La importancia de la formación profesional
El pasado viernes 22 de septiembre finalizó en nuestra ciudad el Congreso Argentino de Educación Médica, cuyo lema fue ‘La formación en ciencias de la salud centrada en la persona en la era hipertecnológica’. Durante el evento fue abordado el tema de la humanización de los cuidados en la era del poshumanismo y las nuevas tecnologías. Los avances en la asistencia en salud merecen un exhaustivo análisis bioético. Esto abre el debate hacia múltiples aspectos tanto en el buen vivir como en el buen morir de una persona, los que deben ser una responsabilidad moral de todo profesional médico. El progreso de la ciencia y la tecnología a lo largo de los años ha posicionado al ser humano bajo diferentes miradas, diversos modelos, diversos paradigmas. El plan de estudio de la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba aborda la problemática de la muerte digna desde los comienzos de la formación de sus estudiantes. En Antropología Médica se presenta a la muerte digna desde múltiples dimensiones: filosófica, social, familiar. Este tema es trabajado a lo largo de la carrera, hasta llegar a la Práctica Final Supervisada, donde en el Módulo de Bioética, los estudiantes retoman lo aprendido, pero ya en esta instancia bajo la óptica multidimensional de las intervenciones médicas sobre el paciente terminal: la medicalización de la muerte, la limitación del esfuerzo terapéutico y comunicación médico/familia/paciente, confiriendo al tema una perspectiva abarcativa inherente a la misma condición humana.
En esta etapa formativa los aspectos reflexivos son trabajados con una mirada holística que considera a la dignidad humana como el fundamento del quehacer profesional. Los estudiantes son estimulados a debatir sobre muerte digna donde se refuerzan los aspectos legales actuales. El hecho de que nuestros estudiantes afronten el tema en cuestión de una manera transversal en el currículum, garantiza que esta temática pueda ser analizada desde diversas aristas. También es importante resaltar que este tema no está del todo zanjado, que debe seguir siendo explorado, analizado críticamente y debe formar parte de todo plan de estudio de Medicina. Estar atentos a toda nueva legislación que sobre esta problemática surja es tan importante como los debates filósofos, éticos, morales y religiosos que pudieran instalarse.
Una discusión madura, en la que el centro sea la capacidad de decisión que toda persona, por la sola naturaleza de serlo, debe ser potenciada en todo proceso formativo no solo en el grado sino también en la formación continua de los egresados. Un aspecto que debe reforzarse es pensar a la persona humana como un ser con un proyecto de vida, en donde el devenir propio de la misma puede conducirla a un estado de dolor total, un dolor no solo físico, sino también moral y espiritual. Finalmente, deseo dejar, como una reflexión, el mensaje de uno de los mitos fundantes de este problema: el mito de Quirón. El prefirió que los dioses le quitaran el don de la vida eterna con tal de no padecer más del insoportable dolor que una herida de guerra le provocaba.