Entre la gobernabilidad y la defensa de los intereses de la provincia
El embate del presidente Javier Milei contra los cambiemistas (PRO y UCR) que le votaron las últimas leyes a Axel Kicillof en la Legislatura bonaerense, sumado al mote de “coimeros” a los que frenan sus reformas en el Congreso, complica las chances de reclutar voluntades para avanzar en la ley Ómnibus y el mega DNU de desregulación económica.
El “combo de Milei” irrumpe en la agenda parlamentaria en extraordinarias, mientras se escuchan quejas por el amateurismo libertario en torno a que aún no se han constituido las comisiones en Diputados. Desde el carrioismo advirtieron que les preocupa “el nivel de desorganización de La Libertad Avanza en materia parlamentaria”.
Entre los ataques, que sólo aportan destrato, se combinan con la falla de la dinámica legislativa que no arranca. El ‘error libertario’ a favor del kirchnerismo –en la conformación de comisiones clave– insumió tiempo y esfuerzo en subsanarlo.
La oposición no kirchnerista se muestra predispuesta a encarar el abordaje de la ley Ómnibus, punto excluyente de la agenda en extraordinarias, pero les advierte a las espadas libertarias que “son ellos los que gobiernan” para poder acompañar. En medio de esta tensión empiezan a aflorar los realineamientos y las diferentes posiciones de los bloques respecto al combo libertario.
Mientras se empieza a desmenuzar el andamiaje del megaproyecto de ley que giró Milei al Congreso, los distintos bloques
de Diputados definen su estrategia ante el debate que se viene. A su vez, se especula con las divisiones focalizadas en cada una de las bancadas a la luz de las voces que ya se escuchan con diferencia de criterios ante los distintos puntos que incluye el proyecto denominado Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos.
En este contexto, los libertarios necesitan sumar aliados clave para la dura pulseada con el kirchnerismo. Las fichas están puestas en lograr acuerdos con la bancada de la UCR (34 integrantes) y el flamante bloque Hacemos Coalición Federal, con 23. En esos alineamientos hay actores con tonada cordobesa que pueden inclinar la balanza.
Con tonada cordobesa. “Vamos a hacer todo lo posible por aprobar las leyes que necesita el presidente Milei. Ya estamos trabajando en el bloque en ese
sentido”, le dijo a PERFIL CÓRDOBA el diputado Gabriel Bornoroni del bloque de La Libertad Avanza.
De cara a lo que viene, el libertario cordobés resaltó: “Lo que esperamos es que la oposición encare el debate de forma constructiva, sin poner palos en la rueda”.
Desde el núcleo variopinto de coalicionistas federales, el amarillo Oscar Agost Carreño señaló que su bloque “tiene el espíritu de acompañar la mayoría de los cambios propuestos”. No obstante, advirtió que hay puntos que no cierran.
“Buscaremos consensuar propuestas alternativas sobre aquellos artículos en los que se pide que el Congreso firme un cheque en blanco sin control y en aquello que pueda ir en contra de los intereses del interior productivo del país”, acentuó.
El vicejefe de Hacemos Coalición Federal, Carlos Gutiérrez, dejó en claro su postura ante
la consulta de este medio: “La mayor de las colaboraciones con un proceso de cambio que demanda la sociedad argentina, pero sin traicionar los intereses primarios que nosotros –en esa demanda– tenemos como cordobeses y a quienes nos debemos, que son los que depositaron su confianza para defenderlos”.
De igual modo, el schiarettista remarcó que su espacio tiene “la mejor actitud para darle gobernabilidad al presidente actual”. No obstante, marcó cuál es el límite. “Siempre custodiando los intereses de Córdoba. Ese es nuestro norte y esa es nuestra definición central”, completó.
En tanto, Natalia De la Sota lanzó su crítica respecto a la ley Ómnibus: “El presidente Milei propone subir retenciones al campo, anular la fórmula de movilidad jubilatoria para decidir aumentos discrecionales y arrogarse poderes absolutos dejando fuera de juego al Congreso. Se deben escuchar otras voces, discutir y consensuar”, apuntó.
En la vereda de enfrente, el kirchnerismo apunta con munición gruesa. La diputada Gabriela Estévez calificó al megaproyecto como “una ley ominosa”. En sus críticas a través de las redes sociales, la camporista juzgó que la iniciativa encierra una “oscura ambición”, por la cual se busca “otorgar poderes monárquicos al Ejecutivo por cuatro años”.
Asimismo, la dirigente K rechazó el aumento de retenciones, las regalías a la corporación judicial y el desguace del empleo público, sumado a la privatización de las empresas estatales. Además, cuestionó “los cambios regresivos en políticas de género”.
Por su parte, Rodrigo de Loredo (UCR) expresó su acuerdo con “la mayor parte de las reformas” y la política de shock de Milei: “No tenemos dudas de que hay una amplísima mayoría de la sociedad que votó un cambio, no de formas solamente, sino un cambio de fondo, un cambio rápido, un cambio profundo, educativo, cultural, económico”, dijo a medios porteños.
En el bloque UCR, un aliado clave para el mileismo, muestran su predisposición a dotarle al gobierno de las “herramientas parlamentarias necesarias” para que ejecute su plan de gestión.
Por lo pronto, la intención del oficialismo es convocar esta semana a ministros del Ejecutivo para que expongan sobre la iniciativa en Diputados, cuyo debate se extenderá por lo menos unos 20 días, previo a la emisión del dictamen y buscar su debate en la última semana de enero.