Perfil (Domingo)

El preso acusado de amenazar a Vidal es un violador y estudia periodismo

Tiene 24 años. fue condenado a 14 años por cinco ataques sexuales. cuatro de sus compañeros lo reconocier­on ante la fiscal que investiga el llamado desde la Unidad 9.

- L.N.

fue fácil identifica­r a Eliana ni dar con el lugar donde operaban: allí las víctimas eran retenidas contra su voluntad, mientras los delincuent­es las torturaban para que revelaran la dirección de su casa y les entregaran el dinero lo más rápido posible.

Al principio, “la carnada” llevaba a sus víctimas a la casa de su hermano Rubén, un conocido peluquero de la zona casado con otro estilista, Emiliano Santa Cruz, ambos detenidos y procesados en la causa que lleva adelante la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucció­n Nº 40, a cargo de Estela Andrades.

Pero después se mudaron a la ciudad de Buenos Aires. Allí comenzaron a operar con alquileres temporales, es decir, departamen­tos que se rentan por día. En uno ubicado en la Avenida de Mayo es donde se pudo obtener la filmación en la que supuestame­nte aparece Eliana. Modus operandi. “Actuaban con llamativa violencia”, aseguró a PERFIL un jefe policial pertenecie­nte a la División Robos y Hurtos de la Policía Federal, que intervino en la investigac­ión.

Según contó, a las víctimas “las recibían a golpes de puño, las reducían, encapuchab­an y maniataban”. En algunos casos, los torturaban: “Les apretaban los dedos con pinzas o los quemaban con cigarrillo­s”.

Para evitar ser reconocido­s, y antes de abandonarl­os, los obligaban a tomar pastillas de “Alplax o Lexotanil” con el objetivo de generarles una confusión que les impidiera luego identifica­r el lugar donde habían estado cautivos y a quienes los habían atacado.

Esta banda –según los investigad­ores– era liderada por los peluqueros Rubén Pérez (hermano de Eliana) y Emiliano Santa Cruz (30). En total fueron detenidos siete sospechoso­s. Eliana fue la última en caer. La detuvieron la semana pasada en el barrio Don Orione, ubicado en la localidad de Claypole. Se negó a declarar. Para los investigad­ores, la organizaci­ón está completame­nte desarticul­ada.

La banda estaba integrada por al menos siete personas, todas ellas detenidas.

Eliana sería la encargada de seducir a sus víctimas en la red social Badoo.

Se cree que después los entregaba a la banda de su hermano, que llegó a alquilar departamen­tos temporales para retener a sus víctimas. El preso señalado como el autor de la llamada amenazante a la gobernador­a María Eugenia Vidal perdió sus privilegio­s en el pabellón de buena conducta de la cárcel de La Plata. Si bien la Justicia todavía no lo imputó por la comisión de un delito, cuatro compañeros lo acusaron ante la fiscal que lleva adelante la investigac­ión.

Angel Gastón N. (24) fue aislado del resto de la población carcelaria por “cuestiones de seguridad”, según indicaron fuentes del caso a PERFIL. Lo alojaron en un “buzón”, como se conoce en la jerga carcelaria a las celdas de aislamient­o, situación que agravó sus condicione­s de detención.

Hasta el día de la ame-

el caso angel tiene mal concepto: fue sancionado por provocar un foco de incendio

naza el joven estaba en el pabellón Nº 3 de Autodiscip­lina de la Unidad Penitencia­ria Nº 9 de La Plata, un sector destinado a internos con buena conducta o estudiante­s universita­rios. Cuando se dio a conocer el mensaje que decía “mañana explota la gobernació­n de María Eugenia Vidal”, y de acuerdo con voceros de la investigac­ión, fue acusado por sus propios compañeros y trasladado a otro sector.

Angel N. no tiene un legajo intachable. En ese punto coinciden las fuentes. “Es un interno conflictiv­o que no se lleva bien con sus pares”, asegura a este diario un vocero vinculado a la investigac­ión. El joven, que purga una condena por cinco casos de abuso sexual (uno de ellos en grado de tentativa), está estudiando la carrera de Comunicaci­ón Social en la Facultad de Periodismo de la Universida­d Nacional de La Plata. Lo hace bajo el programa de Extensión Aulica. Cursa primer año, y ya rindió cuatro finales.

En su ficha figuran diversas sanciones: desde provocar un foco ígneo hasta usar un teléfono celular, prohibido en los penales de Buenos Aires. Hace tres meses fue trasladado a una cárcel psiquiátri­ca por un supuesto intento de suicidio. Para los investigad­ores “se trató de una puesta en escena que hizo para obtener el traslado y mejorar sus condicione­s de alojamient­o”. Tres días después recibió el alta y regresó al penal de Villa Elvira.

Según fuentes judiciales, el acusado llegó a la Unidad Nº 9 luego de pasar por la 45 (Melchor Romero) y la 4 (Bahía Blanca). De acuerdo con la informació­n aportada por las fuentes, cumplió 18 años estando detenido porque fue juzgado y condenado por un delito que cometió siendo menor.

Angel cumple una condena a 14 a ñ o s d e prisión que fue dictada en 2012 por un Tribunal de

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