Bares suman una ‘sUBe de la cerveza’ para elegir y tomar a medida

Permite recargar los montos y controlar cuánto se consume. Tomar una cer veza con la espuma justa y directo de la choppera no tiene precio. Y, desde esta semana, en Buenos Aires ya hay tarjetas prepagas para convertirse, uno mismo, en su propio barman.

El sistema, que ya es furor en varios países, es sencillo: se trata de una tarjeta en la que cada consumidor carga un monto en la caja del bar y que, luego, pasa por un lector conectado a las canillas de cer veza. De la variedad que desee, de la manera que quiera y en el vaso favorito, el programa sólo debita lo que el cliente se sirve, además de ver en tiempo real cuánto está gastando y consumiendo. Si el saldo se termina, no es problema: cada uno puede recargar su tarjeta cuantas veces sea necesario.

“Es como una SUBE, pero de birra”, sintetiza Maximiliano Arrascoyta, dueño del bar El Loco Stanley que, en Olivos, es el primero del país con el sistema, denominado Pour My Beer (Sirvo mi cerveza). La polémica, no obstante, se dispara. “Muchos vaticinan que esto implica la muerte del barman, pero en realidad se trata de ganar autonomía y de poder fraccionar el consumo: podés tomar medio vaso apenas llegás y otro medio helado cuando llega la comida”, asegura Arrascoyta, que afirma que desde grupos hasta parejas pueden manejar el presupuesto de cada noche o, incluso, de todo el mes. “Cargás una vez y lo usás cuando querés”, explica.

“Como manejo, sólo quiero tomar medio vaso, que nadie te vende”, explica Mariano Sherling, un programador que trabaja en Olivos. “Poder venir, servirme lo que quiera sin esperar que me atiendan e irme es genial”, sostiene.

Las posibilidades que ofrece el sistema van desde organizar una cata hasta tener veinte canillas distintas y probar diferentes variedades sin comprar un chopp entero. “El sistema le da control al cliente y a nosotros, que podemos armar estadísticas con qué y cuánto toma cada uno”, asegura el dueño del bar.