Nación consolida torniquete fiscal y se desploman los envíos a provincias
En la primera quincena de marzo las transferencias automáticas, vía coparticipación por recaudación, cayeron 24% en términos reales, pero las
En los próximos días se conocerá el cronograma para el tratamiento de la nueva Ley de Bases con 200 proyectos de reformas económicas, que busca impulsar el oficialismo nacional en la Cámara baja. La intención de La Libertad Avanza es que ese paquete de medidas comience a debatirse hacia mediados de abril. Hasta ese momento, el gobierno de Javier Milei tendrá tiempo de negociar con propios y extraños para hacerse con una victoria legislativa que le dé el respaldo político para continuar con su plan de reformas.
En esa línea, mucho se habla de un posible desembolso del FMI por US$ 15.000 millones para apalancar el programa de estabilización que piensa el ministro Luis ‘Toto’ Caputo y compañía. Esas divisas llegarían en el marco de un nuevo programa con el Fondo, que hoy no está tan preocupado por la sustentabilidad fiscal y el tono de las medidas que viene aplicando el Ejecutivo nacional, sino por el aspecto político.
“El Fondo hoy le está pidiendo al gobierno señales de acompañamiento político para las reformas, lo que más les preocupa es eso, la soledad con la que se avanza. Las negociaciones tienen que empezar a mostrar un respaldo o al menos algo de apoyo político de un arco político más amplio que el actual”, reflexionó un analista político que mira de cerca las negociaciones.
Destrabar ese condicionante político que tiene el Gobierno transferencias no automáticas –fondos para obras, ATN y otros programas– mostraron una caída real del 69% en promedio, con jurisdicciones que muestran
nacional, y que quedó plasmado con la derrota en el Senado por el tratamiento del DNU y con internas que intentan contenerse entre algunas figuras claves –con la vice Victoria Villarruel a la cabeza–, es el principal desafío del gobierno.
Por eso, junto a la negociación política entre lo que podría ceder la Nación y lo que pugnan por lograr referentes de la oposición y los gobernadores, es que sigue aplicando una férrea lógica de compresión fiscal hacia los estados subsoberanos. Los ejemplos sobran: en los últimos tres meses, de diciembre a esta parte, se escalonaron fuertes caídas
Doble torniquete.
fuertes contracciones. En Córdoba los envíos discrecionales bajaron 99,4% entre la primera quincena de marzo de 2023 y el mismo período de este año.
en los envíos que Nación hace a las provincias.
Esa presión que Nación ejerce sobre las provincias va por dos vías: una propia de la caída de la actividad y la profundización de la recesión. Se constata con Transferencias Automáticas que incluyen los fondos recaudados por impuestos coparticipables y que tienen fuerte vinculación con el ritmo de la macro. Cayó la actividad y esos envíos cayeron fuerte.
Un trabajo de la consultora Politikon analizó la evolución de esas transferencias para remarcar que las automáticas cayeron, en términos reales,
un 24,4% en el conjunto de las 24 jurisdicciones provinciales.
Ese informe apunta que para el caso de las transferencias automáticas, hasta el 15 de marzo inclusive, se distribuyeron $ 857.749 millones. Es una suba nominal interanual del 202% mientras que en términos reales equivalen a una baja del 24,4% interanual. Dentro de las mismas, la provincia de Buenos Aires presenta la caída más fuerte (-25,5%) y Caba la menor (-21,9%).
Pero el panorama en las transferencias no automáticas es muy distinto. Aquí entra el envío de partidas para obras públicas, ATN y fondos para el financiamiento de programas puntuales, entre otros. Y en los primeros 15 días de marzo se totalizaron
$ 40.393 millones, contra $ 33.163 millones que se distribuyeron en la primera quincena de marzo 2023. Así, hubo una suba nominal del 21,8%, que en términos reales representa una baja del 69,5%. Las 23 provincias, en este contexto, presentan bajas reales en diferentes niveles: Santa Cruz exhibe la más leve (-13,5%) mientras que Catamarca y Neuquén registran las más profundas (-99,8% en cada caso).
Córdoba es una de las provincias más afectadas por el recorte en transferencias no automáticas: en la primera quincena de marzo de 2023 recibió $1.372 millones. Para el mismo período de este año la Nación mandó $ 30 millones. La caída real es del 99,4%
Caba es la única jurisdicción que hasta el momento cuenta con alzas: +121,1%, producto de haber captado un importante flujo de fondos para el funcionamiento del Hospital Garraham.
Agrupando las transferencias nacionales (automáticas y no automáticas), en la primera quincena de marzo 2024 mostraron una caída real interanual del 29,1%, con las 23 provincias mostrando caídas (Chaco exhibe el mayor descenso con -42,1%) y Caba
En marzo del ’23 se enviaron
a Córdoba $ 1.372 millones.
