Massa se la juega: esquiva Córdoba antes del 22 y pone las fichas para la ‘batalla final’
R.P. La jornada del jueves fue caótica para Sergio Massa. El dólar blue por arriba de los mil pesos y la inflación de septiembre en el 12,7% obligó al ministro-candidato a recalcular. Así, la gira federal que iba a comenzar en las provincias de Mendoza y San Juan, y que lo iba a llevar también a Entre Ríos, Río Negro y Santa Cruz, fue postergada para esta semana. Córdoba nunca figuró en el itinerario.
¿Cuál es la estrategia en Unión por la Patria en este distrito? Apostar todo a la ‘batalla final’, es decir el 19 de noviembre en un balotaje con Javier Milei. Claro, primero hay que pasar la elección del próximo domingo. Se verá si las encuestas que muestran un escenario de paridad con el libertario no son meras operaciones y el ministro se “mete en la final”: ahí, Córdoba será clave, aunque reconocen que no la tienen fácil.
“Nos estamos comiendo una piña detrás de la otra, pero no pasa nada. En esta campaña no fuimos nosotros los que salimos a pegar”. El dirigente massista asegura que no están sorprendidos con los dardos que el gobernador Juan Schiaretti le sigue tirando al candidato de Unión por la Patria. No habrá respuestas de igual magnitud.
Sí reconoce que sólo una vez Massa “perdió los estribos” con Schiaretti. Fue cuando éste le reclamó en el debate del domingo pasado por la deuda que Nación mantiene por la Caja de Jubilaciones. “Tal vez el gobernador no lo sepa porque está terminando su mandato, pero ya hablé con Martín Llaryora para que se trate en el Congreso una actualización de los montos”, fue la estocada de Massa, que no tenía pensado realizarla, pero a la que tuvo que recurrir ante la avanzada del gobernador.
En parte para no confrontar con el gobernador y también porque sabe que Córdoba es territorio hostil, el objetivo en Unión por la Patria es poner toda la carne en el asador para el 19 de noviembre, cuando Massa enfrente a Milei en el
Con la economía hundida, concentra fuerzas en Buenos Aires para forzar un balotaje con Milei. En ese contexto, considera que esta provincia será clave para sus aspiraciones. En el entorno del tigrense aseguran que en una segunda vuelta el cordobesismo no puede ser prescindente y “avalar” un virtual triunfo de los libertarios. Buscan tender puentes con Llaryora y consideran que Schiaretti “sobreactúa” sus críticas al ministrocandidato. balotaje, según los cálculos que hacen en el bunker de Unión por la Patria.
Saben en Buenos Aires que el lunes 23 Schiaretti saldrá a decir que “los votos son de los cordobeses” y que ellos sabrán a quién elegir en un eventual balotaje. “No importa quiénes sean los protagonistas del balotaje. La posición del ‘Gringo’ no va a cambiar”, confían en el comando de Hacemos por Nuestro País.
Desde el massismo creen que no será tan así. Consideran que el cordobesismo tendrá, al menos, que fijar una postura más allá de que Schiaretti no pida el voto explícito para ningún candidato. “No es lo mismo que gobierne Sergio a que lo haga Milei”, es la frase que se repite entre los dirigentes que responden a Massa en Córdoba.
Aseguran que la gobernabilidad con Massa está garantizada y añaden que la relación entre el ministro y Martín Llaryora es buena. “Está claro que ahora no se le puede exigir nada a Martín porque tiene que apoyar a Schiaretti. Pero en un eventual gobierno de Massa, la relación con Llaryora será excelente. ¿Con Milei también?”, siembran la duda desde el Frente Renovador de Córdoba.
Con todo, no dejan de sorprenderse por el convencimiento que muestra Llaryora sobre un triunfo de Milei. El triunfo del libertario en Córdoba en las PASO fue un mazazo que terminó de convencer a los más escépticos. “El tipo, sin estructura, y viniendo a Córdoba un par de horas en la campaña le ganó a Schiaretti y a todo el aparato del peronismo. Y en algunas provincias del norte sacó el 50% de los votos”, no se cansan de repetir desde el Palacio 6 de Julio.
Y si bien reconocen que el gobernador electo supo moldear una buena relación con Massa a lo largo del tiempo, tampoco desconocen que un (milagroso) triunfo del candidato de UxP complicaría las chances del gobernador electo de posicionarse fuerte en el escenario nacional a partir del 2024.