Perfil (Domingo)

Lograron curarse de la hepatitis C y hoy hacen campaña a favor del testeo

- ANDY FREIRE* FLORENCIA BALLARINO

El j uego Pokémon GO es un ejemplo excelente de cómo se puede utilizar la tecnología como una herramient­a para enseñar e instruir. De hecho, la aplicación ya está siendo usada en distintos lugares del mundo como un medio para que la población residente viva la experienci­a de ser turista en su propia ciudad.

Nuestro objetivo desde el Ministerio de Modernizac­ión, Innovación y Tecnología de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es –justamente– poner los avances tecnológic­os al servicio de los vecinos.

Por eso, por ejemplo, tenemos el proyecto de Ecoparque que estamos llevando adelante. Este ya ofrece la experienci­a de realidad virtual con temática silvestre Aventura Fotográfic­a, para que los visitantes del Ecoparque conozcan más sobre las especies autóctonas en peligro de extinción.

Además, estamos trabajando con un Espacio Sustentabl­e en la entrada del Parque con el equipo organizado­r de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, otro espacio inmersivo de realidad virtual donde se va a mezclar el deporte con la vida silvestre. Gustavo se enteró por casualidad de que tenía hepatitis C cuando fue a donar sangre al Hospital Garrahan. “Para mí y para toda mi familia la noticia fue un shock. El médico me dijo: ‘Vamos a ser amigos por mucho tiempo’. En ese momento no se conocía mucho de la enfermedad”. En 2012 le detectaron un carcinoma y en julio de 2013 le hicieron un trasplante hepático. “Sufrí mucho, pero creo que mis seres queridos han sufrido más”.

A Miguel Angel se le detectó la enfermedad en 1998. “Ha-

Por su alto costo, el sofosbuvir fue eje de debate. Tras los reclamos, hoy la droga está disponible. bía sufrido un accidente ocho años atrás, con múltiples fracturas en un brazo, y me transfundi­eron sangre. Me hice una biopsia de hígado porque no me sentía bien, y se detectó que tenía cirrosis”.

Tanto Gustavo como Miguel Angel fueron trasplanta­dos y combatiero­n la enfermedad con muchos medicament­os sin lograr inactivar el virus. Hasta que este año lograron acceder a los nuevos tratamient­os orales libres de interferón y se convirtier­on en los primeros argentinos que se curaron de hepatitis C. “El día que me confirmaro­n que estaba curado lloramos todos, hasta mi doctor”, recordó Gustavo. “Fue una alegría inmensa, porque estuve durante muchos años tratando de combatir este virus de todas las maneras posibles”, aseguró Miguel Angel. Impacto. La hepatitis C es una enfermedad viral que infecta el hígado y se transmite por contacto directo con sangre y productos sanguíneos infectados. Se calcula que en el país hay 400 mil personas infectadas. Pero la mitad no lo sabe. “Es una enfermedad sin síntomas y el paciente puede convivir con ella durante años sin saberlo. El desafío actual es detectar la hepatitis C en aquellos pacientes aún no diagnostic­ados. Por eso es clave testearse al menos una vez en la vida”, señaló Adrián Gadano, presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedad­es del Hígado.

El año pasado, la Asociación junto con organizaci­ones de pacientes lanzaron una fuerte campaña para que los nuevos medicament­os antivirale­s (como el sofosbuvir, que tiene un alto costo) se aprobaran en la Argentina y se garantizar­a el acceso a los pacientes más graves. “El Estado hizo una primera compra de 1.150

La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre. Se transmite por contacto directo con sangre y productos sanguíneos infectados.

Se calcula que en el país hay entre 300 y 400 mil personas infectadas. Pero la mitad no lo sabe.

Es la principal causa de hepatitis crónica, cirrosis y cáncer de hígado.

En Europa, la hepatitis C provoca cuatro veces más muertes que el VIH.

A diferencia de la A o la B, la C no tiene vacuna. El foco está puesto en la prevención. “Detectar para Curar” es el lema de tratamient­os en enero y empezaron a distribuir­se en marzo. Hoy estamos viendo los primeros pacientes curados, muchos de ellos que llevaban años con la enfermedad. Las nuevas drogas son muy eficaces, han demostrado una tasa de efectivida­d superior al 95% y se toleran mejor que las terapias anteriores”, le dijo Gadano a PERFIL.

Sandra contrajo hepatitis C hace 13 años. Se la diagnostic­aron cuando la iban a operar de un cáncer de útero. “Yo siempre decía ‘soy portadora y el virus me paga un alquiler. El alquiler que me paga es enseñarme cómo tengo que vivir’. Aprendí a vivir, a hacer lo que quería, a gustar de las cosas; me empecé a divertir. Hay que saber que la vida no se acaba, que empieza otro tipo de vida, que uno siempre puede elegir. Se puede curar”.

Andrea tiene 38 años y es mamá de siete hijos. El año pasado se enteró de que tenía hepatitis C. “Pensaba que se me terminaba la vida, mis sueños, mi futuro. Tenía miedo de morir dejando a mis hijos chiquitos, hasta que me recibió el hepatólogo y me tranquiliz­ó. Me dijo que con un tratamient­o nuevo, en 12 semanas iba a estar curada. Y asi fue”.

Tanto Sandra como Andrea recomienda­n a todos realizarse el test de hepatistis C: “Es la principal causa de trasplante de hígado en nuestro país. Sin embargo, detectada y tratada a tiempo, se puede curar”.

PREVENCION

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