En el Gobierno creen que mayo será el mes clave para la inflación
En el entorno presidencial miran el segundo trimestre con cierta esperanza de que los números mejoren y mostrar resultados concretos. Paralelamente aseguran que siete
En el gobierno de Javier Milei son conscientes que tuvieron tres primeras semanas hiperactivas. En ese marco, un ala del Gobierno comienza a mirar al segundo trimestre del año próximo como la fecha límite en la que deberían comenzar a verse los primeros resultados de la baja de inflación, sobre todo teniendo en cuenta que se espera que en los primeros meses del 2024 el aumento del costo de vida corra al 25 por ciento.
“Abril y mayo del año próximo van a ser meses claves”, sostuvo ante PERFIL una voz del estrecho círculo presidencial para graficar que en un sector del oficialismo entiende que será vital para las expectativas del Gobierno, que la inflación ceda.
En la primera, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un paquete de medidas con devaluación incluida, en la segunda, el Presidente en cadena nacional anunció un megaDNU con 366 artículos acompañado de su equipo y de Federico Sturzenegger, y en la tercera, se presentó la ley ómnibus que contiene 664 artículos.
Si bien están conformes con los primeros resultados de las medidas en lo que tiene que ver con los movimientos en el mercado y el drástico achicamiento de la brecha cambiaria, saben que todavía resta un largo camino.
“Sin déficit cero no das vuelta de cada diez argentinos ven con buenos ojos la gestión. “La gente entiende el cambio”, afirman. El déficit cero, un punto de partida clave para la recuperación de la economía. la economía”, graficó una voz importante del Gobierno señalando que la reducción del gasto, será un punto clave para bajar la inercia de precios. Explican que será “mantener el apoyo popular” hasta que asomen los primeros resultados de la política anti inflacionaria.
Y es que por el momento y más allá de los movimientos del ministro del Interior, Guillermo Francos, por ahora Milei no tiene en mente activar un plan para ampliar su base política. Es decir que en Casa Rosada no tienen como objetivo salir a “pintar de violeta” ni a gobernadores, ni a intendentes, ni a dirigentes de la oposición que pudiesen apoyar volumen político para los meses difíciles por venir.
El oficialismo cree que su triunfo electoral obedece a un cambio de época y que el respaldo que cuentan para avanzar en el plan de ajuste y estabilización surge de los 14 millones de votos que acompañaron la candidatura de Milei. Además, “el Presidente ganó diciendo lo que iba a hacer”, explican.
“La gente está entendiendo que Milei plantea un cambio profundo”, se entusiasman, blandiendo elevados números de aprobación de la gestión que rondan el 75%. Pese a ello, el último estudio de opinión pública de Zuban Córdoba señala que el Presidente está perdiendo imagen positiva al ritmo de punto diario, y hoy la imagen negativa se ubica en el 55%.
En un contexto de ajuste y con la Nación con menor capacidad de girar recursos a las provincias, sumar adhesiones se torna aún más dificultoso. Con todo, sostienen que el diálogo está abierto y que hay muchos gobernadores que “entienden” la situación. Incluso, dentro del propio peronismo que en privado apoyan las medidas y el ajuste impulsado por Milei. Algunos de dichos mandatarios cuentan con legisladores en el bloque de UP, según explican en despachos de Casa Rosada.
“Los gobernadores saben que alguien tiene que hacer el ajuste”, sintetizan. Por ahora no hay señales de que se traduzcan en votos.
En ese marco y pese a no ceder en el rumbo, tampoco pretenden romper el diálogo con la CGT que anunció un paro con movilización para el próximo 24 de enero. Un importante funcionario con despacho en Casa Rosada reconoció ante este diario que el presidente Milei estaría dispuesto a recibir a la cúpula de la central obrera. “No tiene problemas en recibir a nadie”, explicó.
Por otro lado, en el Gobierno dejan trascender que el problema “no es la CGT”, sino las excesivas regulaciones.
La central obrera marchó días atrás al Palacio de Tribunales para protestar contra el megadecreto que le permite a los trabajadores contratar servicios de prepagas sin pasar por las obras sociales y cortar las “cuotas solidarias”.
Por ello en la Casa Rosada son conscientes de que ambas medidas son la piedra de la discordia.