Recortes en salud: siguen sin llegar medicamentos para cientos de pacientes
El gobierno de Javier Milei apeló los recursos de amparo interpuestos por personas con cáncer o enfermedades que requieren asistencia de la Dirección de Asistencia Directa por
Situaciones Especiales (Dadse) y que no reciben sus tratamientos desde diciembre. Distintas asociaciones y organizaciones que asisten a pacientes aseguran que algunos murieron. costo, pero que no se lo van a dar. Es una sentencia de muerte”.
Las organizaciones trabajan en red y cooperan para ocuparse de diferentes necesidades. “Dicen que estamos usando la desesperación de la gente para hacer una campaña política. Yo soy paciente oncológica, no soy militante política, soy un ser común que estuvo en esos zapatos y que hoy trabaja de manera voluntaria y sin ningún interés de lucro ni de poder. Nosotros nos sentamos en la mesa de diálogo para ayudar al Estado”, cerró la titular de la organización.
El recorte en salud no solamente se dio a través de la Dadse. Los pacientes con fibrosis quística, que recibían asistencia a través del programa Incluir Salud, también están sufriendo los ajustes. “Históricamente el acceso a través de Incluir Salud fue dificultoso. Pero en el último tiempo ya directamente les han comenzado a negar los medicamentos a los pacientes, que intentan conseguirlos a través de donaciones”, detalló a este medio María Eugenia Koolen, asistente social de la Asociación de Fibrosis Quística Argentina (Fipan).
“Lo que pasa con nuestra patología es que son muchas las medicaciones que se toman, y para distintos órganos. Entonces, no tener el tratamiento va generando un deterioro que va afectando la calidad de vida. Hay medicaciones, por ejemplo, que son nebulizaciones que previenen o que atacan las infecciones pulmonares que un chico puede estar teniendo. Al no tener la medicación pueden terminar internados y en una situación de mayor gravedad”.
El tratamiento para la fibrosis quística cuesta millones y es de por vida. No solamente incluye diferentes medicamentos, sino también nebulizadores específicos que son costosos y que la organización trata de conseguir para quienes los necesitan.
“Los que más necesitan de la presencia del Estado en general son también los que están acostumbrados a reclamar menos. Con resignación van a buscar, no encuentran, les dicen que la receta está mal hecha, que le falta el sello, que tienen que volver tal otro día. Y además es gente que está en situación muy precaria, donde las oficinas les quedan lejos, donde por ahí no tienen para el colectivo”. Por eso, sintetizó, “el tratamiento para los que están en peores condiciones económicas y sociales deja de ser prioridad. Pero la salud de los niños se va deteriorando cada vez más”.