Un arca de Noé peronista, la imagen de Kirchner y la militancia coparon el acto
A la escenografía que rodeó la charla de Cristina Kirchner en la UMET no le faltó nada: tuvo color de sobra, con militancia que copó la calle Sarmiento con banderas y bombos, con varias organizaciones además de La Cámpora, que colocaron músculo al servicio de la jornada. Y dirigentes leales que estuvieron en el auditorio de una universidad plagada de vallas y detectores de metales por doquier.
Desde las primeras horas de la tarde, la calle Sarmiento entre Junín y Riobamba se vistió con los colores de las banderas de La Cámpora, de distintos puntos del país; Nuevo Encuentro, la fuerza que lidera Martín Sabatella; Kolina, que posee como referente a Alicia Kirchner, y el Frente Patria Grande, cuya cara es Juan Grabois.
Un arca de Noé en versión peronista montada en el techo de un colectivo pintado de celeste y blanco, con las caras de la titular del Senado, Néstor Kichner, Juan Domingo Perón y Eva Perón, también estuvo en la escena, cosechando fotos de los militantes que esperaban ansiosos la palabra de la exmandataria desde una pantalla gigante, que se instaló a metros de la UMET, casi en la esquina de Riobamba. La venta de remeras, cuadernos y agendas con la cara de CFK tampoco dijo ausente.
Del lado de Junín, se montó un vallado custodiado por personal con pecheras de La Cámpora que interrumpió el tránsito, pero con espacio para un pasillo largo, hasta la puerta de la facultad, dedicado a aquellos acreditados a la
actividad de Kirchner.
Por ese lugar pasaron periodistas, funcionarios y legisladores leales a la dirigente política.
Estuvieron el ministro del Interior, Eduardo De Pedro; el Martín Soria, ministro de Justicia; su segundo, Juan Martín Mena; Gabriel Katopodis, encargado de la cartera de Obras Públicas; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y Carlos Zannini, procurador del Tesoro, entre otros dirigentes del oficialismo.
Los legisladores también dieron el presente a la cita: aparecieron puntualmente el senador Mariano Recalde (que da clases de Derecho Laboral en la institución); Itaí Hagman, diputado nacional y referente del sector de Unión por la Patria que encabeza Grabois; Ofelia Fernández, legisladora porteña, y Javier Andrade, candidato a la Cámara baja, entre otros.
Un integrante del oficialismo, ante la pregunta de PERFIL sobre el evento, dijo que fue clave ya que siempre hay que prestar atención porque una de las principales cualidades de la expresidenta siempre pasa por “marcar la agenda política, va a tirar definiciones para todos lados”.
La seguridad a lo largo de la tarde fue una de las cualidades distintivas: un fuerte operativo con severos controles de acceso.
Con el antecedente del intento de magnicidio a la vicepresidenta en septiembre de 2022, la Policía de la Ciudad se hizo presente.
A su vez, cada asistente tuvo que entregar, para ingresar a la universidad, su DNI, que fue cotejado por una lista, y pasó por un detector de metales que fue manipulado por personal de la alta casa de estudios.
Un proceso que se repitió en la entrada de la escalera
que desembocó en el ingreso al auditorio que pisó Kirchner, con un férreo control de fuerzas de seguridad más seguridad privada.
En relación con el auditorio, que albergó a más de 400 personas, totalmente colmado, contó con una división en dos partes. La parte de arriba, en la que se reunió la mayoría de funcionarios y legisladores del oficialismo para presenciar las palabras de Cristina Kirchner.
Abajo también hubo integrantes de la alianza oficial, los trabajadores de prensa y dos primeras filas en las que se sentaron autoridades de la facultad: coordinadores de curso, profesores, alumnos y tutores, que nunca perdieron atención en la exposición de la titular del Senado y vicepresidenta de la Nación, y aprovecharon la ocasión para aplaudir las intervenciones más sobresalientes.
Al finalizar el acto, CFK salió a saludar a la militancia y les volvió a hablar. Ahora tienen que ir en busca de los votos.
Había banderas de La Cámpora,
las caras de Perón y Evita, y movilización K