Más de 30 salas de teatro independiente se verían afectadas en Córdoba
La noticia que supone un brutal ajuste en materia cultural impactó fuerte en los distintos sectores de la cultura local, especialmente en aquellos vinculados al teatro.
Sucede que la ley Ómnibus prevé la derogación de la ley Nacional del Teatro (n°24.800), que fue sancionada en 1997 y que dispone que las actividades teatrales deben tener apoyo y promoción del Estado nacional.
Recordemos que con este paquete de leyes, el Gobierno buscará derogar además el decreto ley 1224, que dio el puntapié para crear el Fondo Nacional de las Artes, un ente autárquico que tiene como fin promover la producción de artistas de nuestro país a través de la financiación y la producción de obras; y también contempla la reducción de fondos para el Inamu, el Instituto Nacional de la Música, el Incaa y las bibliotecas populares.
El INT en Córdoba. El Instituto Nacional del Teatro, creado a partir de la ley 24.800, tiene a su cargo la organización de muestras, concursos, festivales y además brinda becas y subsidios a compañías y salas teatrales.
En Córdoba, las salas de teatro independiente son la mayor infraestructura teatral de la provincia, con más de 60 espacios que concentran casi el 90% de la producción de las artes escénicas.
“Son 25 años de acompañamiento del INT en Córdoba, asistiendo a unas 60 obras de teatro todos los años. Y estoy hablando solo de la línea de subsidios, de lo que tiene que ver con producción de obras teatrales. Creemos que ésto es un retroceso y un problema enorme para el desarrollo de la actividad teatral, tanto en lo que refiere a la posibilidad de acceder al teatro de manera sencilla, como también el sostenimiento de salas y espacios teatrales o el desarrollo de la actividad teatral de miles de artistas”, empieza diciendo Franco Morán, representante del INT en Córdoba desde 2021.
En efecto, el instituto acompaña el sostenimiento de más
Entre los puntos que plantea la ley Ómnibus enviada al Congreso la semana pasada, se contempla la eliminación del Instituto Nacional del Teatro, entre otras instituciones como el Fondo Nacional de las Artes y la reducción de fondos para los institutos de
Música, Cine y las bibliotecas populares. En Córdoba –provincia que cuenta con el circuito teatral independiente más grande del país– la medida impactaría fuertemente no solo en el sostenimiento de las salas sino también en las compañías, subsidios y festivales. de 30 salas, además de giras y promoción de la investigación sobre la actividad teatral. “La eliminación de este instituto, que además tiene una presencia federal y favorece la pluralidad de voces y miradas, afectaría la diversidad cultural en toda la provincia. Necesitamos que los legisladores sepan la importancia y el daño que causa la derogación de esta ley nacional y en consecuencia la desaparición del organismo”, advierte.
Por su parte, el actor, director y productor teatral Agustín Bazán señala que la eliminación del INT conlleva la destrucción de una dinámica y de un sistema de producción, tanto para las compañías como para las salas. “Me parece importante decir que nadie vive del INT por recibir subsidios; lo que permite el financiamiento de obras, giras y salas es viabilizar y efectivizar empleos en el ámbito teatral y generar puestos de trabajo en las salas y festivales. Y no solo gente que hace teatro, sino empleos indirectos como publicistas, diseñadores gráficos, prensa”.
Así, al cierre de esta edición, el colectivo Manifiesto Primavera se autoconvocaba para empezar a pensar dinámicas de resistencia. “Sobre todo pensar en cómo salvaguardar instituciones como el INT y el FNA entre otros y cómo hacer para cuidar lo que ya hemos conquistado”, indicó el actor y productor.
Desde Quinto Deva, Julieta Lazzarino señala que el cierre del INT implica el corrimiento del Estado de su función de garante en la democratización de la cultura y el arte y que la desaparición del instituto volverá más pobre al teatro en su producción y más caro en su acceso. “Los aportes del Estado funcionan en cascada, las salas y teatristas reciben un dinero que posibilita el trabajo de muchas personas y disciplinas y también colabora para que las entradas para el público sean baratas, voluntarias o incluso gratuitas. Beneficia así no sólo a quienes hacemos teatro sino también a la población en general”, dice.
La productora advierte además que para las salas de teatro independiente, estas medidas van a implicar su cierre definitivo: “A la ausencia del INT, se le suman los aumen