Mujeres, diversidades y minorías: el nuevo rumbo del Museo Emilio Caraffa
Si bien su nombramiento había sido en diciembre, Mariana del Val asumió oficialmente la dirección del histórico museo provincial los primeros días de enero. Durante su
Mariana del Val había empezado a trabajar en el Museo Emilio Caraffa un 15 de diciembre de 1992 y, si las leyes del actual sistema jubilatorio no sufren ninguna modificación, terminará su carrera en el mismo museo que la vio nacer.
Con su asunción, será la segunda vez en los 110 años de historia de la institución, que una mujer ocupe el cargo.
Aún desembarcando en su nuevo puesto y reuniéndose todavía con los equipos de trabajo, muchos de los cuales están volviendo de sus vacaciones por estos días, la gestión, del Val buscará trabajar la inclusión social –desde la programación hasta las actividades– ampliando la mirada y los modos de pensar el museo. La licenciada en
nueva directora de la institución cultural remarcó la necesidad de aggiornarse a los tiempos actuales.
“Yo tengo una línea de pensamiento que quisiera implementar acá y que tiene que ver con los sectores populares, las mujeres, las diversidades y las minorías. Quiero que sean también pensadas e incluidas no sólo en la programación sino en las actividades, en los proyectos y en los modos de pensar el museo”, indicó en conversación con PERFIL CÓRDOBA.
Si bien la Provincia no cuenta con un coordinador general de museos, desde la Agencia Córdoba Cultura iniciaron este año una saludable práctica para coordinar acciones entre todos los espacios provinciales. “Raúl pintura pondrá también el acento en la exhibición de las más de dos mil piezas de las colecciones que alberga el espacio y la sinergia con los artistas del interior. (Sansica) nos está reuniendo a todos los directores de museos una vez por semana para que pensemos los perfiles de los espacios. Es la primera vez que nos sentamos todos juntos a ver en qué está cada uno”.
Entre los nuevos ejes que se plantean desde la dirección, está el trabajo con las infancias. “Una de las ventajas que tiene este museo es que tenemos mucho espacio y podemos pensar en sitios expositivos donde las infancias puedan darse cuenta que el museo es un lugar divertido, para pensar y reflexionar. Para mi la palabra ‘disfrutar’ es muy importante”, reflexiona.
En este sentido, la nueva directora planea llevar al MEC el proyecto ‘Tiempo de Aventuras’, que desarrolló para el Museo Evita – Palacio Ferreyra. “También para pensar las infancias como algo institucional e intergeneracional porque los chicos no vienen solos al museo, vienen con sus padres, sus tíos o sus abuelos. Y ‘Tiempo de Aventuras’ es una experiencia para transitar y disfrutar el museo y sus actividades con los mayores. Es además un espacio donde artistas jóvenes pueden hacer propuestas para que sean disfrutadas en familia”.
Ejes de trabajo.
Con perspectiva de género.
Uno de los intereses primordiales de Del Val tiene que ver con darle más perspectiva de género al museo, sin superponerse con el Mumu (Museo de las Mujeres) que trabaja con mujeres jóvenes, proyectos emergentes y diversidades.
Será la segunda vez en los 110 años
de historia de la institución, que una mujer ocupe el cargo
“El equipo de trabajo del museo armó un proyecto de educación que se llama ‘Les olvidades’ y que me pareció súper interesante. Se muestran grabados de tres mujeres que pertenecen a la colección. Creo que nos debemos eso porque la colección de la Provincia tiene en su acervo solo un 11% de obras que son de mujeres. Las obras más valiosas son de varones. Y no es el arte el que ha sido patriarcal sino que la historia del arte lo es porque no las nombra. Si vos agarrás los catálogos de la década de 1990, vas a ver que son todos grandes maestros o grandes pintores. No se nombra a las mujeres. En el libro ‘120 años de la pintura en Córdoba’ hay 120 artistas y solo seis son mujeres”.
Con esta nueva mirada, el MEC buscará inscribirlas dentro de los relatos.
Patrimonio histórico. Otro de los ejes en los que buscan asentar la nueva política
museística es en lo patrimonial, ya que el MEC alberga en sus depósitos más de dos mil piezas pertenecientes a las tres colecciones con las que cuenta la Provincia, que fueron iniciadas a principios del siglo 20: la colección del Centro de Arte Contemporáneo Antonio Seguí, la de IKA y la del propio museo.
“La idea de tener un patrimonio es trascendente y hoy no se está exhibiendo. Yo quiero hacerlo porque un objeto está cargado de un montón de dimensiones, como la historicidad o el contexto de producción que ese objeto pone en juego cuando uno lo exhibe. Entonces, ese trabajo con las colecciones abre un abanico de posibilidades, no sólo desde lo educativo o lo comunicacional sino también desde lo institucional. Queremos empezar a pensar el patrimonio no solo con una mirada historicista sino también con una mirada de género, de historia, literaria, poética.
En definitiva, una mirada transdisciplinaria”, explica.
Así, por un lado una de las salas del espacio será utilizada para ir rotando las piezas de la colección y por el otro, también trabajarán para llevar las colecciones al interior de la Provincia.
En materia de artistas locales, el MEC buscará un equilibrio entre lo internacional,
lo nacional y lo local, pensando también en el interior del interior. “Hubo y hay artistas muy valiosos en el interior. Pienso en Martín Santiago, de la localidad de Deán Funes, donde hicieron un museo hermoso y se expone su obra. Hay que empezar a rescatar esas pequeñas perlas que existen en el interior”.