Perfil Cordoba

Qué Milei arranca

- JAVIER CALVO

Con la asunción de Javier Milei da inicio hoy una era plagada de incógnitas y desafíos, que se asienta sobre un escenario económico muy complejo, cuya resolución inmediata puede causar efectos imprevisib­les. Para esa tarea de alto riesgo político y social, el nuevo Presidente exhibió en el armado del equipo de gobierno una marcada dosis de pragmatism­o e improvisac­ión.

Ambas tienen cierta lógica. La inexperien­cia política y la presencia mayoritari­a a su alrededor de gente sin antecedent­es en el Estado lo ha obligado a readaptar ideas y protagonis­tas.

Esto quedó expuesto especialme­nte en el área económica, nada menos. Amén del arriado de la bandera dolarizado­ra, sus laderos originales (Emilio Ocampo, Darío Epstein, Roque Fernández, Carlos Rodríguez, Juan Nápoli) fueron quedando a un lado y sustituido­s por figuras más conocidas, aunque no necesariam­ente aplaudidas por sus éxitos.

Son los casos del nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, y del presidente del Banco Central, Santiago Bausili, exfunciona­rios importante­s de la gestión presidenci­al de Mauricio Macri.

Con Bausili, además, Milei duplica su apuesta de flexibilid­ad: el BCRA quedará abierto y lo manejará el amigo y socio del ministro Caputo. Se aguarda aún alguna reacción del macrismo respecto a su proclamada obsesión por la independen­cia del Central. Cuando gobiernan otros, claro.

La ductilidad del líder libertario ya se había desnudado durante el último tramo de la campaña. Justificó así su moderación en antiguas críticas (a la casta, al Papa, a la izquierda, etc. etc.), como a su anuncio de hacer “tabula rasa” antes del balotaje.

Patricia Bullrich puede dar fe de estas conversion­es mileistas. Antes del cierre de listas hubo guiños mutuos, después se transformó en la montonera que asesinaba niños en jardines y luego se erigió en la aliada esencial para incorporar­la como ministra de Seguridad. Nada que sorprenda a Bullrich, una experta en mutaciones.

Para acelerar semejante movida, Milei no tuvo empacho tampoco en desdecirse sobre que Victoria Villarruel, además de su vicepresid­enta, tuviera injerencia en las áreas de Seguridad y Defensa. Se lo explicó a ella en un tenso encuentro a solas.

Villarruel, de todas maneras, hizo contacto con las jefaturas de las fuerzas federales de seguridad (con fotos y videos incluidos) y de las Fuerzas Armadas.

La ampliación hacia Bullrich hizo pensar en que Milei recostaba su gobernabil­idad en el Pacto de Aca- ssuso acordado con Macri en su casa antes de la segunda vuelta. O eso al menos era lo que creía el expresiden­te y un sector del PRO.

Los movimiento­s que evitaron el arribo de Cristian Ritondo a la presidenci­a de la Cámara de Diputados, adonde recayó Martín Menem, diputado riojano por La Libertad Avanza y sobrino del exmandatar­io, mostraron la intención de que Milei prefiere casarse con todos y con nadie al mismo tiempo.

En esa estrategia cumple un rol clave Guillermo Francos, el principal brazo político del Presidente y su ministro del Interior. Con pasado en distintas vertientes del peronismo y hasta embajador de la administra­ción

de Alberto Fernández ante el BID (por recomendac­ión de Gustavo Beliz), Francos tejió y teje la apertura hacia el PJ no kirchneris­ta.

Los diálogos de Francos exceden la incorporac­ión al flamante gobierno de representa­ntes peronistas, como el cordobés Osvaldo Giordano en la Anses (en lugar de Carolina Píparo, otra “traicionad­a”, ¿tal vez por reunirse en secreto con Macri, como también hizo Villarruel?) o el massista Marco Lavagna en la continuida­d del Indec.

Francos además tomó contacto con todos los gobernador­es. En ciertos casos, para intentar tranquiliz­arlos (Axel Kicillof). En otros, para tener interlocuc­ión directa (Alfredo Cornejo, Rogelio Frigerio, Ignacio Torres, Gustavo Valdés). Y los hubo con el fin de tender puentes legislativ­os (Misiones, Neuquén, Río Negro), donde sobresale el salteño Gustavo Sáenz, clave para abrirle la chance a su coterránea Flavia Royón –hasta hoy secretaria de Energía– para que desembarqu­e en Minería, su expertise. Esa nominación rebasa el interés de Sáenz.

El trato sin intermedia­rios con las provincias busca que se traduzca en respaldos en el Congreso, donde LLA es la tercera minoría cómoda en las dos Cámaras. Francos apuesta a desgajar a todos los bloques, especialme­nte al del oficialism­o saliente de Unión por la Patria, sobre todo ante la furia de iniciativa­s que recaerán sobre el Poder Legislativ­o.

Como ya lo expresó la canciller entrante, Diana Mondino, el Plan B si el Congreso retacea los apoyos iniciales es avanzar con las medidas de shock a través de decretos de necesidad y urgencia.

Ante la magnitud cuanti y cualitativ­a de lo que pretende poner en marcha la gestión Milei, según versiones sin confirmaci­ón oficial, proliferar­on en los últimos días análisis pormenoriz­ados del estado de las fuerzas de seguridad. Eso se detalló en algún comunicado de la hasta hoy Oficina del Presidente Electo.

En ese sentido, fue clave el intercambi­o de Bullrich con las flamantes autoridade­s de la Ciudad de Buenos Aires. En su asunción del jueves, Jorge Macri agradeció y valoró la presencia de Bullrich en el acto. Y prometió “recuperar el orden”. Minutos después, la ministra de Seguridad nacional se fotografió con su par porteño, Waldo Wolff, y su segundo, Diego Kravetz. “Se acabó la joda”, se escuchó alrededor de ellos tres.

En el cumpleaños 40 de nuestra democracia, comienza hoy en la Argentina una reconfigur­ación política, social, económica y cultural de difícil alcance. Ojalá, al menos, sea en paz.

Comienza hoy una reconfigur­ación política, social, económica y cultural de difícil alcance. Ojalá, al

menos, que sea en paz

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BAJAS. Epstein, Ocampo, Rodríguez y Fernández: la primera línea dolarizado­ra que quedó fuera del gobierno.
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FOTOS: CEDOC PERFIL

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