
—¿Por qué crema?
—Por chantilly (N. de la R.: la similitud con el apellido Santilli). Me enseñó a manejar. Con él compartí una etapa hermosa de mi adolescencia. La vida pasa por esos lugares. Tiene que ver con cómo uno construye lo que uno anhela. No con las agresiones cruzadas. Un sábado fui con mi hijo al Top Race. Corre karting hace cuatro años y es algo en lo que está metiéndose. Es como ir ascendiendo en su carrera. Era la final del Top Race, dos semanas antes había sido la final del Súper TC y fuimos. Ganó las dos Matías Rossi. Ahí me lo encontré. Lo saludé, le pregunté cómo era meterse y me contó todo. Me hizo sentar en el auto, me contó la historia. Fue acompañar a mi hijo en el poco rato libre que tengo. En mi Twitter destaco esto. Estoy orgulloso de haber construido una familia ensamblada. Eso es tiempo también. Todos los días, de seis y media de la mañana a nueve de la noche ininterrumpidamente
se lo dedicamos a nuestro trabajo porque nos apasiona, nos gusta. Pero la familia tiene su tiempo.
—No es que compartas su discurso.
—Me lo crucé y lo saludé.
—También escribiste en Twitter: “Gran laburo de Fernán Quiros. Compromiso, entrega, profesionalismo y mucho más. Es todo lo que hiciste y seguís haciendo. Quiero agradecerte por todo tu trabajo y por nunca bajar los brazos en los momentos más duros”. Sin embargo, en los últimos días Patricia Bullrich fue crítica del tema de vacunas de Ciudad. ¿Hay un tironeo ahí?
—Escribí eso de Fernán primero porque lo valoro, lo respeto y admiro el trabajo que él hace todos los días. A Fernán lo conocimos hace cinco años y medio. Cuando vino fue viceministro en nuestra primera gestión. Trazó un plan integral para la Ciudad de Buenos Aires.
—¿Cómo llega a viceministro? ¿Cómo lo conocieron?
—Estaba en el Hospital Italiano. Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, nos dijo que es un tipo inteligentísimo. Ya se había acercado antes del primer período nuestro con Horacio. Pero ahí asumió el cargo y nos trazó una estrategia sanitaria para la Ciudad de Buenos Aires. Incluía la atención primaria, la historia clínica electrónica para todas las personas que se atienden. Como en el sector privado. Funcionó y fue exitosa. Asumió como ministro en el segundo período y le tocó la pandemia. No viene del ejercicio de la política, sino del ejercicio de la salud. Es un sanitarista de lujo extraordinario. Cuando surgió el vacunatorio vip, se quiso entremezclar la política. Me pareció importante respaldarlo. Todo el tiempo explica lo que hace, por qué y cómo. Da varias conferencias por semana, explica cada una de las situaciones. Estuvo todo el tiempo poniéndole el cuerpo.
—¿Hubo un deseo de utilizar el Vacunagate políticamente por el ala más dura de Juntos por el Cambio?
—Lo que sentí es que cuando no se podía explicar eso en el orden nacional, intentaban poner en el orden de la Ciudad algo que no había sucedido.
—¿La llamada privatización de las vacunas?
—Exactamente. Sentí la necesidad de acompañarlo, de estar con él.
—En esta misma serie de reportajes, Gustavo Posse, el intendente de San Isidro, dijo que “la actitud del radicalismo durante el gobierno de Cambiemos había sido servil”. ¿Cómo actuó el radicalismo durante el gobierno de Mauricio Macri?
—Tuvo una actitud muy responsable. Previo al gobierno de Mauricio Macri, la democracia volvió a recuperar el bipartidismo en la Argentina. Lo hizo a modo de coalición. Está la Coalición Cívica de Lilita Carrió. En eso tuvo un rol central Ernesto Sanz, con todo el radicalismo del país y el PRO, liderado por Mauricio Macri. Se arma un bipartidismo y empieza a haber una alternancia política. Con partidos que deben tener más fuerza, crecer más, ser más sustentables y sostenibles. Tuvo un rol muy responsable. A la coalición sí le costó consolidar los temas estructurales que necesitábamos reformar. Ahí es donde hubo debate, que sigue. En todas las coaliciones del mundo lo hay.
—¿Cómo será su rol en el futuro?
—Hay que fortalecer más aún la coalición. Se necesita una alta representatividad en el Poder Ejecutivo, el Legislativo.
—¿Tendría que haber un peso específico más equivalente entre el PRO y el radicalismo?
—Tenemos que fortalecer eso. La presencia de toda la coalición.
—¿Cómo ves el futuro de Martín Lousteau?
—Es muy importante. Martín es parte de una generación que viene trabajando con nosotros en la Ciudad de Buenos Aires. Es parte de nuestro gobierno.
—¿Será jefe de Gobierno por Juntos por el Cambio?
—No hay que adelantar ninguna candidatura. Lo que sí siento es que junto con Lilita, Martín, Horacio, María Eugenia y un montón de dirigentes más, formamos parte de una generación.
—Se dice que vos pasarías a la Provincia y María Eugenia Vidal a la Ciudad.
—¡Se —¿Es dicen verosímil? tantas cosas!
no —Lo puedo único ser jefe real de es Gobierno. que yo ya Eso es verdad. Cuando Horacio me pidió que volviera a acompañarlo, yo sabía que sepultaba una de las aspiraciones que tenía después de un aprendizaje de muchos años. De llevar una gestión como la que llevamos.
—Podrías ser jefe de Gobierno en 2027.
