Bullying político
Sérgio Moro. Recuerdo cómo el fiscal italiano le dijo al juez brasileño que se cuide porque iba a terminar siendo juzgado por quienes él juzgó. Di Pietro pasó de héroe nacional en Italia a años después ser perseguido políticamente e indirectamente responsabilizado por haber destruido a los partidos y creado el vacío que permitió a un personaje como Berlusconi llegar a la política. En 2017 nadie sabía quién era Bolsonaro, por entonces un oscuro diputado de un partido insignificante, ni tampoco Lula había recibido una condena
confirmada. Las palabras de Di Pietro terminaron siendo proféticas: años después Moro se dedicó a la política cometiendo el error de aceptar ser ministro de Bolsonaro y hoy enfrenta la posibilidad de ser él mismo juzgado. El mismo recorrido de Di Prieto en Italia: de héroe nacional de Brasil a acusado de parcialidad.
Salvando las distancias, a quien se nombre para ocupar el sillón de Marcela Losardo como nuevo ministro de Justicia le tocará también enfrentar bullying político y si cumple su tarea cabalmente, soportar el enojo de ambas partes de la grieta. Resulta comprensible el agobio moral de Marcela Losardo y su deseo de pasar a una función más placentera como embajadora en la Unesco en París, al igual que el tiempo que le llevó a Alberto Fernández encontrar su reemplazante.
La salida de Losardo y la demora en la llegada de su sucesor fueron síntomas del doble oxímoron y su imposible solución. Por lo menos tres de cinco miembros de la Corte Suprema no están dispuestos a votar que no hubo delito allí donde haya pruebas apelando a declararlas nulas por alguna falla procesal (como sucedió con el caso Skanska denunciado por PERFIL en 2007 con grabaciones de los ejecutivos de la empresa confesando la coima).
El “efecto Losardo” en los pronósticos económicos es en realidad el “efecto doble oxímoron”, el problema de siempre de la Argentina, el empate hegemónico entre dos
fuerzas donde ninguna es lo suficientemente poderosa como para vencer a su oponente pero sí para impedir que la otra desarrolle su plan.
La renuncia de Losardo muestra la imposibilidad de quien ocupe el Ministerio de Justicia de cumplir al mismo tiempo con lo que le solicitan distintos integrantes de la coalición de gobierno y la opinión pública.
En Brasil junto con el fallo que favoreció a Lula se conoció que el banco de inversión BTG Pactual, el mismo que operó la venta de Editorial Abril, propietaria de la revista de gran relevancia en la difusión del Lavajato, ahora estaría operando la venta de Globo, el mayor conglomerado de televisión, radios y también medios gráficos de Brasil, que junto con fue vanguardia en las acusaciones a Lula.
Si Lula volviera a ser presidente el 1° de enero de 2023 podría no encontrarse con sus viejos adversarios Roberto Civita, de
y los Marinho, de Globo. Cuando Lula fue detenido en 2018, en su discurso previo al ingreso a la prisión dijo: “Globo y van a tener orgasmos múltiples con mi foto preso”. El banco de la venta de
y Globo, BTG Pactual, fue fundado en 1983 por Paulo Guedes, el ministro de Economía de Bolsonaro, y su filial Argentina encargó la encuesta que el día previo a las PASO de 2019 pronosticó el triunfo de Macri por dos puntos (perdió por 15) e hizo subir artificialmente los bonos.
El 26 se iban a reunir Bolsonaro con Alberto Fernández en Argentina, ahora será virtual. Si Plutarco fuera un escritor actual, en lugar de
escribiría las de Brasil y Argentina.