Perfil Cordoba

La inflación, en plena escalada: tendría picos del 30% en diciembre y enero

- ALEJANDRA GALLO

A una semana de haber asumido, el presidente Javier Milei admitió en un mensaje por redes sociales que la suba de precios es del uno por ciento diario.

La inflación de diciembre será muy caliente; hasta el propio gobierno de Javier Milei, en su primera semana de gestión, lo reconoció. “Hoy la inflación corre en torno al 3.678% anual, este 1% de inflación diaria nos deja inmersos en una hiperinfla­ción”, señaló el vocero presidenci­al, Manuel Adorni, el viernes, y el propio Presidente, en su mensaje en redes sociales, el primero desde que se sentó en el sillón de Rivadavia, también remarcó ese punto.

Milei dijo que su gestión “está abocada a terminar con la inflación y evitar la hiperinfla­ción”.

Y explicó: “De ahí que hicimos un programa hiperortod­oxo, con un fuerte ajuste fiscal, para llevar el déficit financiero a 0. Todo lo que tiene que ver con el sinceramie­nto del mercado de cambio y toda la reestructu­ración del BCRA para terminar con los pasivos remunerand­o”, planteó.

Lo que nadie se atreve a proyectar es de cuánto será la inflación de diciembre pero, sin dudas, será el mes más elevado del año y probableme­nte el mes más letal de los últimos treinta años. El banco estadounid­ense JP Morgan sí realizó un pronóstico. Proyectó un 60% de inflación para diciembre y enero y una caída del nivel de actividad del 3% para 2024.

En la arena local, el exsecretar­io de Agricultur­a Juan José Bahillo ya vaticinó que “el kilo de asado va a costar como mínimo 8 mil pesos” tras el paquete anunciado el martes pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo. Más concreto, Fernando Savore, presidente de almacenero­s bonaerense­s, señaló que “el país se convirtió en una especulaci­ón terrible” y denunció remarcacio­nes de hasta el 35% en los precios de lista. Dio un ejemplo; un puré de papa para preparar, que vendió el martes a 699 pesos al consumidor, el miércoles lo compró en el proveedor a 1.100 pesos.

La dinámica inflaciona­ria de diciembre no es alentadora pero la que se espera para enero o febrero tampoco mejora el horizonte. Hubo un aumento del 37% en los combustibl­es, por citar solo algunos ejemplos. Co

Las remarcacio­nes están imparables y los economista­s anticipan un piso letal para el último mes de 2023. El banco estadounid­ense JP Morgan anticipó un

menzó Shell con ese porcentaje, al dejarse sin efecto el acuerdo de Precios Justos que les ponía un tope mensual a las subas durante la gestión anterior. El viernes, la petrolera estatal, YPF, se sumó a los aumentos en los combustibl­es de las compañías privadas y sus estaciones de servicio amaneciero­n este jueves con subas de hasta el 37%. El último incremento se suma a la actualizac­ión del 30% que habían hecho las petroleras durante el fin de semana pasado.

Se sabe, cada suba en los combustibl­es repercute enterament­e en el resto de la cadena económica. El ministro Caputo reconoció que seguirán las subas en los surtidores al menos hasta marzo. “Un ajuste de esta magnitud prácticame­nte se traslada a la totalidad”, aceptó en declaracio­nes a la prensa y precisó que, si bien las primeros aumentos son voluminoso­s, según él tomarán un sendero cada vez más bajo hasta marzo”.

Otro de los factores que les agrega combustión a los precios es el impacto de la emisión monetaria que el actual gobierno, anunció, recortará. Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que “vivir en un esquema de atraso cambiario y congelamie­nto de precios, combinados con la megaemisió­n monetaria, que multiplicó por cinco los pesos en circulació­n en los últimos cuatro años, es insostenib­le. Por lo tanto, reacomodar este desbarajus­te tendrá un impacto muy fuerte en el IPC durante los primeros meses, pero es condición necesaria para que la economía vuelva a funcionar correctame­nte”. 60 por ciento para este mes y enero de 2024. La emisión monetaria y los aumentos en el precio de los combustibl­es, claves en el arrastre de otros productos.

El Gobierno admite que habrá indicadore­s inflaciona­rios de dos dígitos en el primer trimestre y, probableme­nte, hasta junio. En los equipos técnicos calculan que, solo por la emisión monetaria electoral (que recae en la gestión anterior pero que sigue salpicando la economía en materia de inercia inflaciona­ria), solo entre enero y febrero habrá un 20% de inflación, a lo que debería agregarse el impacto de los reacomodam­ientos que ya comenzaron a darse desde el 10 de diciembre con el recambio gubernamen­tal.

Pero también se apuesta en materia de inflación a que los índices mensuales se ubiquen en un dígito hacia fines de año; incluso hay algunas proyeccion­es muy optimistas que auguran un fin de 2024 con entre un 3% y un 4% de inflación mensual. En el equipo económico prefieren no ponerlo de ese modo frente a la opinión pública porque le temen a la remake del “segundo semestre” y los “brotes verdes” prometidos en su momento por el ministro Nicolás Dujovne, que nunca llegaron y, en todo caso, se marchitaro­n antes de florecer.

El rebote de las primeras medidas fue muy diverso entre los economista­s; sin embargo, hay una masiva coincidenc­ia en que el impacto inflaciona­rio será brutal. También coinciden en que los anuncios del martes deberán estar acompañado­s por una segunda ola de medidas que apunten a sostener el nivel de actividad y por esa vía generar más ingresos, que es otra manera de reducir el gasto fiscal.

El fundador de Abeceb y

exministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, le dijo a PERFIL que “las primera medidas tienden a corregir distorsion­es de precios relativos y las distorsion­es que existen en la economía antes de poder iniciar un programa de estabiliza­ción. Y en este sentido, las medidas refieren a dar las primeras señales respecto de un fuerte anclaje fiscal y poder bajar el gasto público en casi 5 puntos para el año 2024, un hecho inédito en los años de democracia argentina”. También alertó que “hay que observar el impacto de estas medidas en los precios y ahí podremos discernir muy claramente cómo estaba trasladado este mayor valor del tipo de cambio a la estructura de precios”.

Para el expresiden­te del Banco Central Martín Redrado, las medidas del Gobierno “no dan previsibil­idad a la Argentina”, y enfatizó que “este ajuste no lo va a pagar la política sino la gente”, y consideró que “un programa económico debe dar previsibil­idad en materia de precios y cambiaria pero este se ha quedado solo en una parte, que es buscar el ajuste fiscal”.

También el economista Marco de Giacomo advirtió sobre el impacto en los bolsillos. Aunque calificó el ajuste como “necesario”, alertó, nunca tan severo pero también perdurable en el tiempo, que “con esta dinámica tenemos que acostumbra­rnos a convivir con hasta un 10% mensual de inflación durante varios meses más”. Su colega y doctor en Ciencias Sociales, Julio Gambina, fue más duro. “Esto ya es una hiperinfla­ción implantada por Milei” y proyectó un 20% de suba en los precios para diciembre y “un alza muy alta para enero y febrero inclusive”.

Los economista­s coindicen en que las medidas del Gobierno son insuficien­tes

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CEDOC PERFIL SIN CONTROL. Los precios de algunos alimentos treparon un 150% en la última semana.
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