Se dieron a conocer las 45 obras seleccionadas del Premio de Pintura
Más de 600 obras se presentaron en la decimosexta edición del galardón más importante de la Provincia en la categoría Pintura. Con un carácter fuertemente
Hace 15 años se entregaba por primera vez en Córdoba el Premio Pintura Bancor, un galardón que fue sumando las piezas que hoy conforman un patrimonio artístico y que asciende a 53 obras realizadas por artistas de distintos puntos geográficos de nuestro país.
De este premio han participado más de 9.000 artistas y unos 650 han mostrado sus obras en las salas del Museo Tamburini.
Dotado de cinco millones de pesos en distinciones –en la categoría Pintura hay tres premios Adquisición, tres menciones para Arte Joven y un galardón en la categoría Muralismo– el premio recibió el año pasado alrededor de 1.500 postulaciones en sus dos categorías.
Un premio federal. Con el correr de los años, el certamen ha logrado colarse en la agenda de los salones más importantes del país, atrayendo la mirada de artistas de todos los puntos de la geografía argentina.
Si bien este año la convocatoria concentró 662 obras, la explicación se asienta en la saturación de propuestas que hubo a nivel nacional, según explica Manuel Coll, coordinador federal, el certamen recibe, año a año, piezas de artistas de distintas provincias de todo el territorio argentino. Esta semana, el jurado anunció las 45 obras que por segundo año consecutivo de este premio.
“Éste ha sido un año muy movido, hubo muchas convocatorias para artistas y creemos que eso provocó que hubiera menos cantidad de obras; además de lo complicado que es siempre un año electoral”, advierte.
Coll fue el encargado, junto a las autoridades del Banco de Córdoba, de seleccionar a los jurados de esta nueva edición, integrado por distintas figuras del campo del arte, como Bárbara Golubicki y Elisa Strada (de Buenos Aires), Horacio Occhi (Neuquén) y Luz Novillo Corvalán y Dante Montich (de Córdoba).
“Buscábamos que el jurado estuviese conformado por una amplitud de miradas y que además fuese bien federal. En ese sentido, es la primera vez que incorporamos un jurado del sur, como es Horacio Occhi. También queríamos que hubiera historiadores, pintores, curadores. Creemos que una mirada más amplia sobre la pintura puede enriquecer y empezar a tejer nuevos relatos dentro de la colección”, detalla.
En cuanto a las propuestas recibidas, destacan los distintos lenguajes y la diversidad. “Recibimos obras de artistas de casi todas las provincias; los que más participan son los artistas emergentes y de mediana carrera, esto es, que ya tienen premios y están dando vueltas formarán parte de la muestra, prevista para diciembre en el Museo Tamburini. En tanto, el próximo 17 de noviembre se darán a conocer los ganadores del Premio.
en el circuito. Y en cuanto a las obras en sí, hay mucha diversidad en materia de técnica: pintura sobre papel, pintura expandida, pinturas realistas con temas actuales que generan extrañeza. Es un mapeo interesante que plantea el salón año a año, en cuanto a la producción de la región”.
En diciembre próximo, en el marco de la búsqueda por promover el desarrollo cultural y el reconocimiento del arte, las 45 obras preseleccionadas se exhibirán en el Museo Tamburini.
Por su parte, la obra ganadora en la categoría de Muralismo se ejecutará en un mural de nuestra ciudad, que será elegido por la organización.
La exposición.
El Museo Tamburini. Emplazado en la antigua casa matriz de Bancor, el museo debe su nombre al arquitecto italiano Francisco Tamburini y es uno de los primeros edificios en Latinoamérica que fue construido específicamente para una entidad financiera.
Declarado Monumento Histórico Provincial en 1993 (y Nacional en 2000), el edificio data de 1889 y es una de las obras más importantes del patrimonio arquitectónico provincial. En su interior, alberga documentos y libros históricos, objetos bancarios, numismática, medallística y colecciones de arte. Entre sus características, destaca la decoración del interior edilicio, donde se aprecia la inspiración del arquitecto en el Palacio de Versalles, a partir de un vitreaux en el techo del hall central, donde estaban ubicadas las antiguas cajas de atención al público, y las molduras y yesería, cubiertas de simbolismos. Además de este emblemático edificio, siguiendo las tendencias de la arquitectura europea de entonces, el arquitecto fue el encargado de trabajar en obras como las del Teatro Colón, la terminación de la Casa Rosada, el Teatro Libertador de Córdoba y el Hospital Clínicas.