Testaferros, autos y viajes: la nueva vida en Perú del capo narco más poderoso de CABA
En junio del año pasado, el peruano Marco Estrada Gonzales fue expulsado del país tras ser condenado a la pena de 24 años de prisión. Tiempo después se mudó a un departamento del distrito
El miércoles 22 de junio del año pasado Marco Antonio Estrada Gonzales (60) fue expulsado de Argentina después de pasar seis años y seis meses encerrado en una cárcel federal. El capo narco más poderoso de la Ciudad de Buenos Aires cumplía en Buenos Aires una condena a 24 años de prisión, pero apenas pisó suelo peruano recuperó su libertad y reinició su vida, aunque según la Justicia de su país de origen, nunca habría abandonado el negocio de la droga.
“Marcos” regresó a la ciudad de Lima después de un operativo de seguridad sin precedentes: un helicóptero de la Policía Federal Argentina (PFA) aterrizó en el Complejo Penitenciario de Marcos Paz, donde cumplía la condena, y lo trasladó esposado y fuertemente custodiado hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza.
Un año y cuatro meses después de su expulsión, el capo narco de la Villa 1.11.14 volvió a ser detenido, pero esta vez en la capital peruana, y en el marco de una causa por “lavado de dinero” que inició el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, a cargo del juez Richard Concepción Carhuancho.
Estrada Gonzales, cuya organización en Argentina llegó a facturar 14 millones de pesos mensuales entre los años 2009 y 2017, no tenía una actividad legal registrada en Perú, pero había adquirido “una serie de bienes en Lima y otras provincias” con dinero de dudosa procedencia. Según fuentes policiales, el dueño de la droga del Bajo Flores alquilaba un piso en el distrito de Santiago de Surco, a una cuadra de la Municipalidad y el parque Loma de Santiago de Surco, en la ciudad de Lima, donde el martes pasado fue detenido en una causa por lavado de activos. Sospechan que recibía dinero del negocio narco en la Villa 1.11.14, el territorio
Amarilla. El departamento que ocupaba tiene 130 metros cuadrados, tres dormitorios, tres baños y una terraza.
Desde que fue liberado, el zar de la droga habría adquirido varias propiedades utilizando distintos testaferros, entre los
que figuran sus sobrinos Jonathan y Johana Estrada Reyes, hijos de Fernando “Pity” Estrada Gonzales (56), detenido en Argentina en el mes de abril pasado. También otros cuatro hombres que fueron detenidos durante el mismo operativo, que supuestamente controla hace varios años. Su esposa está presa en Argentina y uno de sus hermanos se entregó hace cinco meses, luego de permanecer trece años prófugo.
según publica el diario La República de Perú.
La fiscal de lavado de activos, Luz Taquire, sospecha que detrás de la figura de “Marcos” hay una red de familiares que recibía dinero proveniente del narcotráfico desde Argentina.
De acuerdo con la investigación, los sobrinos del capo narco habrían registrado cerca de cuarenta transferencias de dinero.
Para Taquire, “Marcos” hizo una serie de viajes a Paraguay, Chile y Bolivia, e incluso no descarta que haya regresado a la Argentina, pese a que tiene una prohibición de ingreso de por vida. En la resolución del juez figuran las declaraciones de varios de los implicados, quienes aparentemente habrían simulado ser los propietarios de los inmuebles y vehículos, y reconocieron que los fondos provenían de “Marcos”.
Al jefe narco de la 1.11.14 siempre le gustó osten