“Sin política definida no se pueden abrir indiscriminadamente las importaciones”
El presidente de la Unión Industrial de Córdoba analizó la coyuntura industrial y las perspectivas para el corto y mediano plazo. Pide una integración
RENATA PALAZZI
La industria atraviesa una compleja situación atravesada por la recesión económica. De hecho, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), muestran una contracción del Índice de Producción Industrial (IPI) del 9,9% anual en febrero, encadenando nueve meses consecutivos de caídas. En ese contexto, no está previsto que la situación muestre alguna mejoría, ya que el consumo sigue mostrando una fuerte caída debido a que los salarios no suben acorde al ritmo de la inflación. “La situación es muy compleja, no hay dinero en la calle y el ajuste se está haciendo fuerte. Buena parte está pasando por la licuadora, lo que significa menor consumo, menos ventas y menor producción e impacta en todos los sectores”, sostuvo Luis Macario, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC). En diálogo con Punto a Punto, agregó que “yo no sé si esto se podría al mundo “inteligente y gradual”. “La política tradicional no se da cuenta que hay una persona que está dispuesta a hacer los ajustes que
haber evitado. El desbarajuste de las variables económicas que traíamos necesitaba algún tipo de ordenamiento, es lo que este gobierno está tratando de hacer de la forma que se puede”.
—¿Están conformes con las políticas de Javier Milei en estos cuatro meses?
hagan falta para que la cancha quede ordenada para funcionar”, señala sobre los “palos en la rueda” que le ponen al Presidente.
—Milei está cumpliendo lo que planteó en campaña, eso ya es una rareza. No le tembló el pulso para impulsar el ajuste sin considerar los costos políticos. La política tradicional no se da cuenta que hay una persona que está dispuesta a hacer los ajustes que hagan falta para
que la cancha quede ordenada para funcionar. Vemos que se le ponen palos en la rueda en vez de dejarlo trabajar. Hay que acompañar las reformas estructurales que plantea. Las reformas son necesarias para que el país despegue, hasta el FMI está planteando que hay que mejorar la calidad del ajuste y que no sólo sea pasar por la licuadora.
—¿Cuál es la posición sobre la apertura de la economía?
—Desde la UIC creemos que es necesario vincularse e integrarse con el mundo pero esa integración debe ser inteligente y gradual; no se debe permitir el ingreso masivo de productos terminados y tiene que haber igualdad de oportunidades con fabricantes locales. Seguramente habrá sectores en los que Argentina no sea competitivo y las empresas se tengan que reconvertir, pero en otros sectores somos mucho más competitivos si existe igualdad de condiciones. Para que un país se desarrolle debe estar integrado al mundo y eso implica tener mayor cantidad de importaciones como así también exportaciones. No se puede abrir indiscriminadamente sin tener una política definida.
—¿Qué preocupaciones tienen hoy los industriales?
—Hay cosas que siguen presentes, como la restricciones a la importaciones; hubo una flexibilización en los pagos pero el acceso no es absolutamente libre, los sectores industriales dependen de las importaciones que se hagan. El empleo está complicado, algunas empresas entraron en proceso preventivo de crisis, otras activaron el retiro voluntario y otras tuvieron despidos.
—¿Cuáles son las perspectivas?
—Argentina tiene todo para que le vaya bien, pero primero tenemos que hacer bien las cosas en materia política. La agroindustria puede ser una potencial mundial pero en los últimos años perdió terreno frente a Brasil y Uruguay y eso es consecuencia de las malas políticas. Con Vaca Muerta hay que apurarse porque el mundo está en transición hacia energías más limpias y si no nos apuramos en sacar los recursos que tenemos allí van a quedar obsoletos y los vamos a perder. En materia de minería hay mucho potencial para crecer, al igual que la pesca y el turismo. Tenemos potencial para que rápidamente salgamos de esta situación de decadencia.