Francisco pidió a Dios que ‘toque el corazón’ de los terroristas

En su penúltima jornada en polonia, Bergoglio fue al santuario de Juan pablo ii y acompañó la vigilia de medio millón de jóvenes.

Miles de jóvenes lo recibieron en Cracovia, ciudad natal de Juan Pablo II, donde cruzó la Puerta de la Misericordia. Francisco tuvo ayer una intensa jornada en su viaje pastoral a Polonia, en la que rezó para “convertir” el corazón de los terroristas, invitó a los jóvenes a dejar la “comodidad” del sofá y pidió a la Iglesia polaca alejarse del poder político.

“Dios, toca los corazones de los terroristas, para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto a la vida y la dignidad de toda persona, independientemente de su religión, origen, riqueza o la pobreza”, escribió el Sumo Pontífice en una plegaria en la iglesia de San Francisco.

En esa iglesia se veneran las reliquias de dos franciscanos, Strzalkowski Zbigniew y Michal Tomaszek, asesinados por Sendero Luminoso el 9 de agosto de 1991 en Perú. Agenda. Ayer, en su penúltima jornada en Polonia, Bergoglio rindió homenaje a Juan Pablo II, que en sus 27 años de papado marcó la historia de la Iglesia de finales del siglo XX. Visitó su santuario, y luego una fábrica de soda donde trabajó durante su juventud Karol Wojtyla.

Después de almorzar con 12 jóvenes de los cinco continentes, Francisco se trasladó al Campo de la Misericordia, en las afueras de la ciudad, donde más de medio millón de jóvenes acamparon toda la noche para compartir y meditar bajo las estrellas sobre “la fe y la fraternidad”, convocados para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Aclamado, el Papa invitó a los jóvenes “no ser suplentes” en la vida, a no “vegetar” en el “sofá” de la vida.

“La verdad es otra: queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a vegetar, a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a dejar una huella”, aseguró. “El tiempo que hoy estamos viviendo no necesita jóvenessofá sino con zapatos; mejor aún, con los botines puestos. Sólo acepta jugadores titulares en la cancha, no hay espacio para suplentes”, clamó. Siria. “Nada justifica la guerra, derrama la sangre del hermano”, dijo Francisco luego de escuchar el testimonio de una joven siria de 26 años, Rand Mittri, quien contó sobre su vida asediada por los bombardeos y ataques en Aleppo, en el norte de Siria. “Si miro la vida más allá de la pantalla de una computadora, el dolor de las muchas Rand que viven bajo las bombas se vuelve mi dolor”, afirmó.

Poco antes, al oficiar misa ante miles de religiosos, el Pontífice recordó a la Iglesia polaca, muy cercana al poder político, que Jesús “no se sube a los estrados vacilantes de los poderes del mundo y no se adapta a las comodidades que aflojan la evangelización”.

El Papa presidirá hoy la misa de clausura, en la que anunciará la sede de la próxima JMJ.