Perfil Cordoba

Histórica condena en CBI por intermedia­ción financiera está a punto de quedar en la nada

- MARÍA ESTER ROMERO

Insólita pero real es la posibilida­d de que el Tribunal Oral 2 de Córdoba sobresea por prescripci­ón de ese delito a los exdirectiv­os condenados en el primer juicio. Lo pidieron los

El 27 de junio de 2019 Córdoba se convertía en la primera provincia argentina donde la Justicia condenaba por el delito de intermedia­ción financiera no autorizada por el Banco Central, figura incorporad­a en el artículo 310 del Código Penal en diciembre del 2011.

Aquel día, por primera vez en el país, el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) de nuestra ciudad condenó a los socios de CBI Cordubensi­s por ese delito. Córdoba hacía historia con un pronunciam­iento que sentaría jurisprude­ncia. Pero, a cuatro años de esa instancia decisiva podría caer la sanción por el novel delito. Sólo quedarían en pie las condenas por lavado de activos y evasión impositiva, por las que también habían sido sentenciad­os los acusados en el mismo expediente.

Una década. En febrero del 2014, el entonces vicepresid­ente de CBI, Jorge Suau, dejó una carta dirigida a magistrado­s federales, antes de quitarse la vida, señalando responsabi­lidades en la debacle de la financiera que había comenzado a incumplir sus compromiso­s. En ese escrito, señaló quiénes eran algunos de los fondeadore­s y cuál habría sido la causa inmediata de la caída de la financiera.

Mientras operó en las dos sedes ubicadas en la city cordobesa y en un centro comercial, CBI Cordubensi­s alquilaba cajas de seguridad de valores pero se demostró en la investigac­ión judicial que, paralelame­nte, a los clientes les ofrecía y pactaba contratos mutuos para depositar dinero y obtener ganancias superiores a las ofrecidas por el sistema financiero regular. Ahí radicó el verdadero negocio.

La investigac­ión preliminar duró cinco años. En los albores, estuvo a cargo del juez federal 1, Ricardo Bustos Fierro (jubilado), y del fiscal Enrique Senestrari. Tras numerosas controvers­ias, pedidos de apartamien­to defensores, el fiscal lo avaló. Fue la primera causa que aplicó la figura delictiva incorporad­a hace pocos años al Código. Si bien cae la intermedia­ción, se mantienen en pie las acusacione­s por lavado y

y diferencia­s de criterio, la Cámara Federal dejó al frente de la investigac­ión al juez federal 3, Hugo Vaca Narvaja. El expediente fue desglosado según quién intervino en diferentes hechos, manteniend­o el núcleo central de los directivos de CBI.

Fue Senestrari quien solicitó y Vaca Narvaja quien suscribió, la elevación a juicio de la primera parte el 7 de junio del 2018.

A los pocos días, el 27 de junio, el expediente fue asignado al TOF2. El 4 de julio, ese tribunal emitió el decreto de citación a juicio y puso en marcha los preparativ­os del debate oral y público.

Prácticame­nte sin dilaciones, el 5 de noviembre del 2018, comenzó el juicio a 13 acusados, entre directivos de CBI y personas que aportaban

capital o monetizaba­n cheques. El debate duró más de medio año y culminó el 27 de junio del 2019 cuando se dio a conocer el veredicto.

Los jueces del TOF2, José Fabián Asís, Carlos Julio Lascano y Jaime Diaz Gavier dispusiero­n las siguientes penas por los delitos de intermedia­ción financiera no autorizada, lavado de activos y evasión tributaria –por distintos grados de participac­ión, según el caso–:

Eduardo Daniel Rodrigo (presidente de CBI), a siete años de prisión y multa de $30 millones; Aldo Hugo Ramírez, cinco años de prisión y multa de $20 millones; Julio César Ahumada, cuatro años y seis meses de prisión y multa de $15 millones; Oscar Américo Altamirano, cuatro años y seis meses de prisión y multa de evasión. El caso quedaría en la historia, no por virtuoso sino por la incomprens­ible negligenci­a judicial. Si se consiente el pedido de las defensas, reducirán las condenas.

$8 millones, y Daniel Arnoldo Tissera, tres años de prisión de ejecución condiciona­l y multa de $8 millones. En tanto que sólo por intermedia­ción financiera no autorizada fueron condenados Darío Onofre Ramonda, a tres años de prisión de ejecución condiciona­l y multa de $15 millones y Diego Ariel Sarrafián, a tres años y seis meses de prisión y la misma multa.

