La Asociación de Clínicas advierte: “Las perspectivas para el sistema de salud son dantescas”
“Las perspectivas para las próximas semanas son ‘dantescas', para utilizar un adjetivo que pueda describir lo que estamos viendo hacia adelante”. La frase pertenece a Juan Grass, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Provincia de Córdoba, y marca con crudeza la situación que atraviesa el sistema de salud de Córdoba (también del país) y lo complejo que serán los próximos meses.
“Los costos vienen subiendo, especialmente durante este mes, a un ritmo nunca visto en décadas, incrementando exponencialmente la desfinanciación de las clínicas, lo que se agrava por el plazo de pago de los financiadores, que puede llegar a 60 o 90 días”, señala Gras en diálogo con PERFIL CÓRDOBA.
El ‘combo' se completa con las remuneraciones de médicos, profesionales y trabajadores del sector, “que siguen acumulando un retraso, con relación al costo de vida, que hace cada vez más difícil retenerlos, contenerlos y motivarlos”.
En ese sentido, Gras pone de manifiesto que “los instrumentos nacionales para morigerar la situación, como el Fescas (ex-Repro), no tienen continuidad garantizada, no llegan a todas las clínicas y no alcanzan para cubrir los desfasajes. Las enormes dificultades para conseguir insumos han sido, durante los últimos meses, un problema adicional de gran magnitud”.
La consulta de este medio sobre la situación que atraviesa
El aumento de los costos –“nunca vistos en décadas”– desfinancian a las clínicas, las remuneraciones de los profesionales del sector siguen acumulando un retraso y eso arma un “combo explosivo”. Desde la entidad ponen de manifiesto la necesidad de
el sistema de salud coincide con la reciente asunción del nuevo ministro de Salud de la Provincia, Ricardo Pieckenstainer, un referente de la salud privada de Córdoba.
“El mensaje a las autoridades provinciales y también nacionales es que, dada la magnitud, gravedad y sensibilidad de los problemas que estamos visualizando, nos sentimos obligados a poner el máximo cuidado en trabajar de manera colaborativa con todos los actores del sistema incluyendo financiadores y, por supuesto, las autoridades sanitarias. Siempre hemos defendido la articulación público-privada. No hay momento en que ésto sea más importante que en medio de una crisis como la actual”, dice Gras.
Problema social.
Como consecuencia de la caída del poder adquisitivo de los salarios, el sistema de gestión privada colaborar con todos los actores del sistema de salud, incluyendo las autoridades sanitarias. “Siempre hemos defendido la articulación público-privada. No hay momento en que ésto sea más importante que en medio de una crisis como la actual”, aseguran.
ha ido desfinanciándose a través de aranceles que han evolucionado por debajo de los costos de cada prestación. “Con el tiempo, han ido cerrando clínicas, especialmen
te en el interior de las provincias y hoy hay muchas con riesgo de cierre. No se trata sólo de un problema económico, por caída de empresas y de puestos de trabajo; se
trata de un problema social, de índole sanitario, porque se deteriora la asistencia de salud. Dicho en otras palabras: esto no afecta sólo a los médicos y demás trabajadores de cada clínica que cierra, sino que afecta a la salud de las familias”, alerta Gras.
Gras pone de manifiesto que a tal punto ha llegado la situación que los modelos matemáticos que utiliza la asociación en el ámbito del Foro de Análisis Económico de la Salud, para estimar y proyectar costos y para simular impactos de distintas alternativas, que están siendo alimentados ya no con una frecuencia mensual, sino cada semana. “Por ejemplo, el salto del tipo de cambio oficial, de $ 350 a $ 800, cambió drásticamente, de un día para el otro, las estimaciones de costos por los insumos, medicamentos y, fundamentalmente, equipamientos con precios en dólares”, señala el profesional, quien además se desempeña como director del Hospital Italiano.
“En el contexto que estamos atravesando, nuestro mensaje a la sociedad es que sepan que estamos frente a un problema social de magnitud”, sostiene Gras. Y añade: “Que una clínica tenga que cerrar por inviabilidad económica, que una cirugía tenga que postergarse porque no aparece una prótesis o un insumo clave o que un paciente no se realice un estudio de diagnóstico o no tome una medicación porque no tiene dinero para completar de su bolsillo la cobertura del costo, son ejemplos de problemas económicos convertidos en delicados problemas sanitarios”.