Una mirada sobre el cine actual
“Siempre pensamos la película para ser proyectada en salas, pero la situación ha cambiado y hay que adaptarse. Creo que la finalidad última de una película es que encuentre su público”, dice Luciano Juncos.
Eduardo Sánchez advierte también sobre factores económicos y culturales que atentan contra el cine. “En este marco de pandemia y con salas cerradas hace un año la atmósfera ‘mágica’ que se da en una sala cuando nos sentamos a ver una obra artística en silencio, sin interrupciones y con toda nuestra atención puesta en la pantalla está corriendo peligro de desaparecer. Hay que ponerse en actividad lo antes posible para que no desaparezca o se convierta en algo elitista”, reflexiona. El productor señala también que el cine argentino como trabajo colectivo necesita más créditos, más incentivos y mayor difusión. “Es necesario volver a enamorar al público de nuestro cine. Es una batalla cultural donde podríamos decir que subyace una idea de ‘formatearnos’ como espectadores y finalmente como realizadores, a una idea algo caprichosa sobre qué es buen cine o cine aburrido. Ahí también se deben implementar políticas activas de resguardo y fomento de nuestra identidad cinematográfica frente a modelos que llegan de otras culturas ‘formateándonos’ en desmedro de nuestras diversidades culturales”.