Rousseff jugará su última carta con un alegato ante el Senado
La mandataria se defenderá mañana con un mensaje para la posteridad. Denunciará ser víctima de un golpe y preparará el terreno para las presidenciales de 2018.
En su momento más difícil, Dilma Rousseff prepara el alegato de defensa que pronunciará mañana en el Senado, un discurso que no será dirigido sólo a los legisladores que la juzgarán, sino a toda la sociedad brasileña. La presidenta denunciará una vez más que el juicio político es un intento de golpe de Estado. Aunque se sienta vencida y no crea factible torcer la voluntad de los senadores, sus palabras buscarán que la historia la juzgue como una víctima de una conspira- ción y no como una mandataria que cometió un crimen de responsabilidad al “maquillar” las cuentas públicas para esconder el déficit fiscal.
Con escasos apoyos, casi testimoniales, de sectores políticos y sociales que formaron parte de su gobierno, la jefa de Estado quedó al borde de la destitución, a la espera de la votación final que culminará el proceso en los próximos días. La constante erosión que sufrió su base aliada en el Congreso se replicó en las calles, donde sólo los sindicatos, estudiantes y movimientos sociales la reivindicaron.
Los números en el Senado tampoco acompañan a la presidenta. El bloque pro impeachment, liderado por el ex vicepresidente y hoy mandatario interino, Michel Temer, necesita 54 votos para desalojarla del Palacio de la Alvorada. Según la prensa brasileña, contaría con al menos sesenta senadores dispuestos a alzar su mano. “Dilma está jugando la carta de la historia. ‘La historía me absolverá’: su discurso va en esa dirección”, explicó a PERFIL