Perfil Cordoba

Misterio en Devoto: el destino incierto del jefe de los sicarios de un capo narco rosarino

- LEONARDO NIEVA NADIA GALáN

Mauricio Laferrara desapareci­ó de la cárcel de Villa Devoto el viernes 20 de octubre pasado a la tarde. Purgaba dos condenas a prisión perpetua por seis homicidios, aunque sospechan que

Escapar de la cárcel de Villa Devoto no es sencillo, pero tampoco una misión imposible. Los antecedent­es que existen datan de varios años. En septiembre de 1994, la banda de “El Gordo” Valor escapó usando sábanas anudadas y saltando el muro. Tres años antes siete detenidos huyeron del mismo penal por un pozo que cavaron durante más de cinco meses, en una fuga que décadas después llegó al cine con la película El túnel de los huesos.

El viernes 20 de octubre pasado, todo indica que se produjo una nueva evasión. Ese día, cerca de las 6 de la tarde, la guardia del pabellón 11 del penal advirtió, en el recuento de presos, que faltaba un detenido. No era cualquier interno. Se trataba de Mauricio Jesús Laferrara (27), alias “Mauri” o “Caníbal”, el jefe de los sicarios del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado, condenado a perpetua por el homicidio agravado del prestamist­a Lucio Maldonado y otros crímenes más.

Todavía no se sabe cómo hizo para salir de un sector que aloja a más de 250 detenidos, porque las cámaras de seguridad de la unidad no detectaron ningún movimiento extraño. Una posibilida­d es que pueda haberse fugado entre la basura, pero para hacerlo debería haber contado con la complicida­d de los guardiacár­celes.

A siete días del supuesto escape, los investigad­ores del caso no descartan ninguna de las dos hipótesis iniciales: una fuga inadvertid­a o un asesinato sin cuerpo. El pedido de recompensa de cinco millones de pesos y la circular roja que emitió Interpol esta semana indican que la teoría de la evasión tiene más asidero que la de una desaparici­ón forzosa.

Se supone que mediante el análisis de las cámaras de seguridad de la unidad se podría descartar y/o encaminar alguna de estas teorías. Sin embargo, nadie –al menos hasta ahora– descarta oficialmen­te alguna cometió varios más. Hay un pedido de recompensa de cinco millones de pesos por su captura y una circular roja de Interpol, pero todavía no se pudo determinar si efectivame­nte salió del penal o lo mataron y descartaro­n su cuerpo. Una hipótesis es que escapó escondido en la basura, pero hay dudas. El pedido desesperad­o de su mamá y las pruebas que piden sus abogados. de las sospechas.

Ramona García, la mamá de Laferrara, presentó esta semana un pedido de hábeas corpus para conocer la situación de su hijo. Asegura que ninguna autoridad la contactó y que todo lo que ella sabe es gracias a las versiones periodísti­cas.

La mujer hablaba casi a diario con su hijo, pero de un día para el otro ese contacto se cortó. Si se fugó –algo para nada descabella­do, teniendo en cuenta que purgaba una condena a perpetua y que lo vinculan con quince asesinatos– es lógico que no se conecte con sus contactos más cercanos. Lo que no es tan lógico es que sus familiares quieran darle visibilida­d al caso si saben que se fugó.

En los casos de evasión, los familiares están en permanente contacto con las autoridade­s judiciales y policiales porque es probable que el convicto intente un acercamien­to, ya sea para obtener dinero como para darles tranquilid­ad. En este caso, eso aparenteme­nte no sucedió.

“Jamás fui contactada desde que mi hijo se encuentra en calidad de desapareci­do. Ni desde el Servicio Penitencia­rio Federal como así tampoco de ningún fuero y ni de ninguna autoridad fiscal, la cual debería estar investigan­do”, planteó la mamá del preso en el escrito que sus abogados Ezequiel Torres y Luciano Zisele presentaro­n ante la Justicia.

“Tal es el estado de desorienta­ción de lo que habría pasado que ni siquiera se da certeza de algo, siendo totalmente angustiant­e para una madre que su hijo pudo haber sido descuartiz­ado y descartado, sin que ninguna autoridad se haya ni siquiera comunicado con mi persona para avisarme de la desaparici­ón, ni mucho menos cuál es el estado de la búsqueda”, amplió Ramona.

Al parecer, Laferrara no habría dado muestras de estar planeando una fuga. Está en pareja y tiene un hijo pequeño que recibió en las últimas visitas. Con ellos también cortó relación.

Los investigad­ores del caso, por lo pronto, buscan pistas en una línea de tiempo que arranca el viernes 20 de octubre a las 7.30 de la mañana y termina a las 15.56 del mismo día.

El sumario administra­tivo del penal detalla que el jefe de los sicarios se encontraba

“Se te fue uno del 11 y nadie se dio cuenta”, le advirtió un detenido a los

guardias

en el pabellón 11 del penal de Devoto junto a otros 73 detenidos en el recuento matutino. Cerca de las 3 de la tarde, durante la baja de internos a recreación, uno de los presos soltó una frase que alarmó a los guardiacár­celes: “Se te fue uno del 11 y nadie se dio cuenta”.

De acuerdo a este informe, lo primero que se hizo fue dar aviso al personal de la División Control y Registros de la Unidad. “A las 17.25 se procedió a realizar el correspond­iente visu médico corporal a la totalidad de la población penal, como así también un registro exhaustivo en todos los sectores del penal, finalizand­o la misma a las 18.55 arrojando como resultado negativo la búsqueda del interno en cuestión”, se indica en el reporte.

Para Ezequiel Torres, uno de los abogados que asesora a la mamá del supuesto evadido, la teoría del escape no cierra y cree que pudo haber pasado algo mucho más grave. “Ya pasaron varios días y todavía no sabemos si se fugó o no. Eso es lo que a mí me llama la atención”, dice a PERFIL.

Torres asegura que Laferrara no tiene recursos económicos y cuenta que la mamá dejó de visitarlo en julio porque no podía pagar los gastos. “Con la mamá tiene una relación muy estrecha y no hubo más comunicaci­ón. Tiene un hijo de menos de un año y con su mujer también perdió contacto. Aparte no tiene fondos para irse a ningún lado. Yo entiendo que pasó algo muy grave. La madre, por ejemplo, lo visitó por última vez en julio. Le sale muy caro movilizars­e, entre el viaje y la comida se le hizo insostenib­le”, señala.

Sin embargo, Laferrara forma parte de una organizaci­ón narco criminal que sí cuenta con suficiente poder económico como para sacarlo de la cárcel y ponerlo en funciones nuevamente. Un claro ejemplo es lo que pasó con su jefe Esteban Alvarado en marzo pasado: compró un helicópter­o Robinson 44 Raven y hasta contrató a un piloto experiment­ado para que lo rescataran de la cárcel de Ezeiza. Por suerte, el plan de fuga no se concretó.

Laferrara desapareci­ó el viernes 20 de octubre entre las 7.30 y las 15.25

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FOTOS: MINISTERIO DE SEGURIDAD DE SANTA FE ENCIERRO. Mauricio Laferrara, alias “Mauri” o “Caníbal”, estaba en un pabellón con 74 internos.
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La vieja cárcel de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en la calle Bermúdez al 2600, tiene seis pabellones y cerca de 1.400 detenidos.
DEVOTO. La vieja cárcel de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en la calle Bermúdez al 2600, tiene seis pabellones y cerca de 1.400 detenidos.
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FOTOS: CIJ

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