INNOVACIÓN EN EL MERCADO INMOBILIARIO: LA VISIÓN DE UNOTRES EN LA ARQUITECTURA MODERNA

EL ESTUDIO DE ARQUITECTURA FUNDADO POR LETICIA PANE Y SEBASTIÁN BLANCO, SE DESTACA POR SU COMPROMISO CON LA VIVIENDA RESPONSABLE Y FLEXIBLE. HAN EVOLUCIONADO DE ENCARGOS PERSONALIZADOS A MODELOS DE NEGOCIOS INNOVADORES EN EL MERCADO INMOBILIARIO.

La empresa se crea por la unión de la Arq. Leticia Pane y el Arq. Sebastián Blanco. Ambos arquitectos de la misma generación, pero de formación distinta. Pane desde los inicios de su carrera, siempre se inclinó hacia el mundo inmobiliario y de negocios, formando parte de varios equipos de desarrollos de edificios de vivienda principalmente; mientras que Blanco, es actualmente docente adjunto en la Facultad de Arquitectura Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción, anteriormente formaba parte como co-fundador del estudio Grupo Culata Jovái y fue colaborador en proyectos de diseño de espacios públicos, donde ha sido galardonado con premio internacional por Reforma y Rehabilitación Arquitectónica en la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito

Está unión se basa en un profundo respeto por las capacidades y maneras de ver el mundo de cada uno, lo que crea la posibilidad y la concepción de una tercera persona, que no es la suma de ambas sino las dos separadas y en sí mismas. Que da el nombre al estudio.

UNOTRES nace como estudio de arquitectura y construcción en 2018, trabajando en obras habitacionales y comerciales para clientes finales, y que empieza a desarrollar proyectos para insertarse en el mercado inmobiliario a mediados de 2020. Desde entonces ha construido alrededor de 10.000 m2 en viviendas unifamiliares y multifamiliares con fondos privados.

“Creo que el derecho a la vivienda es una parte fundamental de la realización personal del ser humano y hacerlo desde un lugar responsable y consciente es un aporte a nuestra sociedad”, expresaPane. Aun así, los profesionales indican que el problema de la vivienda es complejo en la medida que se busca una manera más digna de vivir y convivir.

El debate entre la vivienda propia y la vivienda temporal de alquiler se hace interesante cuando analizamos la vida y las actividades de las personas en sus distintas etapas. Es muy distinta la situación de una persona que empieza una carrera universitaria o que debe trabajar tempranamente para solventar su vida; a la de un profesional consolidado en formación de una familia. Actualmente las personas se cuestionan la necesidad real de una “vivienda propia” con concepto de establecer un espacio en el que desarrollará el resto de su vida.

Es ahí cuando la figura del inversionista entra a formar parte importante de la ecuación en el desarrollo de la vivienda y el hábitat. Al juntar el compromiso de hacer bien las cosas y las oportunidades que ofrece el mercado, se crea una sinergia que da beneficios a todos los agentes que intervienen en el desarrollo la propuesta inmobiliaria. Toda la práctica del estudio fue pasando de un estado pasivo de recepción de encargos privados personalizados, a un estado activo de proponer modelos de negocios, basados en un estudio minucioso de tipología de viviendas que puedan ir evolucionando conforme a la constante reflexión, y la relación justa entre oferta y demanda que se encuentra en el mercado. Apuntando siempre la importancia de generar espacios simples y flexibles a la manera de vivir de las personas de un segmento entre 25 y

40 años.

“En todo este tiempo, fuimos entendiendo que emprender es mantenerse en un estado emocional de permanente apasionamiento por lo que uno hace”.