“Me encanta ver cuando se arma la carpa del circo”
El actor y humorista resalta ese momento tan particular de una actividad que se potencia durante el verano. Valora haberse criado en el circo y destaca el trabajo de cada integrante de las distintas compañías.
“El circo es mi familia, es compartir”. Así describe Nazareno Móttola al lugar donde nació, se crió y aprendió las primeras artes. El actor y humorista conversó con Acciones sobre el trabajo, su infancia y la vida en el circo, una de las atracciones que cobra fuerza durante el verano. Pasó por casi todos los de Argentina y, a pesar de su extensa trayectoria en televisión, siempre elige
volver al primer amor.
¿Cómo definirías al circo?
El circo es una gran familia. Es muy importante, justamente, porque me enseñó a trabajar en equipo. Y, a la vez, a desarrollarme con compañeros con los que, tal vez, uno puede llevarse bien o mal, pero la fuente de trabajo es una sola y es para todos, entonces todos tiramos para el mismo lado. Por ejemplo, si se levanta una ráfaga de viento, todo el mundo se preocupa por que la carpa no se caiga. Hay que salir y clavar estacas, y ahí no importa quién es el dueño y quién el empleado. Lo importante es mantener la fuente de trabajo de todos. Eso mismo que me dejó el circo lo aplico en todo tipo de trabajos.
¿En cuántas compañías trabajaste?
En Argentina estuve en casi todos. Actualmente, cada tanto hago funciones en Family Circus, ellos son como mi familia. Además, estuve en Luxor, Servian, Rodas, Cirque XXI y Burlesk. Existe una gran convivencia. En cada uno de ellos me tratan igual porque me conocen desde muy chico, empecé a los 16 años. Nunca me vieron como el distinto, jamás dijeron “ahí viene el de la tele”.
¿Qué es lo más atractivo que tiene para vos?
Sin dudas, la carpa, que es un lugar enorme, lleno de cosas. Los números de riesgo también llaman mucho la atención. La gente alucina con el globo de la muerte, que es la esfera metálica donde entran varias motos y empiezan a girar. Cada circo tiene sus cosas, hay malabaristas muy buenos. Los números grandes son los que, generalmente, llaman la atención. Lo mismo que los trapecios volantes.
Las carpas de los circos grandes de Argentina son imponentes y a la gente le dan ganas de entrar, sobre todo si prometen números increíbles. Cuando el circo es más chico, tal vez les genera dudas y no lo eligen.
Walter, el dueño de Family Circus, siempre me dice que en algún momento el circo va a desaparecer. Yo tengo la esperanza de que la gente vuelva a interesarse en ver cosas diferentes.
También es cierto que la llegada del Cirque du Soleil a Argentina modificó la idea que se tiene de la actividad. Es muy difícil poder igualarlo, porque se trata de una mega empresa que no se puede comparar con ningún circo promedio del país. Entonces, al no estar la posibilidad de hacer un show parecido, la gente elige otro tipo de espectáculos.
¿Qué es lo que no se conoce del circo?
Es un lugar muy sacrificado porque el trabajo no termina con la función. Cada uno, desde su lugar, tiene que ayudar a mantener el circo.
Por ejemplo, quizás el malabarista también hace trabajos de electricidad. Entonces, durante la semana, revisa las lamparitas y que haya luz en todos lados. Siempre existe una tarea por fuera de la función.
A eso se suma estar viajando constantemente, que a la gente del circo le encanta. Hay chicos que desde que nacieron no conocen lo que es vivir en un lugar estable. Dicen que tienen la posibilidad de cambiar el patio de su casa cada dos semanas.
En mi caso, disfruto cuando arman o desarman el circo. Me impresiona cómo después de ver una estructura tan grande, con sillas, electricidad, cables y luces, de repente, en media hora ese lugar queda totalmente descampado. Y lo mismo cuando lo arman. Si tengo tiempo, voy y tomo mate mientras veo el armado.
¿Qué pensás del uso de animales en los circos?
Es un tema muy delicado. No estoy de acuerdo, me parece que no está bueno tenerlos en cautiverio. También está mal que los hagan trabajar. Todo el mundo se la agarraba con la gente del circo por este tema, aunque han tenido animales muy bien cuidados siempre porque eran parte de la fuente de trabajo. Sin embargo, nadie habla del polo, de las carreras de caballos o de las orcas en los espectáculos marinos. Me parece que la crítica tiene que ser justa para todos.