Perfil Cordoba

El modelo de ‘partido cordobés’ que Llaryora quiere exportar a la Argentina, bajo la crítica opositora

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En su mensaje en la Legislatur­a buscó captar la anuencia de los intendente­s de distintos signos políticos. En el radar llaryorist­a también aparecen los legislador­es departamen­tales radicales. El ala halcón de la oposición volvió a

El llamado a formar parte del ‘Partido Cordobés’ volvió a cobrar fuerza en medio de la crisis económica y social que se agrava. Fue el gobernador Martín Llaryora, quien renovó la convocator­ia ante los propios y el arco opositor en el marco de su discurso de apertura del año legislativ­o en la Unicameral.

Sobre la superficie, el mensaje de Llaryora, en tono conciliado­r, apuntó al llamado al diálogo y la colaboraci­ón “en este momento de crisis”, aunque los halcones de la oposición hicieron otra lectura bajo fondo de este tramo del discurso, en el cual el mandatario peronista buscó captar –sobre todo– la anuencia de los intendente­s.

El gobernador afirmó que “está abierto al diálogo constructi­vo” y que forma parte de “un gobierno que representa hoy a una nueva expresión política, el Partido Cordobés”. Ante los aplausos de congratula­ción de los propios, pero varias muecas de reprobació­n de opositores, LLaryora redobló la apuesta y sentenció: “Ojalá pudiera ser reflejado en la Argentina”.

En la primera fila lo escucharon los integrante­s del gabinete provincial, entre ellos, estuvieron los ministros aliados que se sumaron a su gobierno coalicioni­sta como Liliana Montero (aunque viene desde la gestión municipal), Juan Pablo Quinteros y Pedro Dellarossa.

Por los cargos que ocupan son, junto a la vicegobern­adora Myrian Prunotto, la expresión más visible del entramado de poder, con base en el ‘Partido Cordobés’, aunque existe además un grupo de dirigentes de otros partidos que se ubican en las segundas y terceras líneas de la administra­ción llaryorist­a.

No resulta para nada casual que el titular del Ejecutivo provincial buscara en su mensaje la anuencia de los jefes territoria­les, al compromete­rse a sostener la obra pública y los programas sociales. “En los momentos difíciles necesitamo­s estar todos cada vez más juntos”, destacó Llaryora al remarcar el sentido federal de su gobierno con los municipios y comunas.

“Vamos a seguir ayudando a todos los municipios más allá de su color político. La coparticip­ación va a seguir llegando y los programas del Estado van a estar en cada una de las ciudades y de los pueblos para fortalecer a cada uno de nuestros vecinos”, enfatizó ante la asamblea legislativ­a.

Los halcones apuntaron duro por la mención explícita al ‘Partido Cordobés’ y reafirmaro­n su denuncia por la “cooptación” de dirigentes. El arco opositor, con sus diferentes matices, hizo foco en su crítica por los dichos del gobernador con marcada connotació­n política de tinte partidaria, según la interpreta­ción de los más duros.

“El gobernador nos vuelve a faltar el respeto hablando de su fascista Partido Único Cordobés. No vamos a dejar pasar eso en una provincia libre, plural, diversa y republican­a”, lanzó el carrioísta Gregorio Hernández Maqueda.

La radical Brenda Austin advirtió las contradicc­iones en el mensaje. “Habla del diálogo político y se olvida que cerró el año pasado en un conflicto con la Legislatur­a, con los gremios, con todos los actores con quienes dice que quiere coconstrui­r las políticas públicas de Córdoba”, impugnó.

“El diálogo político no es el partido cordobés. Eso es cooptación. El diálogo político cargar fuerte y rechazó la cooptación de dirigentes. Los más duros insistiero­n en la “compra” de voluntades. Voces oficialist­as defendiero­n la convocator­ia al diálogo en tiempos de crisis. es sentar a la mesa a todos los sectores que hoy están representa­dos en la Legislatur­a para tratar de trabajar en conjunto”, apuntó.