—Los años pasan y les pegan a todos. Pero todo siempre está abierto.
—¿Descartás que tu carrera siga en la Provincia?
—No descarto las cosas per se. Las cosas pueden ser posibles. En este momento desde la oposición tenemos que aportar para construir esa alternativa que nos permita volver en 2023.
—Primero está 2021. ¿Vidal aportaría más en la Ciudad o en la Provincia?
—Vidal es una jugadora todoterreno. Puede jugar bien en la Provincia, en la Ciudad o en la Nación. Vidal es parte de un proyecto importante que lidera Horacio. En 2021 tenemos que tener los mejores candidatos para sumar bancas.
—¿La ves en la Provincia?
—Lo tiene que decir ella. Sí digo que nosotros tenemos que jugar los mejores candidatos en todos los distritos para seguir sumando bancas para sostener nuestro proyecto de alternativa para 2023.
—Miguel Ángel Pichetto lanza el Peronismo Republicano. Vos venís de esa identidad política. ¿El peronismo puede ser la cuarta pata de JxC?
—Sí. Cuando empezamos el proyecto en la Ciudad de Buenos Aires en 2003 éramos Compromiso para el Cambio. La primera lista que compitió fue Compromiso para el Cambio y el PJ. Ganamos la primera vuelta; en la segunda no alcanzó el 50% +1. Desde ese momento hasta la fecha crecimos y crecimos. Crecimos con Confianza Pública, Coalición Cívica, el radicalismo, el socialismo de Roy Cortina. Todo eso nos hizo ampliar nuestra base de sustentación. Es muy bueno lo que está haciendo Miguel Ángel Pichetto. Hay muchos peronistas que se pueden sumar desde el respeto a nuestra identidad como coalición primogénita del PRO.
—El PRO comenzó en una alianza con el peronismo. Podríamos decir lo mismo de las elecciones provinciales con Francisco de Narváez y Felipe Solá. Después hicieron alianza con Massa en otras elecciones de medio término.
—Así es...
—¿Sería bueno incorporar también a los libertarios?
—Por supuesto. Tenemos que estar en todo el frente del centro. Tengo una visión muy
de las centro. alas de un Es avión como y extender construir una construye alternativa una mayoría de gobierno posible. que
—¿José Luis Espert y Javier Milei pueden canibalizar parte el electorado de Juntos por el Cambio?
—Están haciendo su experiencia. Es válido que tengan su camino. La gente lo dirá. Los votos no son de los dirigentes, son de la gente.
—¿Pero no te molestaría que se sumaran a Juntos por el Cambio en un futuro?
—Creemos en seguir sumando. Hay que sentarse y ver nuestras posiciones.
—¿Te sentirías más cómodo si Juntos por el Cambio incorporara a Margarita Stolbizer o a Facundo Manes?
—No sé si me sentiría más cómodo. Tenemos horas dialogadas con Manes. Lo mismo con Margarita. Con diferentes sectores tenemos muchas horas. Tenemos que sentarnos con los
otros sectores. Es bueno que los libertarios quieran hacer su experiencia en la elección de medio término. Nunca hay que cerrar las puertas. Siempre se puede tener alguna buena idea. Lo que no me gustan son los extremos refractarios. Nos llevan a situaciones antidemocráticas.
—¿Espert podría estar en esa posición?
—No. No me gusta lo de las bolsas en las marchas. Esas expresiones no hacen bien. No podemos sostenerlas en un país que tiene que salir.
—¿Qué es ideológicamente Juntos por el Cambio? En una entrevista como esta, Juan José Sebreli dijo que Mauricio Macri era un liberal de izquierda. Vos marcabas que incluye a progresistas como Margarita Stolbizer, la alianza con el socialismo de Santa Fe. Incluso los libertarios. Cuando comenzó Macri su carrera, tenía a Ricardo López Murphy de aliado. ¿Cuál es la diferencia con el peronismo?
—Es una coalición de centro que tiene una visión de futuro de la Argentina, que deja de mirar el pasado.
—¿En qué se diferencia de la otra? ¿Hay una diferencia estética? Así como en el peronismo estuvieron Carlos Menem y Néstor Kirchner, ¿ustedes pueden tener un progresista y un libertario?
—Podemos tener visiones y pensamientos más de derecha y visiones y pensamiento de centro. Es una coalición de centro. Hay que ver cuál es la visión hacia adelante
—Stolbizer y el Partido Socialista podrían considerarse de centroizquierda.
—También la Coalición Cívica, el ARI. El radicalismo tiene también sus alas más progresistas.
—Juntos por el Cambio tiene una diversidad que va de la centroizquierda a la derecha, mientras que el peronismo tiene una diversidad más amplia, puede ir de la extrema izquierda a la extrema derecha. ¿Es correcto?
—Juan Perón decía que peronistas son todos. Los de derecha y los de izquierda. Yo noto una diferencia. Los extremos no nos condujeron a ningún lugar.
—¿Estar lejos de los extremos sería la gran diferencia?
—Tratamos de conducir por ese camino.
—¿Vos cómo te definirías ideológicamente?
—En el centro.
—¿Y Horacio Rodriguez Larreta?
—En el centro.
—¿María Eugenia Vidal también?
—Por supuesto.
—¿Mauricio Macri y Patricia Bullrich están más a la derecha?
—Mauricio Macri es el que inició todo el proceso hace
“Me gustaría que Horacio Rodríguez Larreta fuera candidato a presidente.”
“Los extremos no nos condujeron a ningún lugar.”