Milei se comunica con imágenes. las palabras hace tiempo que no tienen fuerza
expresa esa humildad, propia del líder moderno, que por tenerla no pierde fuerza, sino que la incrementa.
Milei sabe comunicarse a través de imágenes. Las palabras perdieron fuerza desde hace tiempo. Los prolongados discursos de Cristina eran parte de un espectáculo en el que nada decía, nadie le oía, pero entusiasmaba. Milei usa las imágenes para comunicar el mensaje que queda en la mente de la gente. Las imágenes pueden contradecir a las palabras y las desvanecen. En su visita al Vaticano no importaron los epítetos pronunciados hace poco. Eso de “ignorante”, “delegado del maligno”, que el Papa respondió diciéndole “Adolfito”, se borró de un plumazo con los gestos. Lo que quedó fue el abrazo emocionado de dos amigos de toda la vida, que se conocían en ese momento. Quienes no somos partidarios de las confrontaciones, nos alegramos de la reconciliación, pero hay que reconocer que fue un triunfo político de Milei. Después de ese abrazo, la gente sintió que había conseguido un apoyo para sus políticas, que el propio Papa no podrá desvanecer con palabras. Brancatelli y otros políticos de “izquierda” ligados al Vaticano, quedaron colgados de la brocha, cuando su líder espiritual se comportó de esa manera.
Su violento discurso en contra de la casta que gobernó los últimos años, tiene matices cuando incorporó a su equipo de colaboradores a los candidatos del 2015, Mauricio Macri y Daniel Scioli, y a uno de los tres candidatos presidenciales importantes de 2020, Patricia Bullrich. Si incorpora a Sergio Massa, tendría a todos los candidatos del sistema de los últimos años. Pero nada de eso importa, por el momento, si se le ve combatiendo a la casta.
En la sociedad tradicional los grandes cambios se hicieron logrando consensos con dirigentes de la sociedad, encontrando puntos en común que permitan el desarrollo de los países en el largo plazo. Ocurrió con Adenauer, Felipe González, Mandela,
o Roosevelt. Preferiría que el Presidente de una sociedad compleja como Argentina se inspire en ellos, y no en el líder de una república bananera que construyó una cárcel y tortura delincuentes. Nuestro país está para más.
No es previsible lo que va a ocurrir. Hasta aquí Milei ha tenido éxito actuando como lo que hemos llamado en nuestros textos un “anticandidato”, un antipolítico. No es una crítica, es señalar que sabe comunicarse en el mundo que vivimos.
Habrá que ver cuánto tiempo la comunicación le servirá para mantener el apoyo de un electorado que, por el momento, está experimentando privaciones y problemas económicos mayores a los que tenía durante el gobierno de Cristina.
Milei ha creado una fe, un conjunto de creencias que chocan con los problemas de la vida cotidiana de sus electores. Veremos cuánto dura este fenómeno, y si el tiempo le permite llegar a una etapa en la que los efectos positivos de sus cambios se puedan percibir en la casa del ciudadano común.
*Profesor de la GWU. Miembro del
Club Político Argentino.