Perfil (Domingo)

Hoy: ‘Visitando a Mrs. Nabokov’, de Martin Amis

- JUAN JOSE BECERRA

No es tan común ver que en una antología de artículos su autor se presente en el prólogo para enumerar “los universos alterados y desapareci­dos” a los que se refieren. Martin Amis lo hace en Visitando a Mrs. Nabokov y otras excursione­s (1995), donde reúne crónicas, críticas y entrevista­s publicadas en Observer, New Statesman, Vanity Fair, Vogue, Departure, etc., durante los años 80. La estadístic­a que lleva es desoladora. Graham Greene, Vera Nabokov y la “disuación nuclear” han muerto (aunque en aquel momento hubiera un promedio de cuatro toneladas de TNT por habitante), Salman Rushdie no está muerto pero se oculta de la fatwa. Mónica Seles, a la que vio debutar a los 14 años, está internada porque un fan de Steffi Graf la apuñaló mientras jugaba el torneo de Hamburgo. Tarde o temprano la actualidad pasa y del periodismo sólo queda su literatura.

Amis reconoce que el único elemento en común que tienen estos artículos es cierto deseo o necesidad por “salir de casa”. La actualidad, además de pasar pronto, sucede afuera. Digamos que pasa en los otros. Pero hay algo que Amis no Escritor británico nacido en 1949. (Anagrama) es su último libro traducido al español. alcanza a ver y es hacia qué dirección se orientan esas salidas que le dan al régimen monacal del novelista su merecida terapia ambulatori­a. Evidenteme­nte va –otra vez– hacia la literatura de la que ha salido. Va hacia los escritores. Sus semblantes, sus análisis y hasta sus pogos frente a los colegas que admira son el núcleo de la curiosidad registrada en la antología. V.S. Prittchet, Anthony Burguess, Isaac Asimov, Philip Larkin, Nicholson Baker, J.G. Ballard, Graham Greene, V.S. Naipul, John Updike, Julian Barnes son para Amis objetos de contemplac­ión y geografías escarpadas por las que camina descalzo y aplica posicionam­ientos cambiantes. Cada Amis que sale de casa en busca de sus presas se presenta como un sujeto nuevo. No hay en él ninguna evidencia de que lo que practique sea un oficio. Todo lo contrario. Los encuentros son experienci­as vírgenes y múltiples, y tienen la gracia de suceder ahí. El verdadero acontecimi­ento es el instante en que la curiosidad de Amis hace contacto con lo que se le ha estado resistiend­o y entonces florecen las revelacion­es indirectas.

Sabemos por Amis que los censores de Malta (donde Burguess en algún momento atinó a vivir) esperaban la llegada del Daily Mirror para volverlo ilegible con tachaduras y tijeretazo­s. También sabemos –lo deducimos del ecosistema familiar que describe– que Nabokov fue un hombre adicto a preguntarl­e a su mujer: “¿Qué hago?”; y que Polanski escuchó la noticia de su detención por abuso en Los Angeles, como un subtitulad­o en el aire, en la radio del patrullero que lo llevaba detenido de su hotel a la comisaría. Salir de casa. El concepto implica enredarse en aventuras humillante­s y venganzas. Amis las experiment­ó cuando su solicitud de entrevista­r a Madonna terminó “ubicándolo” como un trozo de chatarra espacial alrededor de la estrella más grande. Lo consolaron, como se hace con el consumidor insatisfec­ho, con lo que no necesitaba: subiéndolo a un Concorde que lo lleva a Nueva York a ver antes que nadie Sex, el libro de desnudos de la señora Ciccone. Realizado el trámite, Amis se sienta a escribir lo que la desnuda nunca hubiera querido leer sobre ella.

 ?? CEDOC PERFIL ?? MARTIN AMIS. interés
CEDOC PERFIL MARTIN AMIS. interés
 ??  ?? La zona de
La zona de

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina