Grandes despliegues para investigar narcomenudeo pero pocos recursos para detectar el narcolavado
No abundan las investigaciones federales sobre la faz económica, clave del fenómeno criminal. En contraposición, hay profusa actividad del fuero especial provincial. Lo positivo es que crece la sinergia entre fiscales de ambas jurisdicciones. En qué invierten las bandas narco
La violencia descontrolada en Rosario con cuatro asesinatos de civiles y mensajes mafiosos de narcos, disparó todas las alertas en Córdoba. Hay 52 puntos fronterizos que la separan de Santa Fe. El gobierno provincial pidió a la Nación que refuerce la presencia de fuerzas federales en los puntos más calientes, pero hasta ayer no hubo respuestas.
Si se pisa el hormiguero en un lado, el narco busca otro. El fenómeno es esencialmente territorial. No reconoce diferencia de jurisdicciones ni de fueros.
En Córdoba, hasta ahora, las bandas trasladan y distribuyen principalmente marihuana y cocaína. La primera llega desde Paraguay. La segunda, desde la Región Andina (Colombia, Perú y Bolivia) e ingresa al país a través de Salta. El mapa no es estático.
Son toneladas, centenares de kilos que tienen destino a la Provincia de Córdoba que, por ser mediterránea, no tiene instaladas –o al menos se desconocengrandes bandas que luchan por el territorio como ocurre en Rosario, poseedora de un puerto que permite el ingreso de los cargamentos.
Ahí radica la diferencia en el
nivel de violencia que se vive en Rosario y Córdoba. Mientras en la provincia vecina hay luchas intestinas por los liderazgos, acá “la violencia urbana responde más a la problemática del consumo que a la lucha territorial”, señala Carlos Gonella, fiscal General ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2). No deja de ser un problema muy serio, que requiere de prevención e intervención sanitaria. Las cárque operan en la provincia. De dónde llegan las drogas que se venden en Córdoba. La frontera caliente con Santa Fe. Más efectivos de la FPA para San Francisco. Todavía no hay respuesta de Nación al pedido de refuerzos federales. celes están repletas de internos con problemas de adicciones.
Desde hace 12 años, cuando fue creado el Fuero de Narcomenudeo, la provincia de Córdoba adhirió a la desfederalización y comenzó la persecución penal de los kioscos. A lo largo de los años, las modalidades fueron mutando.
Del kiosco detrás de fachadas de comercios de diferente índole o instalados en casas particulares, hoy la transa se concreta a través del delivery. Pululan motos que van a domicilio o entregan los pedidos en la calle. El contacto se hace vía Telegram y los pagos en billeteras virtuales. Existe un aceitado vínculo con Coelsa, la Cámara Compensadora Electrónica, para detectar el recorrido del dinero.
Por el paso de los años, los fiscales están notando la reincidencia. Son narcomenudistas investigados, condenados, que cumplieron las penas, salieron y volvieron a la misma actividad. La semana pasada hubo 25 personas condenadas por la Cámara 7ª del Crimen por narcomenudeo en Barrio San Jorge. Había verdaderas pymes familiares dedicadas a la actividad delictiva, varios integrantes reincidentes.
Con la creación de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), dependiente de la Fiscalía General, las investigaciones de narcomenudeo son prácticamente irrefutables. Lo demuestran altos índices de juicios abreviados iniciales y de condenas en las Cámaras del Crimen. El fuero funciona y es muy efectivo.
Pero si no se traspasa el techo del narcomenudeo, no habrá un combate real y decisivo al negocio de la droga en la provincia. Se aborta la venta minorista sin saber quiénes son los proveedores.
Lavado de activos. Los fiscales federales de Córdoba han adoptado una práctica en todas las causas de narcotráfico. Apenas se detecta transporte o distribución, indagan sobre
la faz económica de la banda. Inversiones en autos e inmuebles son el denominador común. Más aún los autos que los ponen a nombres de terceros: hijos, parientes, amigos.
Un ejemplo es el expediente donde se investiga a Raúl Alberto “el Tuerto Cacho” Cuello, con múltiples condenas por narcotráfico. La pesquisa detectó que con dinero obtenido de la venta de drogas compró 50 vehículos (motos y autos) y un inmueble. Hay una larga lista de testaferros a cuyo nombre fueron inscriptos los bienes.
La causa fue investigada por el fiscal, Enrique Senestrari, la elevó a juicio y se encuentra en el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1). Los bienes fueron valuados en 440 mil dólares, expresados en moneda extranjera para evitar que el paso del tiempo erosione el capital y lo mantenga en valores de mercado.
En esa misma fiscalía hay otra causa que arroja indicios de vínculos con Los Monos de Rosario. Diómedes Carbone, el hombre que compró la empresa Corphone, un call center que funcionó en el centro de la ciudad. En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Carbone se despegó de la sospecha. Dijo que adquirió la firma con dinero obtenido de la venta de una rotisería; pero en la Justicia Federal no abandonan la pesquisa.
El secuestro de 1.600 kilos de marihuana en el 2022 en el que terminaron implicados barrabravas de La Fiel, del Club Atlético Talleres, tuvo un capítulo notorio cuando se detectó un stud de 20 caballos de carrera, importados de Brasil, que habrían adquirido con dinero del narcotráfico.
En la Fiscalía Federal 2, a cargo de Carlos Casas Nóblega, se investiga a un clan familiar con antecedentes de narcotráfico que se dedica a lavar dinero con la compra de vehículos, de inmuebles en los barrios donde realizan transas y comercios de diferentes rubros para justificar movimiento de dinero.
Estas son algunas causas por narcolavado que hay en los tribunales federales cordobeses.
Parecen pocas frente al enorme caudal de procedimientos, secuestros, detenciones y condenas que tiene la Justicia Provincial por narcomenudeo.