Internas, luchas de poder y tensión social, combo preocupante en seguridad deportiva
¿Qué hay detrás del brillo y del humo de las bengalas que arrojaron los hinchas de Belgrano en el último clásico ante Talleres? Las principales hipótesis encuadran al episodio
Por estas horas, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el Consejo de Seguridad Deportiva de la Provincia (Cosedepro) y la Justicia cordobesa tratan de dilucidar qué hubo detrás del brillo y el humo de la pirotecnia que hinchas de Belgrano arrojaron desde las tribunas del estadio Julio César Villagra en la noche del 24 de febrero, opacando el final del partido con Talleres, por la 7ª fecha de la Copa de la Liga. Entre tantas dudas, hay una certeza que todos comparten: el clásico pudo haber terminado en tragedia.
Mientras avanzan las actuaciones del fiscal del Distrito I Turno II, Guillermo González, quien deberá dilucidar responsabilidades por los cinco heridos que provocaron las bengalas y otras irregularidades, el club de barrio Alberdi prepara sus descargos. El Tribunal de Disciplina de la AFA le dio vista por cinco días en su boletín del 29 de febrero y el Cosedepro lo intimó para este lunes, cuando hará la evaluación final del caso y definirá las sanciones que se van a aplicar. La defensa de la directiva celeste se llevará adelante en base a las conclusiones de una investigación interna.
Desde un primer momento las especulaciones están a la orden del día y las hay de todo dentro de la particular lógica que domina los vínculos entre clubes y barrabaravas. Mientras avanza la investigación judicial, el Cosedepro y la AFA darán a conocer
tipo. “Semejante arsenal no ingresó por los portones del estadio; de eso estamos seguros”, coinciden en diversos estamentos.
Las hipótesis que se barajan van desde una demostración de fuerza de los barrabravas, ante una presunta negativa de entrega de entradas, hasta la supuesta vocación dirigencial de mudar la localía al Estadio Kempes, en vísperas de la participación en la Copa Sudamericana. No se descarta alguna
vinculación con la inminente renovación de autoridades en la entidad celeste, donde hay disputas palaciegas por la ostentación del poder. Tampoco acciones vinculadas a un malestar de ‘la tropa’ policial.
Por el momento, la única consecuencia que tuvo Belgrano fue una multa que le aplicó la Municipalidad de Córdoba por $3.482.000, suma equivalente a 351 entradas populares, según la cotización de la AFA. Por la muerte de dos esta semana sus resoluciones sobre el caso y seguramente habrá sanciones. La difícil situación económica y social también pone en alerta a las autoridades.
hinchas en enfrentamientos entre facciones, previos a sus partidos de la 1ª fecha de la Primera Nacional, Chacarita y Gimnasia de Mendoza fueron sancionados económicamente y el Tribunal de Disciplina elevó al Comité Ejecutivo la ‘sugerencia’ de que los clubes involucrados jueguen un par de partidos de locales sin público y en campo neutral. Estado en alerta.
Más allá de la particular lógica que imponen los intereses
de nuestro fútbol, la repetición de casos de violencia en los estadios del fútbol argentino, en apenas dos meses y medio de competencia, no es un tema que pasa desapercibido, teniendo en cuenta el contexto de creciente tensión social.
“Hay una escalada de violencia que excede lo habitual”, le reconoció días atrás a PERFIL CÓRDOBA el fiscal General Juan Manuel Delgado. “Mientras mayores problemas económicos haya, mucho
más grave y palpable van a ser los niveles de intolerancia y violencia”, había advertido en enero el ministro de Seguridad Juan Pablo Quinteros, quien esta semana calificó de ‘impecable’ el operativo policial del clásico Belgrano-Talleres.
“A eso también lo estamos advirtiendo desde el Cosedepro”, señala Marcelo Frossasco, el titular del organismo. “En muchos casos, hay más peleas entre los protagonistas de un partido que entre los propios hinchas. Hoy la gente está muy alterada, en todas partes, y en el caso del fútbol estamos viendo que la violencia ya no sólo se focaliza en las tribunas. Se ha expandido el campo del descontento”, puntualiza el funcionario.
Frossasco no duda en calificar al episodio de las bengalas en la cancha de Belgrano como “el más grave” que se ha producido en Córdoba en los últimos tiempos, en materia de seguridad deportiva. Y respecto a la interna de Instituto, otro de los focos de atención de su gestión, señala: “La tarea de mediación que iniciamos hace unos meses sigue vigente y, con excepción de algunas pequeñas rencillas, las dos hinchadas han podido compartir espacios. Hubo algunos incidentes con barras de Instituto en la Villa El Nailon, pero esos problemas no se han trasladado al estadio”.