Este año, 30
creciendo al 8,7%, explicado por el impulso de los envíos no automáticos.
Alejandro Pegoraro, director de la consultora Politikon, dialogó con PERFIL CÓRDOBA y describió: “Vemos una profundización de lo que ya se vio en enero y en febrero, sobre todo con las ‘no automáticas’, que tienen que ver con la discrecionalidad política en el envío de los fondos. Las ‘no automáticas’ tuvieron una caída fenomenal, con envíos que se hacen en valores mínimos, en algunos casos para servicios de salud o educación”. Y añadió: “Lo que se cortó, en gran medida, fueron los recursos para la obra pública, salvo un puñado de recursos para algunos proyectos en marcha y cerca de finalizar y también el incentivo docente, las cajas previsionales y el paquete de asistencias a provincias, como por ejemplo el Fondo de Fortalecimiento a la Provincia de Buenos Aires, el apoyo a La Rioja o los ATN. Estamos en niveles mínimos de transferencias no automáticas”.
En ese sentido, remarcó que la caída en las automáticas se explica por la caída en la actividad que pega en la recaudación y la falta del Impuesto a las Ganancias. “Si mensualizamos la caída de las automáticas vamos a cumplir cuatro meses de caída en torno al 20%. Para las cajas provinciales eso es un hueco
fenomenal que no es fácil de cubrir, ya que las recaudaciones provinciales también están sufriendo por la caída de la actividad”.
Según Pegoraro, el recorte que Nación hizo sobre las provincias, en términos reales y en la primera quincena de marzo, supone una pérdida acumulada para las provincias de $ 290.000 millones o $ 26.000 millones por día.
En un encuentro privado organizado por una firma de inversiones el economista y economista Jefe de Fiel también se refirió a la cruda realidad que se les vino y viene a las provincias: “El Gobierno nacional tiene una ventaja sobre las provincias. Parte de sus ingresos proviene de impuestos al comercio exterior que han aumentado por la devaluación y por el aumento de la tasa del Impuesto País, entonces la Nación está en mejores condiciones
para capear el temporal que las provincias, cuyos ingresos dependen básicamente de la actividad interna”.
Y amplió: “Las provincias tienen un problemón. El principal problema son los salarios de los empleados públicos (NdeR: en Córdoba a eso se le suma la Caja) que representan alrededor
del 60% del gasto primario. La licuadora que puede usar el Gobierno nacional en las provincias es más complejo, porque los empleados públicos hacen huelgas y se paran servicios básicos, que generan muchos problemas. En esa carrera de quién aguanta, Milei tiene dos ventajas: recibe ingresos que no están
afectados por la recesión y la licuadora sobre las jubilaciones aguanta más que la licuadora sobre los empleados públicos. Todo eso debería motivar a los gobernadores a sentarse a negociar si quieren llegar a pagar los salarios a mitad de año”.
Pegoraro insiste en el concepto al remarcar que “las provincias están frente a un combo explosivo”. “Sufren la menor actividad y por ende menos recaudación por coparticipación y transferencias automáticas y además, un Gobierno nacional que cerró el grifo de las no automáticas. A eso hay que sumar que el mismo proceso recesivo está vaciando las cajas por menos recaudación provincial propia, por caso, de Ingresos Brutos, que tuvo una caída consolidada del 10% en promedio, en 15 provincias, en enero y febrero. La tendencia en las provincias es esa: hay caídas del 20% incluso”.
–¿Cómo ven la posición de los gobernadores en este esquema?
–Los gobernadores más díscolos están aguantando la situación y jugando a la heroica, pero lo cierto es que no tienen mucho margen de acción para no sentarse a negociar con el Gobierno nacional sabiendo que esa negociación podría ser muy negativa en cuánto ceden. Se les está por complicar la situación a las provincias, cuyo frente fiscal ya venía mostrando deterioros en el 2023. Muchas provincias cerraron el año con déficit importante. Con razón algunos ya están agachando la cabeza y negociando, no tienen margen tampoco para aumentar impuestos provinciales. En el corto plazo todos los gobernadores van a tener que sentarse a negociar.
La pérdida acumulada para las provincias ya es de $ 290.000
millones
–¿Este torniquete fiscal de Nación a provincias con las transferencias no automáticas, puede mantenerse?
–Yo creo que sí, por lo menos un par de meses más. Por una cuestión política, el Gobierno nacional va a sostener esa postura de austeridad y de no financiar el exceso de gasto público provincial. No van a ceder rápidamente porque irían contra su base de filosofía política. Por otro lado, cortar el financiamiento a las provincias también es una forma de fortalecer el superávit fiscal todos los meses. Más allá de que el volumen no es tan fuerte como en otros conceptos, ayuda a mostrar ese equilibrio fiscal.