Una grata excepción
Autor: Miguel Hoyuelos Género: ciencia ficción
Otras obras del autor: Física manifiesta, en la magia, la cocina, el deporte y la música; Ciencia y tragedia, los griegos y sus herederos; Astrología argentina.
Editorial: Letra Sudaca, $ 130 En estas latitudes son muy pocos los que se aventuran a escribir ciencia ficción hard. Este subgénero, por distintos motivos, no tiene aquí una gran tradición. Los pocos que lo transitan, en general, cuentan con un vasto caudal de saberes científicos, pero las obras suelen carecer de valor literario. A veces, por suerte, surgen excepciones: Miguel Hoyuelos es una.
Siccus, su primer libro del género, aborda un tópico recurrente en la ciencia ficción contemporánea: el de la inteligencia –o más bien la conciencia– artificial; pero también otros que atraviesan, desde el comienzo, la historia de la literatura: la relación entre maestro y discípulo, o entre creador y criatura.
La novela, que obtuvo una mención especial en el concurso UPC en 2004 (uno de los premios más prestigiosos de la ciencia ficción europea), cuenta la historia de un grupo de investigadores de Georgetown –entre los cuales hay un argentino: Adrián Russo– que logran construir un programa de inteligencia (Siccus) con “propiedades emergentes”, no reductibles a la suma de sus partes. Uno de los presupuestos es que la combinación de distintas capacidades –percepción, memoria, autocontrol, voluntad– da como resultado una propiedad nueva, que no se puede hallar en ninguna de esas capacidades: la conciencia.
El problema, como indica la tradición de relatos que abordan temas similares, es que dos seres autoconscientes en el mismo mundo no son de ningún modo compatibles, así que los conflictos no tardan en suscitarse. Los siccus advierten que están siendo tratados como esclavos, se descubren superiores y se rebelan contra el “padre”, en un esquema mítico que parece actualizarse incluso en las máquinas.