La UCR entre dos fuegos: con un pie en la gobernabilidad y otro en el freno a los superpoderes para Milei
El radicalismo vernáculo arrancó el año con el desafío de alinear el frente interno ante el ‘factor Milei’ y fijar el norte con miras al recambio de autoridades en abril. En un escenario político marcado por el pulso de los movimientos del Presidente libertario y el gobierno del PJ en Córdoba, los radicales deberán definir el liderazgo de la nueva conducción partidaria. Hay una marcada preocupación por la crisis económica y sus derivaciones en la conflictividad social.
En medio de la batalla de los polos libertarios vs. el kirchnerismo, el radicalismo quedó parado en el medio como uno de los garantes de la gobernabilidad del presidente Javier Milei. No obstante, el planteo de los halcones internos es que la UCR debe poner un freno a los superpoderes recargados del libertario.
Hay banderas republicanas que son principios fundamentales de la UCR que “no se pueden traicionar”, advierten los históricos del centenario partido. Según esta postura, el límite está puesto en la negativa a gobernar por decreto, el rechazo a ‘una posición privatizadora’ y al ajuste sobre las espaldas de la golpeada clase media.
El mega DNU y la ley Ómnibus activó el estado deliberativo en el radicalismo cordobés sin tener, hasta el momento, un pronunciamiento de su terminal nacional. Entre los boina blanca hay posturas distintas de cómo la UCR debe pararse ante el gobierno de Milei. Están los impulsores de una ‘oposición constructiva’ y los halcones internos que demandan rechazar el ajuste del libertario.
Lo cierto es que el cerrado apoyo del evolucionista Rodrigo de Loredo, jefe de la bancada radical en Diputados, al plan del libertario, generó malestar puertas adentro. En el fondo, aparece el ruido de siempre, su relación aceitada con Mauricio Macri.
Ya hubo una reunión de cúpula para tantear los ánimos –la balanza se inclina hacia la crítica– en donde se acordó un contacto directo con los diputados nacionales encabezados por De Loredo.
Ese encuentro podría realizarse este fin de semana por Zoom, según indicaron algunas voces radicales, aunque no está confirmada la agenda. De todos modos, no pasará de este martes con el propósito de fijar una postura en conjunto.
El radicalismo cordobés emitirá señales críticas tras la cumbre con sus diputados. Hay principios republicanos en juego ante el modelo libertario de Milei de gobernar por decreto. La postura del referente evolucionista De Loredo generó malestar
Se viene un documento crítico con tonada cordobesa dirigido al gobierno de Milei, prometen los dirigentes del ala dura del radicalismo local. Incluso, los promotores de una ‘oposición constructiva’ a Milei marcan sus límites.
“Hay que ver cómo sale la ley Ómnibus”, dijo un moderado al advertir de los cambios que deberá aceptar el oficialismo para que camine el megaproyecto de ley, sin perder de vista que el país afronta una situación grave en lo económico.
Hay mucha preocupación en la UCR por la crisis económica y su impacto social, destacó un radical de cúpula al mirar el panorama hacia adelante. En el cortísimo plazo, el foco está puesto en el termómetro social que marcará el paro general de la CGT y las protestas en el país del 24 de enero.
“La gente lo votó. El electorado radical votó a Milei”, aportó una voz boina blanca en su análisis. Sin embargo, puertas adentro entre los más críticos. Se viene un homenaje a Illia con todo el simbolismo detrás de una línea histórica de la UCR. La fecha de la interna asoma en medio del debate por el liderazgo opositor.
el dirigente le facturó al mandatario libertario su promesa de que “el ajuste lo iba a pagar la política y lo está pagando la gente”.
Lo simbólico, juega. Antes de la convocatoria de los gremios, la UCR de Córdoba tendrá el próximo jueves su acto recordatorio del expresidente Arturo Illia en Cruz del Eje. Será un homenaje cargado de señales simbólicas “de lo que le hace falta al gobierno: austeridad y honestidad”, dijo un dirigente de la cúpula partidaria.
Al mismo tiempo, se convertirá en una caja de resonancia de la discusión interna del radicalismo, de cómo se planta ante la era Milei. También los cañones apuntarán contra el gobierno de Martín Llaryora al subirse a la ola del ajuste del libertario, aunque sobre la base de un escenario muy distinto que exhibe Córdoba en la continuidad del PJ en el poder.
“Esto es peor de lo que está haciendo Milei”, lanzó un radical al cargar duro contra la administración llaryorista por el recorte a los sueldos que denuncian los estatales, por el aumento de aportes a la Caja de Jubilaciones y al Apross. “Le sacan cuatro puntos cuando están pagando sueldos por debajo de la línea de pobreza”, fustigó.
“Llaryora no necesita un DNU. De todas maneras, el ajuste lo está haciendo montado en la misma ola ajustadora en la que se trepa Milei” sobre la base del apoyo en las urnas, afirmó otra espada radical a nivel conducción.
Factor Milei. “De Loredo se puso a disposición para hacer una reunión este fin de semana por Zoom con el Comité Central y tener datos de lo que se está discutiendo, tanto del DNU como de la ley Ómnibus, para ir definiendo la postura”, señaló Marcos Carasso, titular del radicalismo local.
El negrista sostuvo que, posterior a ese encuentro, la conducción partidaria se volverá a reunir –a más tardar el martes– para definir una posición, mientras se espera una convocatoria al diálogo del Comité Nacional de la UCR.
De todos modos, los radicales del ala alfonsinista ya adelantaron sus críticas. El miembro de la cúpula partidaria, Martín Lucas, dijo que “no se puede permitir –bajo el argumento del voto popular– que se gobierne por decreto de necesidad y urgencia. Hay que respetar la ley”.
“Nosotros no hemos tenido una posición privatizadora. Votamos a favor de la renacionalización de YPF. Es claro que el ajuste está asentado en la clase media. No se puede titubear en eso cuando se aspira a representar a la clase media”, advirtió el dirigente.
El legislador Dante Rossi, en tanto, afirmó que la UCR “no puede ser cómplice” del “ajuste salvaje” del Gobierno nacional. El alfonsinista, junto a su par Sebastián Peralta y un grupo de radicales, rechazaron el accionar de Milei.
“Descrédito de la política, intento de gobernar a través de DNU, privatizaciones a mansalva, aumentos salvajes de tarifas, cambio de las relaciones laborales que desprotegen al trabajador y el mercado regulando todos los aspectos de la vida para favorecer al más fuerte”, cuestionaron.
Desde el angelocismo, Javier Fabre opinó que “el radicalismo debe tomar posicionamiento claro y contundente en cada uno de los temas propuestos”. A su vez, dejó en claro que “la narrativa política hoy es una disputa por el sentido del cambio y del Estado, no sobre la figura de Milei”.
“Los radicales necesitamos resignificar el cambio elegido masivamente, pero con nuestros valores históricos”, dijo el actual edil aliado de De Loredo, y acentuó: “En Córdoba la mayoría de los votos (de Milei) los aportó el pueblo radical, pero cobró el PRO y el peronismo local”.
En un escenario político marcado por el pulso de los movimientos del presidente libertario y el gobierno local del PJ, los radicales afrontarán la discusión por el liderazgo de la nueva conducción partidaria. Los primeros días de febrero se convocará a una reunión de cúpula para definir el calendario electoral, con fecha de la interna partidaria en el mes de abril.