Los argumentos defensivos
Al ejercer su defensa Olmedo cuestionó que se refiriera a que aplazaba a todos los que no concurrían a las academias. Señaló que hay materias en las que el porcentaje de alumnos libres o aplazados son, incluso, superiores a los de su cátedra. Y pidió que se oficie a la facultad para obtener los porcentajes de alumnos libres o aplazados de la última década en todas las materias de la currícula.
Atacó, también, uno de los testimonios que más lo comprometió, perteneciente a una docente de su misma cátedra, intentando desmoronar la acusación y señalándola como responsable de irregularidades en su desempeño como docente.
Otro de los argumentos que esgrimió fue el inexistente contacto con los estudiantes por su rol de profesor titular de la cátedra, que lo coloca al frente de las mesas evaluadoras, pero no en la determinación de la condición de libre o regular de los alumnos. Su función era dictar teóricos en aulas con 200 a 250 estudiantes, por lo que –señaló– es improbable que se haya ocupado de contactar a algunos para incidir en su asistencia a las academias.
Pidió realizar un careo con una alumna que, según consta en los testimonios de damnificados, señaló que él le habría dicho que no tenía que decir nada de la academia.
En defensa de su desempeño docente, subrayó que ninguno de sus colegas lo acusó de aprobar a alguien que merecía ser bochado y, viceversa, desaprobar a quien merecía una calificación satisfactoria.
Por último, también sostuvo que desde 2005, cuando asumió como profesor titular, habrían pasado por sus aulas y mesas examinadoras unos 7.500 alumnos. Si solo refirieron haber sido víctimas entre 65 y 70 estudiantes, representan menos del 1% del total.
No obstante, si se acepta esta perspectiva sobre los hechos quedan preguntas planteadas. ¿Cómo Casalis y Massimino elaboraron los cuestionarios de los exámenes que entregaban? ¿Podrían haberlos confeccionado sin participación de Olmedo? Y, particularmente, ¿cómo es posible que dos personas sin título en disciplinas afines se hayan capacitado en la materia cuyo titular era una persona muy conocida de ambos? En todo caso, habrá que probar la relación directa entre las academias y la actividad evaluadora de la cátedra que encabezaba Olmedo.