Moneda política
ta de 6,7,8, dijo que nunca vio La quinta pata de la noticia, “como la mayoría de la gente”, y apuntó directamente al bajo rating del programa (ver recuadro). “La gente le dio la espalda a este armado de medios públicos, porque para ver eso ven TN y es lo mismo. A este gobierno no le interesan los medios públicos. No necesitan, no le sirven”, hipotetizó la periodista a este medio. “Yo lo vi”, asegura el periodista Roberto Caballero, quien fue invitado ocho veces al programa, y quedó afuera de la nueva grilla de Radio Nacional. “Tiene un problema de formato, y no garantiza pluralismo. El esfuerzo que hacen Shurman o Agosto queda esterilizado por la oferta general que Hernán Lombardi quiere dar en los medios públicos”. Y agrega: “Uno po- Por pasó Beatriz Sarlo, y Aníbal Fernández fue habitué. El programa por la muerte de Néstor Kirchner. dría decir que aunque son más educados que en Intratables, a veces resultan más aburridos que el peor de los programas de 6,7,8. 6,7,8 había logrado ser oficialista del gobierno y opositor a la comunicación concentrada. Este formato de Lombardi consigue lo primero mal y lo segundo ni se lo plantea. Ese es el problema para las audiencias que no lo siguen”.
María Julia Oliván fue la primera conductora de 6,7,8 en 2009, pero ya en 2010 decidió no continuar. Para Oliván, “la principal diferencia con La quinta pata... es que los periodistas que están hoy vienen trabajando desde hace tiempo, con trayectoria, y no son personas que adhieren a un partido político. En segundo lugar, es un programa periodístico clásico, que puede tener voces macristas y kirchneristas, y de por sí eso ya es un plus que se diferencia incluso del primer 6,7,8. Y en tercer lugar hay que marcar que es un programa que admite criticas al oficialismo, y eso justamente era algo que estaba vedado durante el kirchnerismo, tal vez era yo la única voz discordante. Noto que se respira otro aire periodístico, es un programa menos político, más periodístico, cero propagandístico, cuando 6,7,8 tenía varios informes propagandísticos que se metían en la actualidad y bajaban línea. Los informes de acá son más parecidos a un noticiero”.
Luciano Galende tomó la conducción de 6,7,8 tras la partida de Oliván y alternó entre panelista y conducción hasta 2012. “No vi el nuevo programa de la TV Pública”, responde a PERFIL, pero recuerda: “Trabajé con total libertad, el clima era amigable, de juntarnos a dialogar entre los periodistas, mi experiencia fue muy buena. Participábamos en un programa con un producto elaborado, no teníamos intervención en el contenido”.
En cuanto a la línea del contenido que se trata en el programa, la TV Pública convocó a los productores Andrea Rodríguez (productora de Lanata en Lanata sin f iltro), Esteban Talpone (ex gerente del canal de noticias de CN23) y Guillermo Alfieri (ex director de la revista Veintitrés). Los tres definen, junto a los conductores y columnistas, el contenido. “Los temas se discuten y pensamos los temas importantes del día y preguntamos de todo. El periodismo tiene que incomodar al poder, sea del oficialismo o de la oposición. 6,7,8 empezó como análisis de medios y después se convirtió en otra cosa, en criticar y atacar a los que pensaban distinto”, dice Glanz.