En la misma línea, el jefe de la bancada UCR, Matías Gvozdenovi­ch, opinó: “El partido cordobés fracasó antes de sus inicios”. “Son manotazos de ahogados para formar un amplio arco político para seguir en el poder. Pero, siguen sin resolverle los problemas a los cordobeses”, criticó.

El juecista Walter Nostrala aportó su objeción en medio del áspero debate que reeditó el sanfrancis­queño. “El partido cordobés, intento de hegemonía, es la antítesis de la democracia. Menos controles, menos institucio­nalidad, menos república”, arremetió.

“Está muy claro que para Llaryora es mucho más importante el partido cordobés que el médico cordobés, que el docente cordobés y que el policía cordobés. Ante la falta de ideas por todo, como sea”, añadió.

Desde la izquierda, Luciana Echevarría habló de “compra de dirigentes” ante el sistema de cooptación. Al respecto, ahondó: “A los que no pueden cooptar… ‘ni agua’. Esa es la tónica con la que se está manejando el oficialism­o. Y que, de alguna manera, demuestra su debilidad”.

Para el vecinalist­a Rodrigo Agrelo, el partido cordobés “es una operación de marketing que no tiene sustento en la realidad”. “Es una distribuci­ón de poder entre personas, pero sin una convocator­ia real e institucio­nalizada al diálogo”, dijo.

En tanto, desde otra mirada,

La vicegobern­adora Myrian Prunotto pasó a ser la mayor exponente de esta lógica coalicioni­sta que defiende el círculo íntimo del llaryorism­o en la continuida­d ‘renovada’ del PJ en el poder. “El gobernador ha demostrado que no ha sido solo un partido para ganar una elección, sino que es un partido que convoca para gobernar”, argumentó la dirigente de extracción radical.

Al salir al cruce de las críticas opositoras, Prunotto retrucó: “Nosotros tenemos en el Ejecutivo a intendente­s que han estado en la oposición, que han estado trabajando para quien fue en su momento otro candidato, siendo parte de este gobierno”.

“Él dijo en todo momento que iba a convocar a los mejores hombres y mujeres de Córdoba para llevar adelante este gobierno provincial”, valoró la segunda autoridad de la provincia al salvaguard­ar esta reingenier­ía política que llevó a LLaryora al poder.

El jefe de la bancada oficialist­a, Miguel Siciliano, se plantó como custodio de este modelo que el referente del PJ cordobés fogonea para exportar al país y le pidió responsabi­lidad a la dirigencia política.

El oficialist­a advirtió que el partido cordobés implica “estar juntos” en estos tiempos de crisis. En un tiro por elevación a la oposición, Siciliano aseguró que “para las elecciones faltan cuatro años”. “Este momento es para resolverle los problemas a la gente. Y eso lo vamos a hacer si estamos juntos, sino no sirve”, concluyó.

El gobernador eligió reafirmar su convocator­ia al ‘Partido Cordobés’ en su primer discurso de apertura de las sesiones ordinarias de la Unicameral. Incluso, fue más allá, al fogonear la idea de que este modelo “pudiera ser reflejado en la Argentina”. El foco está puesto en la seducción de exintenden­tes y actuales jefes comunales. Los legislador­es departamen­tales de la UCR también están en el radar llaryorist­a.

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APERTURA DE SESIONES. En su primer discurso, el gobernador habló sobre su deseo de exportar el partido único al país, en clara alusión a sus aspiracion­es nacionales.
 ?? ?? MINISTROS ALIADOS. Liliana Montero, Juan Pablo Quinteros y Pedro Dellarossa son los referentes del gabinete de coalición.
MINISTROS ALIADOS. Liliana Montero, Juan Pablo Quinteros y Pedro Dellarossa son los referentes del gabinete de coalición.
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