Macri y Riquelme esperan el resultado de la final para definir sus candidaturas
Las declaraciones del expresidente agitaron una campaña electoral que se había diluido entre los comicios presidenciales y la llegada del equipo de Almirón a la final de la Copa Libertadores.
AGUSTíN COLOMBO En medio de la confusión general que generó el apoyo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich a Javier Milei para el balotaje del 19 de noviembre, el expresidente y jefe de los halcones de Juntos por el Cambio también metió a Boca en la agenda electoral. Pasó casi inadvertido entre la catarata de rupturas, críticas y adhesiones a ese acuerdo, pero se trata de un tema que Macri siempre tiene entre sus primeras consideraciones. “Estoy evaluando si voy a estar para las elecciones como compañero de fórmula de Andrés Ibarra. Estoy trabajando activamente en eso”, admitió en Radio Mitre este viernes.
En el círculo xeneize, que coincide en buena medida con el círculo rojo nacional, esa frase reactivó una campaña que venía ralentizada por los vaivenes de las elecciones presidenciales y también por la llegada de Boca a la final de la Copa Libertadores, un tablero deportivo que amortiguó la crispación lógica de cualquier disputa electoral.
Hace rato que Macri decidió tener una presencia preponderante en el armado que llevará a su exministro de Modernización Andrés Ibarra como candidato a presidente. Sabe que la misión no es fácil: enfrente está Juan Román Riquelme, ídolo y vicepresidente, quien corre con ventaja para conseguir una reelección, y que también evalúa diferentes opciones para los comicios de diciembre.
Estrategias. En la mesa operativa del macrismo bostero, además de Ibarra y Macri, tiene una participación relevante Javier Medín, exintegrante del Comité Normalizador de la AFA que designó la FIFA luego del escandaloso 38-38 y quien conoce a Macri y a Ibarra desde los tiempos del Grupo Socma. Medín actúa como el jefe de campaña de un grupo que incluye al vicepresidente primero del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, Francisco Quintana; al empresario y conocedor del mapa de peñas en las provincias Royco Ferrari; al bancario Rómulo Zemborain; al economista Daniel Artana; a la empresaria papelera Natalia Pompilio, hija del expresidente
La mesa operativa de la oposición xeneize y los vínculos con el espacio libertario que encabeza Javier Milei. Riquelme, mientras tanto, espera: sabe que corre con ventaja y que un festejo en fallecido Horacio Paolini, y a Edgardo Alifraco.
El dato de Artana no es menor en este contexto electoral. Es uno de los economistas que Milei avaló –junto a Rodolfo Santángelo– para que se sumaran a un eventual gobierno en caso de que triunfe en la segunda vuelta electoral, como parte de las negociaciones que mantuvo en los últimos días. Pero Artana no es el único vértice en que la campaña de Boca, Macri y Milei se unen. El otro es Alifraco, uno de los referentes de la agrupación Superboca, parte del MID en la Ciudad de Buenos Aires y recientemente elegido como legislador porteño por La Libertad Avanza. “En la noche de la reunión, Milei me dijo: ‘Necesito que me recuperes la alegría de ser hincha de Boca que había perdido desde que Riquelme es presidente’”, declaró Macri. Fue más un eslogan electoral que una conversación real.
Así como el macrismo bostero diseña una estrategia con Macri en la mesa de campaña, el oficialismo también tiene bosquejado un esquema electoral con algunas variantes. De acuerdo a lo que ya comunicó el grupo que acompaña a Riquelme, el ídolo y actual vice tiene dos boletas distintas para diciembre. El resultado que Boca obtenga en el Maracaná contra Fluminense determinará quien encabece la lista. En la mente de Román el Maracaná le podría resolver la elección. Por eso también evalúa más de una opción para las elecciones de diciembre, todavía sin la fecha confirmada de manera oficial. hay un plan a mediano plazo para encontrar una alternancia que garantice más de dos mandatos, como estipula el estatuto del club.
Perder la final de la Libertadores no solo será un revés deportivo: también será un revés político. Ganarla y que sus hinchas ofrezcan en el Obelisco y en todo el país postales de festejo y felicidad le proporcionará al oficialismo ciertas garantías políticas y electorales. “Si ganamos, game over”, sueltan en el predio de Ezeiza, el lugar en el mundo que encontró Román para conducir el club. “La llegada de Boca a la final para nosotros no cambió nada, para ellos sí. Lo que se discute acá es un modelo de gestión que va mucho más allá de un eventual éxito deportivo”, dicen en la oposición.
Las elecciones todavía no tienen fecha. El estatuto determina que deben realizarse en la primera quincena de diciembre. La comisión directiva actual quiere que sean el sábado 2, algo que es rechazado por la oposición y por parte de la comunidad judía, con alrededor de diez mil personas entre la masa societaria xeneize. En los próximos días, la fecha quedará fijada. Como sucede con las candidaturas, será después de la final de la Libertadores. Un partido que marca algo mucho más complejo y profundo que un resultado deportivo.