LUJOS Y EXCESOS
tar, aunque en su regreso a Perú eligió un perfil un poco más bajo. No se movía en un coche de lujo, pero en la batería de allanamientos ordenados por la Justicia peruana secuestraron varios vehículos de lujo, entre los que se destacan un Nissan 370 Z, una camioneta Hummer H2, una Mitsubishi L2 y una moto Harley Davidson.
Cuando lo detuvieron en Argentina, “Marcos” llevaba una vida de lujo en el barrio La Celia de Ezeiza, donde también vivía el exintendente y ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.
Su mansión tenía una pileta de natación, una sala de reuniones para siete personas y hasta una máquina de videojuegos. En el garaje guardaba cinco autos y motos de alta gama.
En el año 2007, Estrada Gonzales escapó de Argentina y se instaló con su familia en una mansión del barrio Cañadita, en Ñemby, en las afueras de la ciudad de Asunción. Sus excesos y gastos descontrolados llamaron la atención en la zona y terminó preso. Lo detuvieron a la salida de un hotel alojamiento al había ingresado con dos chicas.
En Argentina, Estrada Gonzales vivió más de 25 años –ingresó de manera ilegal en 1997– y formó su propia familia. Con su esposa Silvana Salazar tuvo tres hijos. Algunos de sus hermanos –tiene doce– siguen en Buenos Aires. Como “Pity” Estrada Gonzales, uno de sus principales laderos en el negocio, que fue arrestado hace apenas cinco meses.
“Pity” había estado en Lima semanas antes de la detención de “Marcos”. Tenía pedido de captura internacional. Los investigadores sospechan que estuvo con su hermano, y que ambos seguían manejando a distancia el negocio en el Bajo Flores.
En su regreso a la capital peruana, “Marcos” se reencontró con viejos familiares, pero su mujer, condenada en Argentina a 18 años de prisión, no pudo viajar con él porque la Justicia le negó la excarcelación al entender que debe cumplir la totalidad de la condena en nuestro país.