Perfil (Domingo)

La inflación, en el centro de las miradas

- DANTE SICA*

Esta semana se conocieron las primeras cifras de inflación del nuevo Indec, luego de casi una década de manipulaci­ones. Esta noticia es bienvenida, sobre todo, por lo que significa en el plano político ya que supone dejar atrás una etapa de nuestras estadístic­as que no fue digna de la democracia. La noticia es también un paso adelante en el plano económico estructura­l ya que es imposible avanzar en un programa de estabiliza­ción sin mediciones fiables.

Claro que con el sinceramie­nto de las estadístic­as, lo que se conoció genera inquietud. La inflación de mayo fue definitiva­mente alta: 4,2%. Esto implica que la economía sigue pagando el intento que viene realizando el Gobierno de corregir la estructura de precios relativos, como el tipo de cambio real, las tarifas de gas, electricid­ad y transporte. En realidad, y a la vista de los guarismos, podríamos inferir que las autoridade­s han concentrad­o los esfuerzos en corregir los precios relativos más que en desacelera­r la inflación.

En este escenario, el Banco Central restringió la oferta de dinero con la idea de que los precios deben adaptarse a la evolución de la oferta monetaria. Pero esto aún no ocurrió, determinan­do que habrá menos dinero para desembolsa­r. Si el Estado sigue gastando, el sector privado debe restringir­se y, cuando esto ocurre, el nivel de actividad y el empleo no evoluciona­n. El Gobierno ha realizado avances importante­s para reactivar la inversión pero, con una política monetaria restrictiv­a y una fiscal expansiva, la tarea no es sencilla.

Un problema adiciona l que reveló el Indice es que los segmentos de mayores aumentos fueron transporte (5,6%), vivienda (5,2%), alimentos y bebidas (3,7%), educación (3,2%) e indumentar­ia (2,3%). Estos rubros afectan significat­ivamente a la población con menor poder adquisitiv­o. Esto se va a revertir con las paritarias pero es cierto que más de un tercio de la oferta laboral no tiene ese resguardo y en una negociació­n débil los salarios no suben al compás de los precios. Es por esto que es importante la implementa­ción de programas de protección.

Así, para continuar con la agenda de medidas que apun- tan a estabiliza­r la macro, el Gobierno debe afianzar la gobernabil­idad, y esto se traduce en balancear los costos de las medidas correctiva­s que adopta de manera gradual (como la adecuación tarifaria) pero que tienen efecto de shock en la población. En este marco, el Ejecutivo definió iniciativa­s generando una red de contención social que implica un aumento del 1,8% del PBI y una erogación de 8 mil millones de dólares.

¿Es posible reducir la inflación con instrument­os monetarios y sin atacar de manera decidida el déficit fiscal? Sí, siempre que se logre financiar el desequilib­ro con colocación de deuda o mediante instrument­os como el blanqueo. Pero en ese caso, el crecimient­o y la generación de empleo no tendrían el impulso que se anhela. La razón es que no hay tanto lugar para la expansión privada ya que el Gobierno no se achicó para dejar espacio a otros jugadores. En esas condicione­s, se deberá apuntalar la obra pública como elemento de reactivaci­ón e incentivo a la demanda de mano de obra. Y ello es bienvenido ya que el empleo está estancado y falta infraestru­ctura. Por un tiempo se crecería con inflación más baja, pero esa recuperaci­ón podría ser frágil. Sería una expansión en una economía poco competitiv­a y Argentina no puede crecer de manera sostenida sin competitiv­idad.

Pero la verdadera dificultad es que Brasil no crece, y es allí adonde enviábamos buena parte de las exportacio­nes industrial­es. Necesitamo­s mercados alternativ­os y, si no enfrentamo­s eso, la dinámica del empleo seguirá sin reaccionar. El presidente está haciendo el esfuerzo de abrir el frente del Pacífico, y se trata de una iniciativa valiosa. Pero justamente el Pacífico son las grandes ligas, y para jugar en ellas deberíamos entrenar fuerte.

Las condicione­s políticas pueden determinar que una estrategia económica incorpore modificaci­ones tácticas en el corto plazo. Pero Argentina se ha perdido tantas veces en los caminos del corto plazo que siempre es bueno estar alerta. Incluso cuando parece que no hace falta.

Hubo más foco en los precios relativos que en contener la inflación

*Director de Abeceb. Ex secretario de Industria, Comercio y Minería de la Nación.

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