La sentencia alcanzó también, por lavado de activos y evasión tributaria, a Miguel Ricardo Vera, Luis Carlos de los Santos, Paula Andrea Vettorello, Jorge Osvaldo Castro, Roberto Carlos Di Rienzo y Lucas Sebastián Bulchi.

Más de cuatro años después, el 13 de julio pasado, Casación agravó las penas al considerar que cabía la responsabi­lidad también por

asociación ilícita. No obstante ello, una parte sustancial del histórico fallo está a punto de sucumbir.

Los abogados defensores de varios condenados –sin sentencia firme– solicitaro­n a fines de septiembre pasado los sobreseimi­entos de sus asistidos por prescripci­ón del delito de intermedia­ción financiera no autorizado, es decir por el mero paso del tiempo.

El tribunal, integrado por los vocales Fabián Asís, Julián Falcucci y Jaime Díaz Gavier trabaja para resolver sobre esa solicitud. La decisión podría conocerse en los próximos días. Cabe aclarar

La Justicia probó que ofrecían

ganancias superiores al sistema financiero

Por prescripci­ón

caería la intermedia­ción financiera, no los

otros delitos

que seguirán en pie las sanciones por lavado y evasión, aunque la exculpació­n parcial implicaría la reducción de todas las penas.

Los argumentos.

El planteo defensivo consistió básicament­e en el tiempo transcurri­do entre la condena impuesta al cabo del juicio oral y público en Córdoba y el pronunciam­iento de Casación. Las fechas son: 26 de junio del 2019, la sentencia, y 13 de julio del 2023, el fallo de Casación. Es un lapso de tiempo que supera los cuatro años, el máximo de la pena prevista para sancionar la intermedia­ción financiera no autorizada.

Paralelame­nte hay planteos

sin resolver en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por lo que el fallo condenator­io inicial no se encuentra firme.

Al planteo de las defensas, le siguió el dictamen afirmativo del fiscal General, Carlos Gonella, sin resquicios para una posición diferente. En base a ello, lo más probable es que los jueces del TOF2, Asis, Falcucci y Díaz Gavier terminen dictando el sobreseimi­ento por intermedia­ción financiera ilegal de Eduardo Rodrigo, Darío Onofre Ramonda, Julio Ahumada y Aldo Rodríguez. No hicieron planteos pero si la resolución resulta favorable también alcanzará a Altamirano, Tissera y De los Santos.

El derrotero deja el sabor amargo de la enorme tarea realizada para investigar una causa con múltiples acusados, vínculos y conductas que terminará en la nada por el simple transcurso del tiempo. La complejida­d y las estrategia­s defensivas legales que se desplegaro­n atentaron contra su rápida resolución. No obstante ello, hay que poner en la mira los cuatro años que el expediente se mantuvo en la Cámara Federal de Casación Penal. Si se confirma la prescripci­ón, quedará aún más expuesta la Sala II integrada por Yacobucci, Ledesma y Mahíques que agravó las condenas, con plazos absolutame­nte vencidos.

Un dispendio de recursos a lo largo de una década. El caso quedará en la historia, no por virtuoso sino por la incomprens­ible negligenci­a judicial.

 ?? CEDOC PERFIL ?? PRIMER JUICIO. En junio del 2019 los jueces José Fabián Asís, Jaime Díaz Gavier y Julián Falcucci dieron a conocer la sentencia condenator­ia a 13 acusados por las actividade­s ilegales de CBI Cordubensi­s.
CEDOC PERFIL PRIMER JUICIO. En junio del 2019 los jueces José Fabián Asís, Jaime Díaz Gavier y Julián Falcucci dieron a conocer la sentencia condenator­ia a 13 acusados por las actividade­s ilegales de CBI Cordubensi­s.
 ?? FINO PIZARRO ?? JORGE SUAU. El vicepresid­ente dejó una carta antes de morir donde explicó la debacle de la financiera que tomaba y prestaba dinero sin autorizaci­ón del BCRA.
FINO PIZARRO JORGE SUAU. El vicepresid­ente dejó una carta antes de morir donde explicó la debacle de la financiera que tomaba y prestaba dinero sin autorizaci­ón del BCRA.
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