El aporte de Charly garcía a la recuperación democrática fue ‘Clics modernos’, aún vigente
Sebastián Furman recorre desde 2020 la Argentina y también Uruguay y España haciendo de tres discos del Charly García solista, un espectáculo
PIERRE FROIDEVAUX Como la democracia argentina, Clics modernos cumplió este 2023 cuarenta años. Y ambos hechos fueron bisagra, un antes y un después. Por supuesto, de dimensiones diferentes. Clics modernos celebró sus cuarenta años de una manera, al menos, inesperada: con la inauguración de una calle en Nueva York que se llama Charly García. Sí, así se bautizó a la esquina donde estaba el graffitti que por decisión espontánea del músico se convirtió en tapa del disco. Además hizo que en lugar de llamarse Nuevos trapos,–nombre que Charly le había dado en principio– fuera Clics modernos.
El disco –segundo álbum suyo como solista–salió el 5 de noviembre de 1983, seis días después de que Raúl Alfonsín que emociona y a la vez es didáctico. Y sobre todo, demuestra la vigencia de quien merece el nombre del padre del rock nacional. La trilogía que Furman
ganara las elecciones. A pesar de sus cuatro décadas, Clics modernos es de esas obras que son transversales, es decir, en algún momento de la vida, una o muchas de sus canciones se cruzan en casi todos los argentinos. Y Nos siguen pegando abajo y sobre todo Los dinosaurios son clásicos que por sus letras, acompañaron ese retorno a la democracia y también hoy ante un escenario de negacionismo extremo. Sebastián Furman es músico y divulgador, y con La canción sin fin, un podcast dedicado a los tres primeros discos solistas de Charly García, y en cada función que protagoniza –desde 2020– asiste a la vigencia y entusiasmo que genera Clics modernos.
—¿Cuál pensás que es la importancia de ‘Clics modernos’ para la música nacional? lleva a escena incluye ‘Clics modernos’, el álbum que revolucionó la música argentina en 1983. A su vez, sin proponérselo, debutó a días del triunfo
—Fue un disco muy emblemático, que trajo el audio internacional a la Argentina. Recién estábamos saliendo de la dictadura y de pronto aparece presidencial de Raúl Alfonsín. Por eso, ‘Clics modernos’ aportó canciones que acompañaron al inicio de la recuperada democracia en Argentina.
este disco que tiene sonidos muy modernos, letras con mucha información de lo que había pasado y de lo que se venía. También timing medio justo porque hablaba de los desaparecidos, los exiliados y de la represión policial y justo sale unos días después de que se celebran las elecciones presidenciales, después de siete años de no poder votar.
—¿Y se da algo similar para la música internacional?
—Creo que por tratarse de una época donde todavía no existía internet y la distribución de la música era mucho más dependiente de las discográficas, no tuvo tanta relevancia internacional como la que hubiese tenido hoy. En ese sentido, si lo comparás con artistas como Fito Páez con El amor después del amor –diez años después–, en un mundo
ya mucho más globalizado y conectado, él tuvo mucha más repercusión, sobre todo en América Latina, en los países hispanohablantes.
—¿Entonces?
—Para la música internacional es un disco muy importante porque está producido por Joe Blaney, y porque está hecho con los estándares altísimos de la música internacional. Además de que tocan algunos instrumentistas que también han tocado en discos de artistas internacionales.
—¿Qué lugar ocupa Charly en la música argentina?
—Uno de los tantos pilares que tenemos en Argentina que, a través del arte y en momentos complicados, dijo cosas que muchas otros no decían. Y también tiene una obra muy vasta en sus pocos años de carrera: desde el 72, 73 hasta mediados de los 90, diría, porque después ya dejó de hacer discos tan seguido. En esos veinte años pasó por bastantes etapas, investigó un poco lo que fue el folklore, el tango, el jazz, la música académica, el rock progresivo con la Máquina de Hacer Pájaros, y tuvo a Serú Girán que, creo, que fue una de las mejores
“‘clics modernos’ trajo el audio internacional a la argentina; es emblemático”
bandas argentinas de todos los tiempos.
—¿Qué te generó el nombramiento de la esquina en Nueva York con su nombre?
—No me emocionó tanto, pero es un hito histórico. Encima el graffiti había sido borrado, entonces sería lindo que se lo reconstruya y que se lo valore así sobre todo en Estados Unidos, que no tiene mucha cultura del rock argentino. Para mí tiene mucho más valor la música que hizo que cualquier condecoración de esas.
—¿Qué tres canciones elegirías de ‘Clics modernos’?
—Nos siguen pegando abajo porque es el tema que abre el disco y porque tiene una polirritmia súper interesante: hay una mezcla entre la batería y la máquina de ritmos; o un rif en siete tiempos que conviven con cuatro, que son cosas muy interesantes. Y todo eso en un tema que habla de la represión policial. Después obviamente Los dinosaurios, que es una canción emblemática en la que Charly muestra un poco su destreza como pianista y, finalmente, No soy un extraño, que tiene una armonía medio jazzera, pero es también un tango. Creo que allí Charly plasma su mirada desde afuera, con cierta melancolía tanguera.
—¿‘Clics modernos’ es tu disco favorito de Charly García?
—No, mi favorito es Yendo de la Cama al Living que para mí tiene algo mágico: es como una radiografía de ese momento tan precisa y melancólica… Y tiene una investigación interesante: tiene música sinfónica y al mismo tiempo, cosas muy minimalistas. Es un poco la mezcla de lo que era y lo que iba a ser Charly.
—¿Y una etapa predilecta? —Diría que es esa trilogía que elegí para analizar en el podcast: Yendo…, Clics modernos y Piano Bar. Aunque también su etapa del 79 al 84 me gustan. Diría que los discos de Serú Girán me marcaron mucho y los escuchaba de chico, inclusive más que los de la etapa solista.