“Encontramos aval de la sociedad y acompañamiento de las instituciones”
La contadora Ángeles Etchebest, subdirectora de Recursos Humanos del Poder Judicial de Córdoba, advirtió que entre 2010 y 2020 la presencia de mujeres en la magistratura creció ocho puntos: pasó de representar el 32% al inicio de la década al 40%, el año pasado. “Es un cambio cultural e institucional que lleva tiempo. Vamos ocupando lo que también nos vamos animando a ocupar” opinó.
Hay otro dato interesante. La proporción de varones y mujeres inscriptos en los concursos es similar en los cargos luego ocupados. Esto evidencia por lo menos tres cuestiones: que el interés del género femenino va creciendo y por eso hay tantas inscriptas; que hay un rendimiento homogéneo entre hombres y mujeres en los exámenes, y que los órganos de evaluación respetan esos resultados al confeccionar los órdenes de mérito.
Etchebest también indicó que en el Consejo de la Magistratura la tendencia entre los aspirantes a cargos es 50/50. “Las mujeres nos vamos animando a ocupar espacios porque encontramos un aval de la sociedad y el acompañamiento desde las instituciones”, sostuvo.
Las magistradas y funcionarias gozan de la licencia por maternidad de seis meses, como el resto de la administración pública provincial. En el Poder Judicial también funciona la Oficina de la Mujer. “Desde el área de Recursos Humanos hemos gestionado un programa de acompañamiento a la mujer embarazada y en su período de lactancia, y además están los lactarios”, recordó, para las mujeres que retoman sus tareas presenciales y continúan amamantando.
Otra estadística que muestra la disminución de la brecha de género es la de las cohortes de ingresos recientes. Los últimos 100 cargos con magistrados designados (entre 2017 y 2020) están compuestos por 44 mujeres y 56 varones. Es decir que la brecha es cada vez menor y se acerca a la paridad.